martes, 17 de diciembre de 2019

ULTRA TRAIL COSTA DE ALMERÍA, LA 68





Transilicitana a primeros de mayo, mi última prueba antes de empezar una nueva aventura con la bici de montaña que debería haber terminado el 18 de octubre y desde esa fecha, iniciar los entrenamientos para la Ultra de Almería. Una caída inoportuna, cual no lo es, me rompe el dedo meñique de la mano derecha y paro de entrenar, el 6 de diciembre voy camino de Toyo Retamar a recoger un dorsal, cosas que solo mi cabeza entiende. Por suerte, la Organización accede a cambiarme el dorsal y hago la corta, 43 kms por el Cabo de Gata, un maratón para despertar los sentidos, un maratón para hundirme o reflotarme, uno más...o quizá no.

Hasta Don quijote cambió su vida, porque no lo voy a hacer yo.

https://www.youtube.com/watch?v=_Uch5ZrNqPk

LA CARRERA

Al estar incluida dentro de una prueba mas larga, tanto el maratón como la otra mas corta, no tienen un horario de corte, bueno, si lo tiene, pero hablamos de doce horas para el maratón y creo recordar diez para la de 30, hasta que acabasen las 15 horas de la Ultra.
Pero algo tan sencillo para mí, no puede ser fácil y ahí interviene el GPS del coche que no me envía a la Isleta del Moro de la salida, si no a Cabo de Gata, por suerte, el del móvil me confirma mis previsiones del día anterior y llego a la salida quince minutos antes, ignorando donde acabaría si hubiese seguido al Tom tom.
Saludo a conocidos y a alguno de los Hermanos Pies Negros que participaban y me voy atrás, mentalizándome de que estaré muchas horas en solitario y esperando a que los de la larga me fueran cogiendo.
Salida cuesta arriba y tras bajar por unos escalones, vamos por una zona "peligrosa" de acantilados, dejando a las claras los que íbamos a andar desde el principio, me acuerdo del Garmin sin correa (se rompió con el accidente) y cojo ritmo de crucero, el mar a mi izquierda y el sol me acompañan, el día es espectacular para correr, que pena. Llevo una botella de agua en la parte delantera de la mochila y los bastones poco mas iba a necesitar, el avituallamiento y lugar de salida de la otra prueba está en San José, kilómetro 12, calculo algo mas de dos horas.
Después de unos kms de llaneo empezamos la primera de las tres subidas por un terreno bastante favorable , a la hora miro el garmin y me doy cuenta que lo llevo en modo bici, por lo que tengo que empezar de nuevo, aunque una de las funciones lo sumará al total. Llevo buen ritmo o eso creo, por detrás un grupo de cinco, al fondo veo a otro par de compañeros, las vistas del mar me sacan la sonrisa y los bastones hacen su trabajo. No es una subida al uso, pero las lluvias la han destrozado y hay un tramo bastante malo, además bajan muchas bicicletas que hacen que tenga que variar mi recorrido varias veces para dejarles el terreno bueno a ellas. Cuando estoy llegando al último km de subida me pasan los dos primeros, super simpáticos, luego veo la clasificación y veo que son alicantinos, pero no se iban a entretener saludando, yo sigo a lo mío y a los diez minutos llega el tercero que me pide agua, le doy lo que llevo y sigue su camino. Aprovecho la bajada para miccionar y correr un rato, hasta el tramo final anterior a la población que está hecho polvo y bajo con precaución, llegando al avituallamiento en una hora cincuenta, km 11 según el cartel y a 12 del siguiente punto. Solo hay líquido y geles en el avi, menos mal que está mi mujer y lleva plátanos en el coche, siendo lo único que como, además no había desayunado y tendría consecuencias.
Me despido de ella y nos dirigimos al Parque Natural donde hay muchos vehículos por la zona, habiendo un rato que no estaba seguro del recorrido, por lo que aflojo hasta que veo a los de detrás al fondo. El terreno es cómodo, de tierra y con las lluvias sin arena suelta, solo los coches te tienen nervioso, algunos pasan rápido otros no respetan tu paso, en fin, domingueros.

Miro al fondo y me imagino que a ese faro he de subir, por lo que sigo a lo mío, a seis kms por hora aproximadamente y descontando kms. Cuando llevo un rato subiendo, tenía bastante tanto por ciento de desnivel, no era tan tendida como la anterior, noto que falta comida en el cuerpo y todavía me falta una hora para el avi, así que me tomo un gel que había cogido anteriormente. En la subida me cogen los cinco que venían detrás, por lo que vuelvo a ser el último, aunque ya cada vez más, iban llegando de la larga. No hay que subir hasta el faro, primera alegría del día y la bajada es tendida de asfalto, pero estoy aburrido y  saco la radio de la mochila, así aprovecho y escucho el madrid primero y música después, pero casi no se oye y llevo prácticamente ruido, además de perder un rato de haber corrido. Llegada al avituallamiento del Auila del Mar y ahí si que puedo beber y tomar medio sandwich de nocilla, suficiente.
Iniciamos la última subida, por carretera y con conos delimitándola, en este tramo coincido con mis cinco y además varios corredores de la larga que apenas corren en este  subida. Llevo cuatro horas en 23 kms y supuestamente quedan 20, esperando llegar a Cabo de Gata, nueve kms desde el anterior punto en menos de dos horas, haciendo buena mi apuesta de estar en cuatro horas desde San José, como le había dicho a mi mujer que llegaría.
Vamos por la orilla de la playa, con la dificultad que eso conlleva, bajando algo el ritmo por ello. En este tramo llevo delante a mis "cinco" , controlados y de vez en cuando me pasa alguno de la larga que echa unos segundos de charla, animándonos mútuamente. Hay tramos en los que los charcos impiden pasar bien, incluso alguno de ellos está peligroso , pero lo único que hace es retrasarme. En este punto y al cruzar la carretera, los mosquitos se pegan un festín conmigo, pero el ver cabo de Gata al fondo me hace reaccionar e intento correr, pero los gemelos me dicen que llevo siete meses sin correr, que donde voy, por lo que sigo andando y arreglado.
Me sorprende ver a mi mujer, creía que estaba mas lejos el avi, pero no, un nuevo punto ha llegado, km 32 y diez a meta según la organización, todo llano. Paro mas tiempo de lo habitual, en parte por estar con ella que se está pegando una paliza por ir a verme, intentaré que no vuelva a ocurrir.
Dejo los bastones, no los creo necesarios y la mano con el dedo roto me está doliendo, prefiero probar y si puedo correr, hacerlo. Saliendo del avituallamiento vamos hacia el paseo marítimo, donde la gente está comiendo y sabes en ese punto que somos de otra pasta, un fin de semana que podías ser tú el que estuviera allí y estás penando. Por una zona de arena y con la playa a un paso cogemos los últimos kms de la prueba, llevo seis horas y digo a mi mujer que si no pasa nada, en dos horas estoy allí, en la meta, por primera vez se sorprende y yo también, creía que estaría por las diez horas y voy a luchar por bajar de ocho y por qué no, si puedo correr, siete y media. Pero el terreno con la arena, los charcos y mi falta de fondo, se que cuando pare no podré seguir, hace que deje de disfrutar y empiece a sufrir. Decido hacer un vídeo de despedida y poder explicar, lo que escribí , siempre es mejor de palabra, con mis labios y mi cansancio, despedirme de Quixote 68 e iniciar una nueva etapa.

Los que nombro que se ven al fondo son el gran Peinado y su cuñado, que habían salido en la prueba de 30 kms y con el que hablo un rato, este chaval es un crack y de los pocos jóvenes ultrafondistas que conozco, el cual tiene ahora una gran Ultra con el nacimiento de su hijo.

Y al fondo, El Toyo-Retamar, que lejos y que cerca a la vez, para ser una meta que llevo tanto tiempo esperando. Adelanto a varios corredores, pero viendo la clasificación, deben ser de la Ultra algunos, ya que solo uno era de la mía y ya no soy el último.
El paseo de la localidad se me hace eterno, por mi reloj de mano pasaron los 42 hace tiempo, por el garmin igual, pero no debe faltar mucho, veo por fin el hotel que recordaba de la recogida del dorsal frente al pabellón.
Mi  mujer me espera, media hora antes de lo que la dije y me da la bandera de los zumba@s, corro ahora sí para entrar en meta y finalizar mi sexagésimo octava prueba de maratón o más, algo que para un anárquico gordo como yo, es mucho, mas de lo que un día pude soñar.
La duodécima maratón de montaña o similar, la trigésimo segunda maratón ha terminado y cuando me ponen mi medalla y me voy a ir, me pongo a llorar, pero no de alegría, un llanto con congoja, inexplicable, durante varios minutos me olvido de todo y a la vez, me viene todo a la cabeza, a mi mala cabeza. Me ducho con agua caliente, un lujo que hay que saber apreciar y voy a la comida, pero como siempre, no me entra y poco puedo comer, acabando la jornada y saliendo para Elche y poder decir una vez más:

NO DIGAS QUE NO PUEDES HACERLO, DI QUE NO LO QUIERES INTENTAR.

martes, 9 de abril de 2019

X RUTA DE LAS FORTALEZAS, CARTAGO EXPIRATUS


O de como transformarse un corredor, en senderista.
Décimo año corriendo y décima temporada con alguna Ultra en mi palmarés, para alguien tan inestable como yo, demasiado, para alguien que llevaba treinta hace dos años, pocas, pero es lo que hay y me adapto a las circunstancias.
Como prácticamente escribo para mí, haré la crónica y omitiré el resto del fin de semana y las semanas previas que ya han quedado descritas en las Redes Sociales debida y sobradamente.

X RUTA DE LAS FORTALEZAS, CARTAGO EXPIRATUS

Salgo atrás como buen macedonio, aunque poco a poco, me van rodeando y dejo de estarlo, a partir de ahí, a correr hasta que pueda, normalmente hasta el tapón de la subida al castillo de los moros, es tan raro lo mío, que corro sin problema estos primeros kilómetros, sin haberlo hecho  desde el medio maratón de Elche, si es que se le puede llamar correr a lo que hice, me encuentro bien, saludando por doquier a los que voy adelantando, me siento como los susurradores en walking dead, rodeado de zombies y yo camuflado como si fuera uno de ellos. En la bajada, aprovecho el terreno para correr, aunque las zapatillas de asfalto elegidas para la ocasión, dudan, no así mi calidad, en algo se tiene que notar que soy/era montañero. Algunas caídas como todos los años en esta zona, somos mas de tres mil y algunos no piensan que faltan cincuenta kilómetros, adelantando por fuera, para parar al momento, esas cosas que nunca entenderé, como los muchos geles y mierda que te encuentras desde el inicio, a veces pienso que si sancionaran un año a alguna prueba, esto se solucionaría.
Dirección al Hospital me encuentro con Don Javier Martínez e Ildefonso, abrazando a ambos, mas importante poder hacerlo, que la posible foto. A partir de ahí troto de nuevo, recordando parte de la Vistalegre Trail, donde los carteles de no salirse del camino, son como mis quejas, absurdos, la peña tiene prisa, repito, para parar al segundo. Vuelvo a trotar y unos pies me llaman la atención (soy muy educado y no diré la verdad) , son los de mi amiga Alo y sus huaraches, acompañada de su hermana a la que animo,¡decirme a mí que no iban a acabar!, hablando un poco con ellas y recordando Ronda, donde nos conocimos hace ya ocho años. Sigo a mi ritmo, sorprendéntemente  bien, hasta que inicio la subida a la batería de la Sierra Gorda, primera dificultad del recorrido y vieja conocida. El primer tramo, perfecto, puedo adelantar, sin hacer uso todavía de los bastones, pero en el momento que nos cruzamos con los que bajan, la cosa cambia y se hace peligrosa, todos queremos adelantar, los que bajan y los que subimos, aquí coincido con algunos que adelantan y les vuelvo a adelantar, no se el sentido de lo que hacían, adelantando con peligro para el resto, somos muchos y la paciencia poca.
Llegada a la cima en hora y media, como el año pasado y teniendo en cuanta que no hay tapón, media hora ganada al año pasado. Ahora soy yo el que baja y me coloco detrás en la fila, ocurriendo lo mismo que al subir, l@s impacientes casi provocan choques, cuando al km se puede correr bien. Llego al final de la bajada y me cruzo con los escobas que empiezan a subir, muy bien por ahora. Precioso tramo por senda hasta Los Mateos, donde la impericia de algunos hacen un pequeño tapón, nada preocupante, no todo el mundo corre igual y esto es para disfrutar, que aunque luego se nos llena la boca en redes Sociales, a algunos les falta el cuchillo para atravesarte.
Llegamos al segundo avi y primero con sólido donde aprovecho para apretarme las zapatillas y ajustarme las polainas, vaya invento, también saco los bastones para lo que viene, En este tramo y hasta el final, me cruzo con mis paisanos ciudadrealeños, ellos si saben lo que es divertirse, todo el rato con una energía brutal, un lujo para esta carrera.
El calvario es el siguiente punto, ora pronovis y como se que voy a sufrir, me lo tomo con calma, controlando las pulsaciones, bueno, las sensaciones, cruzando la marcha con los que ya bajan y pensando en la pena por no haber corrido las primeras ediciones, cuando era un corredor de los de por debajo de cinco, quien sabe donde estaría...pero los escalones y la penitencia me hacen volver a la realidad, cometo el error de mirar hacia arriba, pero pronto me centro en lo mio, voy abstraído con la música y solo saludar a los soldados me saca de la rutina, sigo bien y sorprendido, será hoy el día?.
Sello en lo alto y saco la cámara para inmortalizar las vistas de la trimilenaria, yendo enseguida hacia la puerta e iniciar la bajada, lo hago corriendo, pero por primera vez paro a miccionar, primera y última, lo cual tendría consecuencias. Ya en la bajada de nuevo, coincido con los que ya había pasado y con algunos con los que compartí decenas de kms, aunque solo cruzamos eventuales palabras de ánimo.
Vamos camino del avituallamiento previo a San Julián, donde lo dejé el año pasado, llevo tres horas para 20 kilómetros (mi Garmin), bastante bien y dentro de lo previsto, quizá un poco mas lento, pero cuando llevamos la mitad del ascenso  cogemos la carretera, veo que marca el 20 (oficial), viniéndome abajo y yendo unos kms. refunfuñando y no sabiendo que ha pasado para tardar tanto, pero eso hace que me pueda hacer una foto con mis Simplemente Runners, Paco y su pareja  y Moi,Cristina tenía prisa y no sale, jajaja. Por suerte, al cruzarme con los que bajan, me anima y es que veo a algunos de los que siempre veo corriendo y están cerca , animándonos mútuamente. Llegada a San Julián y de nuevo a correr, siendo yo ahora el que corre y otros los que miran, pero mi cabeza no va, me he venido abajo al ver el km y tardo en reaccionar. Bajada técnica y aunque bajo rápido, apenas corro, teniendo mis peores kms mentalmente. Aunque todo  cambia al llegar a Cala Cortina y ver que pone km 25 , eso ya me cuadra más y solo llevo un km de diferencia con mi reloj, marcando 26600 y no dos y medio como antes. Como hace dos años, desaprovecho la ciudad y no corro apenas, sin estar cansado prefiero regular para lo que queda, ya no voy a reventar el crono y me da igual, por primera vez, pienso en acabar y ya está.
Una llamada de mi familia que me dice que está en el 30 me anima y aunque sea por no hacerlos esperar, acelero, coincidiendo con el maestro javier carnero en la primera parte de la ciudad.
Camino del parque Torres llevo buenas piernas, ya he hecho el cálculo y cuando eso pasa, el reloj suizo se pone en marcha y ya no cambio. En lo alto Demy y Juande animan a los corredores, son de estos momentos que te llegan a la patata, que grandes mis amigos.
Bajando los escalones, mi mujer ,mi hija y mi cuñado están allí, les pregunto por el avituallamiento y me dicen que está cerca, por lo que les emplazo allí. Llego a la Plaza de San Francisco, donde me alojé la noche anterior y cené y como el interior de un sandwich, ni el donut comí, cuando no me entra, no me entra.

Aprovecho para echarme crema en los pies y me quito las polainas, poca falta harían ya, además de tomarme una cerveza estrella de Galicia, que mira por donde, me sentó genial. Salgo después de algo menos de seis horas, por lo que calculo que en cuatro más estaré en meta si no pasa nada.
Por qué no corrí este tramo? No lo sé, todavía hoy le doy vueltas mientras escribo, ocho kilómetros desaprovechados sin estar cansado, me limitaba a pasar kms y ya está, pero pude disfrutar de la maravillosa Cartagena, la Base, de Navantia y de lugares que los mortales nunca verán al estar cerrados al público. El tiempo empieza a cambiar, las nubes acechan a los lentos, es nuestro sino.
Fajardo y Galeras son los siguientes puntos de subida, ahora voy adelantando constantemente, subiendo me pasa poca gente, siendo el recorrido muy corto aunque pesado, esos zig zag son tremendos si vas mal, pero al ser tan tendidos no los sufro en exceso, pero si echo de menos llevar compañía, seguro que alguna hora habría caído en meta, pero es lo que hay y sigo queriendo ir solo.
Al llegar a mitad de subida , el km 40 marca el recorrido, aunque a estas alturas, me da igual, me preocupa el temporal que está llegando y que me coge de lleno en la parte alta, donde tengo que sacar mi chubasquero de los chinos que tengo desde hace tiempos inmemoriales y mira por donde, hoy voy a usar. Corro en la bajada, aunque es dificultoso por el aire, viendo en una de sus curvas , lo más absurdo de la prueba, la gente recortando, tanto de subida como de bajada  por ahorrar unos metros, siendo incluso un terreno peor, cosas veredes. Saliendo de Fajardo me vuelvo a encontrar a los pesaos de Nieves y Román, por todos los lados estaban, que grandes estos mudos, juntos con el resto del equipo, Capitán Terroncito y Antonio J. Alcaraz entre otros. Me animan , pero como he dicho, ya no corro y como se lo que viene, aprovecho el avituallamiento y cojo unas chuches, el primer sólido desde el exiguo jamón york del sandwich, no entran mal he de reconocer, pero echo en falta la coca cola, he tomado isotónica en varios puntos y no es lo mismo.Después de subir la Urbanización, llega la tierra de nuevo, en este punto si sufro, lo reconozco, las fuerzas andan escasas en las pequeñas subidas, empinadas y peligrosas para los cuádriceps, auque vamos todos igual, dándonos paso continuamente , la bajada final la hago bien, repito, es mi terreno y se nota, yendo dirección a la temible Atalaya, pero veo que no voy por donde siempre, será posible que haya terminado de sufrir?, no, el avituallamiento me dice que algo no cuadra en mi cabeza, aunque ver el km 50 (oficial y garmin) si que me descuadra del todo. Miro el reloj y llevo ocho horas cincuenta y cuando levanto la vista, veo una infinidad de corredores cresteando y mas arriba, en la Fortaleza, mas gente, no lloro por vergüenza. Cojo los palos y el orgullo y veo que no es tan dura como por el otro lado, pero son casi nueve horas y se nota mi entrenamiento, he pasado un nuevo umbral este año, he pasado de 50, con todo, con mi fascitis, mi hernia, mi bacteria y mi piramidal, aquí estoy de nuevo, sonrío a mi yo interior y le digo, ya lo tienes. Apenas paro en el segundo tramo de la subida, es como si mi cuerpo recordara tiempos pretéritos y quisiera animarme, lo consigue, no necesitando la mano del soldado para llegar a la pista de cemento, terrible, durísima, primera vez que la subo, en el 2107 bajé por donde subí ahora, poco a poco los bastones hacen su trabajo y dejo atrás a los compañeros de aventuras y suplicios. Cuando llego al final y doy la vuelta al castillo, tengo que coger la gorra en la mano, como en fajardo y sujetarla para que no se fuera, es mi gorra mágica, la de las grandes gestas (manifas, luchas y Ultras). La bajada, que decir, duele el alma cuando las piernas golpean el duro cemento, aprovecho y saco la cámara y por primera vez voy con alguien, durante unos kms hablamos , nos falta nada, según él, uno, según yo, algo más. Miro el reloj y creo que si no falla el garmin, voy a intentar bajar de diez horas, por nada en concreto, quizá solo por orgullo, llegando de nuevo al km 50, cuarenta minutos después y cruzando mi alegría con los que todavía tienen que subir, aunque alguno, gira en dirección al Cuartel y evita el suplicio final; en estos momentos vuelvo al 2017 y a Víctor, al que "ayudé" a conseguir esa Ruta, en esta edición ha hecho 6: 40, si se puede.
No acaba y empieza a llover, 9,40, un último avi, superanimado por una peña motera y trago de cerveza  , 9:50, joder que no lo logro, entro en el cuartel, corro,ando, llueve, ahora no, debes luchar por todos los que hoy están pendientes de tí, para lo bueno y para lo malo. Giro por fin a contrameta, no puedo leer mi reloj, pero los aplausos me hacen correr hasta enfilar la entrada a meta, donde el gran speaker Gaspar Zamora me nombra y oigo "flojo" por última vez en la voz de JuJo. Saco mi pasaporte y un último sello, ahora sí, recojo mi medalla y me voy, sin escuchar a mi mujer que me llama, en el momento que paro, me rompo, me viene todo el mareo, todo el sufrimiento, todo lo que no entreno, estoy destrozado, no en la parte física, es el cuerpo que sabe que ha hecho más de lo que puede y me dice, se acabó.
Recojo una cerveza, aunque lo reconozco, busqué algo de azúcar que no había, no saludo a nadie, me voy a por la mochila y enseguida al bus, donde no vomito de milagro. Ese rato en el bus, lo pasé peor que en toda la carrera, bajando en el puerto hacia mi coche, aunque ante  de llegar vomito, como al llegar a casa y ducharme, sin poder cenar, aunque bueno, eso si es positivo, tengo reservas de sobra.
Y así, finaliza mi última Ultra, con sus 55 kms y 3600 ,metros de desnivel, la última, pero claro, quien sabe si por una vez, me la preparo y el año que viene voy a por ella, te lo crees?.

CONCLUSIONES
No es una prueba diez como muchos venden o cuentan, excepto en voluntariado, perfecto, o yo no le saco esa  nota, seguro que es por culpa mía. Está muy bien, pero no es la perfección.
A pesar de la cercanía, es una prueba para hacer con amigos que corran, que la familia esté allí esperando tantas horas, es un suplicio para ellos y me plantearé que vuelva a ocurrir, uno debe estar centrado en la carrera, excepto si se puede ir a varios puntos.
Y tercera y principal, no se donde se me fue el tiempo, corrí mas que hace dos años y sin embargo, tardé más, aunque haya algún km extra. No estuve cansado en ningún momento, excepto en la zona anterior a La Atalaya, por lo que si no corrí fue porque no quise o sencillamente porque me he vuelto cómodo con el senderismo y mis dolores y no quiero sufrir, el piramidal influyó y mucho, cuando alargaba la pisada andando notaba el pinchazo, leve y no quiero romperme, aunque a veces peco de demasiado prudente.
La ropa, una vez mas perfecta elección, incluso de zapatillas y eso que no son para largas distancias, el echarme voltaren en el 30, ayudó casi seguro.
Próxima parada, transilicitana, que después de lo visto, me conformará con acabar y quizá cambie el planteamiento inicial de correr.


OTRO FINAL
Lo estoy consiguiendo, el reloj no marca el 10, corro como un poseso hacia la línea de meta, escuchando los ánimos de los espectadores que se han dado cuenta del reloj y me animan, entrando por fin y consiguiendo un nuevo reto, mi Ultra número 35 , me ponen la medalla y lloro de emoción, lo he conseguido, soy finisher de la Ruta de las Fortalezas 2019.

PD.- Hoy no puedo nombrar a nadie más, creo que saludé a mas de 500 corredores, por lo que prefiero dejarlo así. Mi compañero Fernando Patas Largas, Alejandro, Juanfra,Ana, Amador, Miguel, Jorosa, Pedro, Los Tractores, Kampamento Base, Runtriton, Maratón cartagena, Cartagena Trail (Urbano), Cex (Vicente), Alberto, Antonio, Isika, Alo, Mudos Trail y todos los que me iré acordando según lea vuestras crónicas.

lunes, 25 de marzo de 2019

XLVII MEDIA MARATÓN DE ELCHE, IRA DEI.





Y una vez más, a dos días de una prueba, tengo dorsal, el que no corre es porque no quiere. Una pena, porque esta prueba tenía otro nombre y no pudo ser, gracias Fini.

Cuando uno pasa de correr diez o doce medias en un año a una, es porque ha cambiado sus prioridades, yo lo hice hace tiempo y en los últimos tres años, he hecho tres medias, la de Santoña y dos veces Elche, menos que maratones o Ultras por ejemplo .

Año 2009, en la feria del corredor  no saludé a nadie, en la salida ,dos personas. La previa la paso haciendo tiempo en renfe viendo a Fernando Alonso en una de sus carreras.

Año 2019, tengo que dejar de hablar con la gente para poder llevar la bolsa, voy al guardarropa y desisto, hay demasiada gente, al final le toca a mi mujer y mi hija llevarla, no siendo fácil ya que no tenían mi número de dorsal. Cientos de fotos, cientos de abrazos, saludos y deseos de suerte, amigos que vienen a animar, familiares, curiosos, lesionados, la fiesta del running, del posturéo, la más antigua, la primera, la Media Maratón de Elche. Estamos muchos zumba@s hoy, aunque en la foto faltan la mitad, hacía tiempo que no coincidíamos tantos.

2009.-No puedo, no se colocarme, me impresionan las ropas de clubes, pienso que son mejores, que son los buenos, estoy intimidado, zapatillas de colores, yo de estreno con ropa de Puma.

Salgo atrás, como siempre desde hace tiempo, soy Macedonio y me hago fotos con todo el que quiere, no se, no debo, no quiero decir que no. Hablo con Alberto y le pregunto por José Vicente, me dice que estará mas adelante. Me pongo la música, Mägo de Oz y Ira Dei es el disco elegido, aunque antes AC DC resuena en los altavoces...dos minutos después de dar la salida, le doy al reloj, empieza mi carrera.

2009. Sigo los consejos que me dieron y salgo a 5,45, a los diez kilómetros he recuperado lo perdido en la salida. Enciendo mi casio de diez euros.

No miro el Garmin 310 XT, los primeros kms los paso saludando a un lado y a otro de Blasco Ibáñez, atento de no tropezar, la gente va a su bola y se cruza para saludar, estoy a punto de caer por culpa de un chico que lleva un globo, creo que de dos horas y a su vez, choco con Migue Miguel y su silla, dos kilómetros y casi acaba todo. Renfe, mi familia está allí, mis amigos, el todo Elche, a pesar de la música escucho, Fausto, saludo a derecha, fausto, saludo a la izquierda, sonrisas, felicidad, veo el globo de Erica y pienso en ir a él, con calma, no tengo prisa. Ciudad deportiva, primeros corredores andando, van peor que yo y es difícil, ahí me encuentro con Crisan y Daniel de espectador y Salva que me acompañará unos kms. Ángela y Paco están en el 5, mas saludos, se me pasa rápido hablando con Salva, coincido con mis compañeras de la Trans , María Jesús y AMPA y vamos un rato al mismo ritmo, hasta que veo a mi amigo Fran en el suelo, me paro a preguntar y me tranquiliza. Candalix, centro, Senén animando, primer paso por meta  y primera vez que Mike me nombra.
Se va Salva y me pongo el auricular de nuevo, " Tu funeral", esa canción dedicada al maltrato suena y yo me veo en ese ataúd, pero continuo.

https://www.youtube.com/watch?v=7EmAVh07Eds

Ramón y su marcha nórdica junto a mi grupo de seguidores y Quique al que puedo saludar, empiezo el camino de La Galia, es subida y la noto, vamos pocos corredores, iba a decir que el grueso del pelotón iba por delante, pero claro, el grueso del pelotón, ahora soy yo. Puente del bimilenario, se me hace eterno, pero quiero llegar al avituallamiento del 10, aprovecho para beber agua con tranquilidad ,recibir la puya de Rubén Pedreño  y apretarme las cintas de la rodilla.
A estas alturas, noto como en Sevilla, un dolor en el pie, parte delantera interior, me hace ampolla por la finura de la tela, a pesar de la crema que me eché, la pierna ya no la estiro hace rato por el piramidal y pienso que se me va a hacer muy largo. Por suerte el recorrido hacia abajo por a Avenida de Novelda, ayuda, Alfredo también. Llego a la Avenida de La Libertad y se me hace eterna, viendo en el lado contrario el globo , debería haber acelerado para cogerlo.
Cuando cambio de dirección , veo la ambulancia del final, cerca, no pensaba que estaba tan cerca, por primera vez dudo de acabar, incluso hago un amago de dejarlo, por suerte Jose Coves me convence y sigo, paso por mi casa y miro a la ventana, que cerca estoy de dejar de sufrir, nadie me obliga a seguir, pero bastantes abandonos tuve el año pasado.

Año 2009 Km 14, llevo una hora diez, cinco clavado, empieza a llover y yo empiezo  a acelerar, voy a 4,30/4,40 y los kilómetros pasan muy deprisa.

Veo a los corredores por el 20, como yo vi en su día por candalix en su anterior recorrido, me saludan Mari Ángeles, Cristina y y y y y , en el otro lado, los recientes finisher del Valle, los que vull yo aci o no me acuerdo, que me animan. Antonio Machado, nuevo avituallamiento y empieza lo duro, en el 2015 se me quedó Rai en ese punto cuando acompañaba a Fini , ahora busco alguien que me ayude a mí, por suerte este año ha habido mucha animación, aunque cuando llegaba yo, solo quedaban los más animosos, los niños, a los que siempre hay que chocar las manos, para ellos somos héroes, de carne y hueso y sin capa, pero no cuesta nada hacer felices a los demás.
Concepción Arenal, y Pedro Juan Perpinya hasta la rotonda del Hospital, que largo se pueden hacer estos dos kilómetros, no más, ahí voy alternando con un Mito y varios corredores más. Nuevos saludos, esta vez Paqui y avituallamiento "extra", pero que no tenía nada cuando llegué, saludo a Manoli y me dice que enseguida está el avi, la sonrío y continúo hacia el Milenio, allí está Polsa y su mujer, ha hecho más kms que nosotros.

Año 2019.- km 18, voy camino de la meta a un  ritmo que como era mi primera vez, ahí estaba, guardé y llegué a la meta en 1,39,  31 minutos para hacer siete kms., los siete últimos.

Nuevo subidón, el Avi de La Marina, club del que formé parte durante un año, con Vicen y David el cartero entre ellos, me paro a saludar, por supuesto. He pasado el 18 y echo cuantas para llegar en 2,28 por mi reloj, 2,30 oficial. Saludo a Inma y hacia abajo por la rotonda de Cantó. Decido quitarme las zapatillas, pero no tengo donde apoyarme y espero que Mar, Teresa, Cesáreo, "Evax" y Antonio estén todavía animando y lo están, paro y me apoyo  para poder quitarme los calcetines y las zapatillas que ya están en el contenedor.
Me libero y empiezo a carburar sin dolor, con una sensación de libertad maravillosa, el cansancio desaparece y paso por el 20, alli está "el de carrús" y se echa las manos a la cabeza. Reina Victoria, hasta los que pasaban miran, no les gustaría ver la carrera, pero ver a un tío descalzo llama la atención, pensarán que la proximidad de la semana santa vuelve locos a estos individuos. 
Ayuntamiento y un grupo haciendo gimnasia al que me uno, levantando los aplausos y dando trabajo a los fotógrafos con Mike Manitas a la cabeza. Veo a los míos y les dejo las zapatillas, mi mujer ya no se extraña, creo que piensa que la cabeza se me fue hace tiempo. Glorieta llena, un acierto cerrarla al tráfico, pero todo el año si por mí fuera y camino de la Plaza de los colgaos, donde saludo a Nuria y Rosalía,mi cara se va ensanchando cada vez más, no de emoción , esta vez no, pero diez años después, vuelvo a cruzar la meta en el Paseo de la Estación, 47 minutos después, pero creéis que a estas alturas me importa? Saludo a Mike y a los pater de esta media, Agulló, Abelardo y Josevi, falta Pedro Lapaz al que no vi, porque a estas alturas, no creo que haya dudas de quienes mueven esta carrera.

Saludos, abrazos y a por la medalla y la bolsa, saludo a los que faltan y paso un rato malo por las piedras antes del avituallamiento, así admiro mas a mis queridos pies negros.
Ducha en el gimnasio y cervecita en la glorieta, donde vomito la media manzana que me he comido y estoy mareado un rato, supongo que deshidratado, hasta que la chispa de la vida (Nacho dixit) hace su función y puedo terminar, ya sí,la cuadragésimo tercera  media maratón de asfalto, octava de elche.

Año 2009, llueve y tardo poco en pasar por la zona de avituallamiento, marchando para casa y siendo finisher de mi primera carrera.

Muy buena organización, voluntarios y sobre todo, las ganas de los que nombré antes, junto con Bienve, Manoli, José Manuel y alguno mas que faltará. Gran animación en las calles y se agradece, con puntos como la Avda. de Alicante, Carrús y Zona Simago, muy animados, otros como Reina Victoria, muy solitarios, puntos a mejorar.

EL PUYAZO 
La feria, no es de recibo una feria del corredor tan floja, para eso es mejor un centro Comercial y que den los dorsales allí, ni una tienda de ropa deportiva. Alguien debe mirar eso, es una pena. No digo que tenga que ser como la Santa Pola de los buenos tiempos, pero algo mejor se podría hacer. Con la cantidad de tiendas deportivas que hay en Elche y de suplementación, mas tropecientos fisios, entrenadores y todo lo que mueve el running.
Perdonar a los que no os nombro, fuisteis tantos, que sería imposible.
Y se acabó el asfalto, sigo con mis objetivos que son los que me dan de comer, primera parada Fortalezas el 6 de abril , Transilicitana el 4 de Mayo, La Perimetral de Javalambre el 8 de junio y Maratón de Canfranc el 14 de septiembre, creo que para ser Fausto, no se lo cree nadie.

Y para terminar, te traeré el horizonte

https://www.youtube.com/watch?v=hamFOjhQybg&index=8&list=OLAK5uy_mZWETeeLNtmf1eBAeHcNN2hxoo6B2vbhc&t=0s


domingo, 24 de febrero de 2019

INTEGRAL DE CREVILLENT .- 65ª MARATONES O MÁS


Sin apenas descanso del Maratón de Sevilla, tenía esta prueba, el sábado 23 de febrero.
Al estar andando para la Transilicitana, pensaba que esta prueba que ya había hecho en el 2012, sería una piedra de toque para ver el estado de forma y como suele pasar, me ha puesto en mi sitio.
Con buena parte del grupo de los entrenamientos, nos dirigimos a la poblasíon de Crevillent, cercana a la vesina Murcia...palabras que el gran Tomás grabó en sus vídeos y que me sirven para dar comienzo a esta prueba senderista de 50 kms y entre 4220 y 4500 de desnivel.

INTEGRAL DE CREVILLENT, VOLTA AL POBLE

Al ser una marcha senderista,  recordando la edición de 2012 en la que me tocó esperar en todos los avituallamientos, prefiero ir en la mitad o mas atrás, para evitar los parones, pero este año ha sido diferente y la elección no ha sido del todo buena.
La primera parte es en ascensión constante, pero por buen terreno , lo que hace que vayamos deprisa, llegando al primer avituallamiento, el de la mistela y el pan de higo, a las ocho de la mañana, apenas un rato después de amanecer, la carrera empezó a las seis de la mañana, esta primera parte la hago con Alfredo casi hasta el final, alternando con otros amigos con los que voy charlando y explicando la zona por la que vamos y que he recorrido en multitud de ocasiones, btt incluida.
Pero algo no cuadra y cuando llegamos al avituallamiento (km 10), unos minutos después, paro a regar el campo y sin haber llegado los últimos apenas, salen, quedándonos en la parte de atrás y sufriendo un tapón considerable en una bajada sencilla, pero que algunas personas de las que venían, no tenían esa destreza para bajar y los de delante, se fueron demasiado. Así en casi todas las bajadas, no se baja igual andando que corriendo, pero tampoco estoy para meter presión.
Salimos de la zona hacia el segundo avituallamiento (km 20) y charlando vamos recorriendo parte del T.M. , aunque con demasiado asfalto para mi gusto, zona que aprovechan muchos para correr, cosa que no entiendo, era una marcha senderista y tenían prisa. Aquí varios de los compañeros con los que coincido , comentan que el año anterior no había tanto asfalto, algo de los permisos se ve que tuvo que ver, por otro lado sirve para ir más rápidos y ver que algo tenía que pasar, si eran 13 horas para 50 kms, llevábamos 20 ks en poco más de cuatro horas. Tras una infernal subida y una bajada para volar, llegamos al segundo avituallamiento, este un poco mas largo, donde me como una barrita mía y unos frutos secos, poca comida para lo que venía después.
Tras una larga parada, salimos por un barranco que nos deja taponados durante más de 45 minutos, algo absurdo, habiendo recorrido de sobra para ir, además de utilizar una zona que debería estar más protegida, ignoro tema permisos, pero ese tramo fue un fallo grande de la organización, siempre desde el respeto y teniendo en cuenta a los participantes, esta no es una prueba de la Federación de montaña y la vi bastante peligrosa para muchos.

Tanto tiempo semi-parados, sumados a la parada, hace que mi cuerpo entre en estado de "donde vas" y cuando empezamos a subir y veo que vamos en dirección a La Vella, por el Pí del Alivi, se que va a haber una escabechina, Fausto incluido. Subida tremenda, además de los 23 o 24 kms que llevaba en las patas, pero si algo conozco de Crevillent, es esta subida y se que sobre todo una zona, anterior al Pí, es lo peor, pero al ir tanta gente, puedo parar de vez en cuando y coger aire. Las caras no son las mismas de cuando salimos, incluso los calambres hacen aparición en muchos senderistas. Muchos paran en el Pino, a su sombra, haciendo honor a su nombre, del alivio (yo también utilizo otra acepción mas escatológica), yo bebo un poco de agua y prefiero seguir, aunque quizá debería haber comido algo, llevaba barritas para reventar, pero siempre me pasa igual, no espabilo.
Poco a poco en dirección al Puntal de Matamoros, no se si de Kiko o Coto y cada vez se quedaba la gente más atrás, por lo que me lo tomo con calma. Ya en lo alto y en vez de subir dirección a La Vella bajamos en dirección al merendero de San Cayetano. Una bajada larga, habíamos llegado a más de 800  metros y con todo el sol dando de lo lindo, 26 grados en febrero, me deja sin agua de las dos botellas que llevaba en la parte delantera, pero como profesional de esto, llevaba una de emergencia dentro de la mochila y regulo hasta el km 28 o 30 que se encontraba un punto de agua y membrillo, que me da la fuerza para continuar. Aquí hago un inciso y viendo como se desarrolló la prueba y el calor, lo deberían haber puesto en la salida de La Vella, cualquier día pasará algo en una prueba. Además según hablé con algunos compañeros después, se quedaron sin agua.
Zona muy bonita a continuación, para correr y volar, pero aguanto una vez más y aunque a mi alrededor corren, lo evito, esta parte la corrí en ascenso cuando corría, llegando hasta La Vella desde el merendero, buena zona para entrenar, sacando mucho desnivel en poco terreno.
En el merendero y cuando esperaba la comida, me dicen que no, que apenas han parado y han seguido hacia la zona de La Palaya, eso me pasa por no leer el Reglamento pero si puedo pegar un trago de cerveza del amigo Sori y Laura que estaban por la zona y refrescarme en la fuente.
Buena zona para andar ahora y donde coincido con "mis chicas", llevando un buen ritmo hasta un cruce, donde marcas en dos lados nos hace dudar; recuerdo en ese instante la palabras oídas con anterioridad, donde me hablaban de una rambla, por lo que opto, con acierto, por seguir esta rambla, donde no vemos ningún otro participante, se ve que los primeros tenían prisa.
Llegamos por fin al avituallamiento de la comida, de la tuya, la organización ponía la bebida y frutos secos, además de fruta.

Con un refresco de cola primero y una cerveza después, me como mi sandwich y unas patatas de colores, lo juro, eran de colores. Aprovecho para cambiarme de calcetines y echarme crema, son las tres de la tarde y si ya nosotros paramos mas de media hora, los que han llegado antes, deben llevar mas de una hora allí.
Cuando salimos esta vez si que me coloco delante, quedan 14 kms y es el momento , entre otras cosas para llegar antes, pero entonces llega la madre de todas las subidas, menos mal que la compañía es amena y me lamo las heridas en grupo, tremenda, con el sol dando duro, de las que te ríes cuando entrenas, pero no después de diez horas. El Campanar, las veces que habré entrenado por allí y lo que habré corrido en esa bajada, pero que mal se hace andando, siendo retenido por compañeros menos avezados, pero con todo el derecho a bajar con precaución y escurriéndome al no correr, pero seguí con mi cabezonería de no hacerlo. Como todo, tiene su fin y cuando escucho que ya no hay mas subidas, me río, recuerdo la carrera de La Vella y el regalito, que como era de esperar, estaba allí, aunque mis acompañantes no se lo creyeran. Un trago de agua antes de subir y a media subida, zas, el abductor me pega un viaje, parando a estirar esta parte tan dolorosa. Otra pequeña subida y de nuevo una bajada de las de correr, pero que tomamos con precaución, bajada técnica como dice mi amiga Virtu, un falso llano que diría yo.
Y ya por fin, bajada en dirección als pontets y la rambla hasta Crevillent, no paro y aumento el ritmo, notaba el cansancio en las subidas, pero bajando y en llano me encuentro bastante bien, pudiendo correr para saltar algún charco y probando la sensación, curiosamente, podía hacerlo y hoy estoy sin agujetas ni cansancio, se ve que el senderismo es lo mío.
Me llama mi mujer y le digo que estoy llegando, entrando en el lugar donde nos entregan los diplomas de finisher y la camiseta, así como el ágape, que en mi edición de 2012 tuve que esperar hasta que llegara la gente, pero las normas han cambiado y algunos llegaron una hora antes, pero eso no es senderismo, eso es correr.
Por cierto, no se si hubo coca o no, cuando yo llegué y quedaba bastante gente por hacerlo, solo había bebida y algún plato de patatas de colores.

Muy contento de la experiencia y de ver como el grupo con el que salgo los miércoles, sacaron muy buena nota, con debutantes doctorados en la distancia y perdiendo el miedo a las pruebas largas.
Muy buena organización, pero en mi opinión, con esos dos fallos, el barranco del 20 y el no poner avituallamiento antes con el día que caía.
Prueba muy recomendable, pero sabiendo donde vamos, creo que algunos participantes, no lo sabían.
Y así llego a mi sexagésimo quinta prueba de maratón o más en diez años, creo que no está mal.

lunes, 18 de febrero de 2019

SEVILLA MARATÓN, SEVILLA TIENE UN COLOR ESPECIAL


https://www.youtube.com/watch?v=0sMwccntm-0

Cuando te apuntas un año antes a una prueba, esperas poder tener tiempo para prepararla, cuando pasado ese año ves que no solo no has mejorado, si no que además, tu forma es alarmante, piensas que es mejor dejarlo y pasar un fin de semana con tu mujer y olvidarte de correr. Cuando conoces un nuevo grupo de personas que ven las carreras de otra forma y con otro tipo de actividad (senderismo), vuelves a coger confianza, entiendes por qué por primera vez en mucho tiempo, lloré. Esta es la historia de una maratón, de como el corazón y sobre todo la testiculina, a veces, gana la batalla, porque cuando leemos frases de motivación nos parecen muy lejanas,aunque quien sabe si la mía, al final, funciona. NO DIGAS QUE NO PUEDES HACERLO, DI QUE NO LO QUIERES INTENTAR.
Ocho meses sin acabar una carrera (excepto el 5k de Catral y el 10 k de ivaspe) , merecían una vuelta a lo grande, como yo, porque he pasado de ser Quixote68, al Gordo que corría maratones, esta es mi crónica, espero que salga igual , que estaba en mi cabeza en el día de ayer, el día en el que un año después, volví a sentirme corredor, excepto para los pro, para ellos ya sabemos, que esto no tiene  mérito.

PREVIA

Sábado día 9, una salida para preparar la transilicitana y en la que hacemos 35 kilómetros en seis horas, me da el plus que me faltaba y veo que con poco que pueda correr, estaré dentro de esas seis horas, parece fácil, luego te das cuenta de que no, cuando ves que en los últimos tres meses, no he corrido cinco kilómetros seguidos, estoy seguro, que pocos apostaban por mí. El lunes día 11, la fisio intenta reparar mi piramidal, cosa difícil en tan poco tiempo de margen, todo está escrito para que no corra, yo sigo dudando,mi cabeza no ayuda.
Sábado 16, en el autobús, veo que hay algunos mas con dudas de poder terminar, por lo que pienso que entre todos, si hace falta, nos podremos ayudar.Ese día mi compañero Germán, que también dudaba de hacerla, se anima y dice que nos vemos, todo esto sumado, hace que el domingo 17 esté en la línea de salida, no me voy al cajón asignado, me voy al último,   el lugar que me corresponde y de paso, no estorbo.
Gracias a los Simplemente Runners con Salva a la cabeza por la organización de este viaje, estas son las cosas que hacen grandes a los clubs, no los tiempos, ni las marcas, el compañerismo y las risas.
LA CARRERA
Año 2012,  con un buen estado de forma, intento batir mi mejor marca, pero no fue posible, un mal principio lo impidió, entrando en 3:52.
Año 2013, acompañado de mis amigos los zumba@s, corremos esta prueba, con un tiempo de 3:48. Dicen que lo que pueda salir mal, saldrá mal, pues no, a veces los refranes, están para cambiarlos.
Un día ideal para correr en una ciudad tan calurosa, algo de fresco al principio, por lo que me pongo una camiseta de manga larga encima de la de mi club Simplemente Runners, esperaría ver a mi mujer para dársela y si no, la llevaría en la cintura. Llevo las mallas viejas de Fila, las zapatillas skechers y un cinturón de lurbel donde llevo una barrita, los auriculares, música, el móvil y la cámara, así como el buff del club y la gorra de AUGC, no llevo gafas porque las perdí el día anterior en la feria. A eso le sumo la compañía de mi compañero sevillano/murciano Germán que hace de guía turístico y otras diez o doce mil personas para que no corra solo.
Con solo maratonianos, creo que es la carrera con más gente que he participado, quizá en general,Madrid 2013 puede acercarse a esta.
La idea es correr lo que se pueda y así lo hacemos, con las paradas en los avituallamientos,hasta el tercero no lo hago y utilizando los servicios (alguno debe hacérselo mirar, es imposible que echen lo que se ve ahí dentro), el resto del tiempo vamos cómodos, sin sufrir, hablando y disfrutando de la ciudad. La percepción es que corrí hasta el km 23 mas o menos sin apenas paradas, a un ritmo entre 6,15/7, la realidad es que bebía andando y paré dos veces al servicio y una en el estadio Sánchez Pizjuan para el postureo, la idea era pasar cómodo la media pensando que no iba a poder seguir corriendo por el problema en el piramidal primero y lo más lógico, sin haber corrido en los últimos meses. Y así, entre grabaciones de la cámara, conversaciones y risas, pasé la carrera hasta que las fuerzas empiezan a acabar.
Año 2013, acompañado de Ángel Parra, pasamos por el campo del Sevilla, apenas sin darnos cuenta, esta vez me paro y hago un vídeo.
 Por suerte, andando puedo recuperar y alterno con el correr, hasta que mis cuentas salen y se que voy a acabar, ahí sale mi lado finisher y no me complico la vida, hago un anda corre, alternando con otros cientos de corredores que van como nosotros, con la diferencia de que yo lo hago con una sonrisa estúpida en mi cara, la cara de alguien que dudaba de pasar esa línea de meta, hasta el día anterior.
En varias ocasiones le digo a Germán que se vaya, como no lo hace, me obligo a correr más de lo que quisiera, cuando lo hacemos, no vamos mal del todo, apenas estoy en 136 pulsaciones, aunque en varias ocasiones me falta el aire y prefiero combinar. La Plaza España espectacular, con una cantante prodigiosa y esos turistas, muchos de ellos, corredores que ya han acabado y que te hacen pensar que en otra época anterior, eras tú el que estaba allí, pero quizá, muchos de ellos, no sabremos donde estarán dentro de seis años. Grabo y grabo esta preciosa ciudad, llena de gente...borde, es increíble el nivel de ciertos camareros, debe sobrar el trabajo, pero hablamos de carreras.
Hablando con algunos amigos de otras localidades andaluzas, dicen que el sevillano es un poco sobrao, supongo que como en todas las latitudes, hay piques.
Parque de María Luisa, donde ya empezamos a esquivar y no corres igual, la zona centro preciosa para correr, pero difícil cuando pasamos nosotros, supongo que los demás al ir más rápido habrán tenido mas suerte. Y cuando terminas de pasar por la catedral, la desolación, que entrada a meta más fea, con lo que se han currado el recorrido, que solitaria la meta.  Viene mi mujer a hacerme una foto y saludarme (km 41) y me vengo abajo, llorando y acordándome de cierta gente que ha estado en mi vida y que se alegra de mis fracasos, es un sentimiento acumulado de tantas desgracias, tantos abandonos, tanta desilusión que me habían hecho plantearme seguir o dejarlo.
Y por fin, la última y solitaria curva, para entrar en una meta vacía, con la mala suerte de que sonaba el Dúo Dinámico, ahí la emoción supera todo lo anterior y ahora si lloro de verdad, realizando una entrada a meta, preparada, pero que no se si saldrá, solo el vídeo lo podrá decidir.
Años 2012 y 2013, tras el sufrimiento de una carrera, el final es muy importante, llegar al estadio donde Abel Antón ganó su medalla de oro, pasar ese túnel, es una sensación única, una pena haber llegado a estos extremos de abandono. Abrazo a mi compañero y....nadie nos dice nada de que hacer, de donde ir, somos los corredores que no interesan a este negocio, los que llegan al final, los que no tienen los avituallamientos igual que el resto, viendo geles por los suelos y ninguno en la mesa, en el primero de ellos, en el segundo fueron mas previsores y tenían. Por fin otro corredor nos dice donde dan la medalla que me dan con desgana, si no le doy la mano, ni eso, un camión de cerveza cerrado, una manzana, un power y una naranja, el triste epílogo a una gran carrera, con un recorrido espectacular y con dos formas de verla, desde atrás o desde delante, yo ahora soy de los de detrás y entiendo las quejas que en su día oía y que no entendía.
Y aunque a mí no me preocupa, mi tiempo fue 5:25. MMP de los tres últimos años.
Años 2012 y 2013, cuando terminas, una cerveza sin alcohol, unas duchas masificadas y te ibas a la pasta party, esta edición, la de los millones, ni una triste cerveza, ni duchas, ni nada, dicen que es el progreso.

En uno de los controles, la jueza me dice que  voy a perder el dorsal y que me puede descalificar (absurdo), cambio uno de los imperdibles y me doy cuenta que llevo sangre, la malla se ha roto y voy rozado, doblo una de las partes, la del agujero y con una esponja me la limpio, por eso sí puedo decir, que esta carrera me ha costado, SANGRE, SUDOR Y LÁGRIMAS.
Es la segunda vez que tengo problemas con un juez, menos mal que no soy élite, estaría siempre sancionado.

Y que decir de Palmerín, la mascota del Betis y que me hizo un zasca prodigioso, pasando de saludarme y yendo hacia un niño que portaban en una  silla, está grabado, lo dejaremos para la repetición de las mejores jugadas.
No me quiero olvidar de lo mejor, los voluntarios, espectacular, con unos avituallamientos muy bien surtidos de agua e isotónica, incluso plátanos enteros, como he dicho, solo uno falló con el tema de los geles. Y un borde, un hombre mayor con barba, del último o penúltimo avituallamiento, los demás, de once.
Si los voluntarios de la carrera, hubiesen estado en la entrega de medallas, todo habría sido más alegre.


Como cada vez que termino una prueba últimamente , tengo una canción y esta vez he elegido, Si molesto me quedo, de mago de Oz, porque :

Seguiré caminando por la vida
sin volver la vista atrás
nunca dejé una partida
lucho siempre hasta el final
Viviré peleando con la vida
venderé cara mi piel
sin lamerme las heridas
y si molesto me quedo y que os den.

https://www.youtube.com/watch?v=j_01MLEpBDc

miércoles, 20 de junio de 2018

RECORRIENDO CANTABRIA, VIENDO LA MUERTE DE CERCA, PERO NO TANTO.





Después de ver el facebook de Pablo Criado y preguntar unas dudas, cargo en el garmin una ruta por si me animo a hacerla, por desgracia no puedo cargar la primera etapa y es la segunda la que puedo cargar.
Con la lesión a cuestas todavía y a la espera de las plantillas nuevas(ya las tengo), hago varias salidas por Santoña, Cantabria, lugar de vacaciones desde hace 32 años, por desgracia, solo en la montaña no me duele el pie, por lo que hago unas cuantas salidas solamente.
Después de las lluvias y las dudas, decido hacerla el viernes 15, sin madrugar, saliendo a las ocho de Santoña y llevándome mi amigo Gustavo y mi mujer  hasta la salida, casi una hora de camino por carreteras ya famosas por la Vuelta Ciclista. Después de ver el famoso Río Gándara, lugar que recomiendo para ser visitado, porque Cantabria merece muchas visitas, me preparo para la salida





GÁNDARA DE SOBA-SAN ROQUE DE RIO MIERA

Según el track, son casi veinte kms y 1000 positivos, para hacer entre cuatro y cinco horas, recorriendo el GR 92, sendero que atraviesa toda la Comunidad , la Transcantábrica comienza.
Salgo desde el Centro de Interpretación y a los dos minutos, tengo que cambiar el recorrido, era mas abajo, dejando el pueblo y cogiendo en dirección al nacimiento del Rio Gándara, aunque tras un único adelantamiento, paso a unas veinte vacas, con precaución, las cagadas me taparían el pie si me cagan encima y sigo las marcas rojas y blancas, el día está tapado y la temperatura es ideal, los bastones los llevo en mi cinturón de lurbel y no decido sacarlos, El primer tramo es por tierra y piedras, hasta que llego a la carretera, allí tras unas pequeñas dudas, debo saltar el quitamiedos e ir paralelo a la carretera, el terreno está mojado y es incómodo, podría ir por la desierta carretera, pero quiero ser fiel lo mas posible al track, no me gusta hacer recortes, ni entrenando. De vez en cuando tengo que ir rectificando, la hierba tapa el camino en varios tramos.
Llego al Mirador del Asón y a partir de ahí, cojo un camino de tierra en buen estado, siempre subiendo desde los 371 metros de inicio , aunque me cuesta sacar los bastones, sigo cómodo, bebiendo agua y tomando una barrita a la hora larga del inicio. Llevo una sonrisilla tonta de felicidad por las impresionantes vistas y lo fácil del seguimiento, con bastantes señales que hacen imposible perderte. Puedo trotar un rato y grabar varias películas, aunque por desgracia, algunas se me han borrado o no le di al botón de la cámara para poder inmortalizar la salida aunque seguro que hay mas personas que la tienen grabada. En varias ocasiones hago amago de girar hacia una pared de piedra natural , pero prefiero ir a lo seguro al no conocer el terreno y sabiendo que alguna sorpresa me encuentro.









Giro inesperado a la izquierda dejando el camino y voy por la falda de una montaña, siempre subiendo y no viendo tanta altura en el GPS por lo que pienso que debo estar acabando la subida. Me introduzco en un bosque cerrado y sigo maravillado con lo que veo encontrando marcas cada cierto tiempo, hasta que al llegar a una casa de piedra, me despisto y acabo dando vueltas durante un rato sin encontrar el camino, hasta que al final veo arriba, ya me parecía a mí que no había subido lo suficiente, una señal, por lo que monte y piedras a través, subo, viendo en ese momento el camino perdido y que me puso nervioso por primera vez.
Estoy solo, a mas de mil metros de altura y sin saber que me depara el camino, estoy disfrutando como hacía años, con unos paisajes de hayedos y de otras maravillas que no diferencio, con la sola compañía de grupos de caballos y el ruido de cencerros de vacas y cabras, que miran con sorpresa al tipo que les saca de su plácida existencia. 
Ocho kilómetros  vuelvo a meterme en un bosque, mas cerrado, mas bonito, mas impresionante, mas...oigo un ruido, pero no veo nada, menos mal que el miedo lo perdí en otra època de mi vida, pero acojonaba y me imaginaba a Jaime el barbut, versión cántabra por la zona.
Salgo del bosque, mirando para atrás de vez en cuando, no sea que haga tapón a alguien y veo nieve, en mitad de junio, por lo que me voy hacia ella, esta vez si que paso del track, escuchando a su vez cencerros al otro lado, aunque lo que empezaba a ver era una niebla espesa que se iba cerrando en torno a mí y dejando de ver las posibles marcas, ahora si era track puro y duro, variando el recorrido, que podréis ver al examinar siguiendo el enlace de wikiloc que he hecho.
Dos grandes cuevas, al estilo de las que sacó calleja en su reportaje sobre esta zona, hacen que me entre un poco de vértigo, una está cerrada, la otra, no se ve el final a través del agujero.

Y cuando miro el reloj veo que me he desviado unos metros, pero no veo el camino ni lo que tengo al lado, me entra un poco de pánico controlado y subo, bajo, voy hacia adelante, hacia atrás, buscando el lugar por donde alguien marcó el recorrido. Si se viese algo, me hubiera lanzado, pero la niebla hace que vea solo a unos veinte metros y  no sepa si es un abrupto desfiladero o una suave colina lo que tengo delante, solo se que estoy a mas de 1400 metros de altura, solo, en terreno desconocido, pero con agua, comida y dos teléfonos para acojonarme por estas menudencias, las pulsaciones no me han subido, está todo bajo control. Y por fin, tras pasar por entre dos rocas, doy con el recorrido marcado, ya digo que eran solo unos metros, pero suficientes para no verlo, además de la hierba que lo tapaba.
Por fin respiro y bajo, con mucha precaución, está mojado y prefiero no arriesgar, hasta que la niebla se hace menos densa y puedo volver a coger el camino con tranquilidad, pero impide poder hacer fotos del recorrido, una pena, es una bajada muy larga, en zig zag, por un buen terreno.
Cuando llego a un camino de asfalto, aprovecho para llamar a casa y decirles que vengan a San Roque a recogerme, me faltan apenas cinco kilómetros, por estas cosas de la cobertura no me llaman y no se si vendrán a comer o solo a recogerme. En este tramo  y tras unos quince kms se ven casas y de vez en cuando algún tractor se escucha haciendo su labor. 
Llego a Pila y tras una duda, pregunto a unos paisanos que me señalan el lugar y me comentan algo, no me enteré de nada, posiblemente eran extranjeros.

En este último tramo, al lado de una valla con alambre, la cual tengo que saltar en varias ocasiones y que hicieron que mis piernas parezcan cualquier cosa, paso otra vez un mal trago. Otra vez la misma situación que arriba y la valla me impide ver el camino, por lo que recuerdo que he cresteado el bernia y unas hierbas no me van a asustar, tirando los bastones hacia abajo y con el culo en tierra, me fui desplazando poco a poco hasta que vi el camino que se supone debería haber cogido y que la valla impidió que viera.
Ya en la carretera puedo volver a correr tras las mas de cinco horas de camino y llegar al pueblo y final de etapa. Llamo a mis taxistas y no me cogen el tf, por lo que opto por sentarme en un  bar y tomarme un tercio, sorprendiendo a los lugareños con mis pintas y mas cuando les dije lo que había hecho. Al rato llegan mis conductores y los paisanos que me habían indicado el camino, no siendo extranjeros, sino pasiegos a los que no entendí, una sola palabra.
Si digo que es la mejor salida que he hecho, puede que sea exagerado, si digo que no pasé miedo, sería un atrevido, pero lo que si puedo asegurar, que la próxima etapa, la tercera, ya está cargada en el reloj, deseando volver para terminar esta transcantábrica en las etapas que haga falta, no tengo prisa, soy joven


martes, 1 de mayo de 2018

FESTIVAL DEL ULTRAFONDO, CEUTÍ 2018, LA VUELTA DEL HÁMSTER

Es una pena y una oportunidad perdida, pero la CSP es dentro de dos semanas y no tengo un estado de forma para hacer dos pruebas largas tan seguidas, por lo tanto, hacemos la maratón y ya tengo tirada larga.
No veo aburrido correr en pista, al contrario, siempre saco lo positivo, servicios cerca, avituallamientos cada 400 metros y ser adelantado una y otra vez por la élite del Ultrafondo patrio, además de poder en algunas vueltas compartir con ellos e incluso desdoblarte cuando ralentizan su ritmo.
Es mi Quinto maratón en pista y en ninguno he tenido sensación de mareo  hastío, distinto a cualquier otro maratón, todo depende del estado de forma y el mio es el que es, estoy para otras cosas y correr mucho tiempo seguido, no entra en mis planes actuales.
Después de saludar a los fieras que están corriendo las 24 y las 48 horas, los de las 12 empiezan a las veintidós, nos dirigimos a la salida, somos siete corredores y varios compañeros que lo hacen por equipos, en el otro lado, los que van a participar en la media maratón, si lo hubiese sabido, habrá sido mi distancia, aunque ahora, no me arrepiento.



LA CARRERA
Como buen macedonio, empiezo el último y así voy durante unas cuantas vueltas, a un ritmo de poco mas de seis, hasta que decido que no es mi guerra ni mi objetivo y empiezo a hablar con los Ultras, acompañando alguna de sus vueltas y después, a correr otra vez, así durante las primeras horas, después sería mas constante y correría mas, siempre a ritmo Ultra, siempre CACO.
A las dos horas, el dolor empieza a ser insoportable en el pie, no solo la fascitis, si no toda la planta del pie izquierdo, lo del último mes. Observo las zapatillas de los demás y todos van súper amortiguados, siendo las hoka las reinas en la prueba, aunque algunas huaraches rompen esa mayoría.
Aprovechando las gradas, me echo crema, Voltarén, en los pies para a ver si así por lo menos engaño el dolor, pero no fue así.
Miro el marcador y los dos que llevo delante (Santi Hitos y Nino), me sacan dos y seis vueltas , por lo que para buscar una excusa, voy a intentar quedar delante o en la misma vuelta. El dolor es insoportable, pero la música y después el ir hablando con los hámster, hace que las vueltas pasen.
La Media maratón se me va a las tres horas, no me cuadra, supongo que el ritmo cuando acompañaba a los de las 48 horas era demasiado lento y la parada no habrá ayudado.
Los de doce horas, Óscar, Paco Robles y Luis Trullenque, nos pasan como aviones, el resto de maratonianos excepto el campeón, Francisco Antonio Martínez Pérez, están sufriendo, Paco, Llebrés al que me alegré mucho de volver a saludar y José Andrés, en pocas carreras puede nombrar uno a todos sus compañeros, poco a poco van acabando su carrera.
Y mientras los héroes de las 48 horas  siguen, con Carmelo, Buendi, Cocinas, El Sombrilla, Víctor, Jose Alcaraz y el resto de campeones. Los de las 24 con Zafrilla, Ricardo Inglés, Paco Granero, Julio Rivera y Francisco Ro entre otros, van a un ritmo muy superior.
Volviendo a lo mío, el objetivo es claro ahora, hacer seis horas, no por nada, en principio me quería ir a siete y parar más, tomar geles para ir habituando el cuerpo, pero mi mujer y fini estaban esperando y tampoco era plan, es de estos días que si voy solo, me hubiese quedado después de mi prueba y habría hecho un par de horas mas, acompañando.






Me desdoblo de Santi y Nino, aunque el primero empieza a correr como un poseso, el autobús le salía y no iba a estar dando vueltas toda la noche, demostrando que no corremos mas, porque no queremos. Por mi reloj han pasado los 42 hace tiempo, pero también es cierto que empecé corriendo casi por la calle tres y acabé por la calle uno al haber menos corredores.
Y así, entre saludos, sonrisas y vueltas,acabo mi Quinto maratón de Ceutí, sin apenas desgaste muscular por mi forma de correr, pero con un dolor inmenso que me dura hasta estos momentos (martes por la mañana) y que espero, que mis salomon lleven por buen camino, en diez días está la CSP y aunque tengo claro el resultado final, intentaré llegar lo mas lejos que pueda.

Felicitar a Fernando y  Gonzalo por su triunfo y a Patricio y Gori por el suyo, así como a todos los que han disfrutado de una prueba diferente y que es fija en el calendario o casi, he faltado una vez.
Y como no, al organizador de esta Fiesta del UIltrafondo, D. Manuel, por muchos años.