domingo, 24 de febrero de 2019

INTEGRAL DE CREVILLENT .- 65ª MARATONES O MÁS


Sin apenas descanso del Maratón de Sevilla, tenía esta prueba, el sábado 23 de febrero.
Al estar andando para la Transilicitana, pensaba que esta prueba que ya había hecho en el 2012, sería una piedra de toque para ver el estado de forma y como suele pasar, me ha puesto en mi sitio.
Con buena parte del grupo de los entrenamientos, nos dirigimos a la poblasíon de Crevillent, cercana a la vesina Murcia...palabras que el gran Tomás grabó en sus vídeos y que me sirven para dar comienzo a esta prueba senderista de 50 kms y entre 4220 y 4500 de desnivel.

INTEGRAL DE CREVILLENT, VOLTA AL POBLE

Al ser una marcha senderista,  recordando la edición de 2012 en la que me tocó esperar en todos los avituallamientos, prefiero ir en la mitad o mas atrás, para evitar los parones, pero este año ha sido diferente y la elección no ha sido del todo buena.
La primera parte es en ascensión constante, pero por buen terreno , lo que hace que vayamos deprisa, llegando al primer avituallamiento, el de la mistela y el pan de higo, a las ocho de la mañana, apenas un rato después de amanecer, la carrera empezó a las seis de la mañana, esta primera parte la hago con Alfredo casi hasta el final, alternando con otros amigos con los que voy charlando y explicando la zona por la que vamos y que he recorrido en multitud de ocasiones, btt incluida.
Pero algo no cuadra y cuando llegamos al avituallamiento (km 10), unos minutos después, paro a regar el campo y sin haber llegado los últimos apenas, salen, quedándonos en la parte de atrás y sufriendo un tapón considerable en una bajada sencilla, pero que algunas personas de las que venían, no tenían esa destreza para bajar y los de delante, se fueron demasiado. Así en casi todas las bajadas, no se baja igual andando que corriendo, pero tampoco estoy para meter presión.
Salimos de la zona hacia el segundo avituallamiento (km 20) y charlando vamos recorriendo parte del T.M. , aunque con demasiado asfalto para mi gusto, zona que aprovechan muchos para correr, cosa que no entiendo, era una marcha senderista y tenían prisa. Aquí varios de los compañeros con los que coincido , comentan que el año anterior no había tanto asfalto, algo de los permisos se ve que tuvo que ver, por otro lado sirve para ir más rápidos y ver que algo tenía que pasar, si eran 13 horas para 50 kms, llevábamos 20 ks en poco más de cuatro horas. Tras una infernal subida y una bajada para volar, llegamos al segundo avituallamiento, este un poco mas largo, donde me como una barrita mía y unos frutos secos, poca comida para lo que venía después.
Tras una larga parada, salimos por un barranco que nos deja taponados durante más de 45 minutos, algo absurdo, habiendo recorrido de sobra para ir, además de utilizar una zona que debería estar más protegida, ignoro tema permisos, pero ese tramo fue un fallo grande de la organización, siempre desde el respeto y teniendo en cuenta a los participantes, esta no es una prueba de la Federación de montaña y la vi bastante peligrosa para muchos.

Tanto tiempo semi-parados, sumados a la parada, hace que mi cuerpo entre en estado de "donde vas" y cuando empezamos a subir y veo que vamos en dirección a La Vella, por el Pí del Alivi, se que va a haber una escabechina, Fausto incluido. Subida tremenda, además de los 23 o 24 kms que llevaba en las patas, pero si algo conozco de Crevillent, es esta subida y se que sobre todo una zona, anterior al Pí, es lo peor, pero al ir tanta gente, puedo parar de vez en cuando y coger aire. Las caras no son las mismas de cuando salimos, incluso los calambres hacen aparición en muchos senderistas. Muchos paran en el Pino, a su sombra, haciendo honor a su nombre, del alivio (yo también utilizo otra acepción mas escatológica), yo bebo un poco de agua y prefiero seguir, aunque quizá debería haber comido algo, llevaba barritas para reventar, pero siempre me pasa igual, no espabilo.
Poco a poco en dirección al Puntal de Matamoros, no se si de Kiko o Coto y cada vez se quedaba la gente más atrás, por lo que me lo tomo con calma. Ya en lo alto y en vez de subir dirección a La Vella bajamos en dirección al merendero de San Cayetano. Una bajada larga, habíamos llegado a más de 800  metros y con todo el sol dando de lo lindo, 26 grados en febrero, me deja sin agua de las dos botellas que llevaba en la parte delantera, pero como profesional de esto, llevaba una de emergencia dentro de la mochila y regulo hasta el km 28 o 30 que se encontraba un punto de agua y membrillo, que me da la fuerza para continuar. Aquí hago un inciso y viendo como se desarrolló la prueba y el calor, lo deberían haber puesto en la salida de La Vella, cualquier día pasará algo en una prueba. Además según hablé con algunos compañeros después, se quedaron sin agua.
Zona muy bonita a continuación, para correr y volar, pero aguanto una vez más y aunque a mi alrededor corren, lo evito, esta parte la corrí en ascenso cuando corría, llegando hasta La Vella desde el merendero, buena zona para entrenar, sacando mucho desnivel en poco terreno.
En el merendero y cuando esperaba la comida, me dicen que no, que apenas han parado y han seguido hacia la zona de La Palaya, eso me pasa por no leer el Reglamento pero si puedo pegar un trago de cerveza del amigo Sori y Laura que estaban por la zona y refrescarme en la fuente.
Buena zona para andar ahora y donde coincido con "mis chicas", llevando un buen ritmo hasta un cruce, donde marcas en dos lados nos hace dudar; recuerdo en ese instante la palabras oídas con anterioridad, donde me hablaban de una rambla, por lo que opto, con acierto, por seguir esta rambla, donde no vemos ningún otro participante, se ve que los primeros tenían prisa.
Llegamos por fin al avituallamiento de la comida, de la tuya, la organización ponía la bebida y frutos secos, además de fruta.

Con un refresco de cola primero y una cerveza después, me como mi sandwich y unas patatas de colores, lo juro, eran de colores. Aprovecho para cambiarme de calcetines y echarme crema, son las tres de la tarde y si ya nosotros paramos mas de media hora, los que han llegado antes, deben llevar mas de una hora allí.
Cuando salimos esta vez si que me coloco delante, quedan 14 kms y es el momento , entre otras cosas para llegar antes, pero entonces llega la madre de todas las subidas, menos mal que la compañía es amena y me lamo las heridas en grupo, tremenda, con el sol dando duro, de las que te ríes cuando entrenas, pero no después de diez horas. El Campanar, las veces que habré entrenado por allí y lo que habré corrido en esa bajada, pero que mal se hace andando, siendo retenido por compañeros menos avezados, pero con todo el derecho a bajar con precaución y escurriéndome al no correr, pero seguí con mi cabezonería de no hacerlo. Como todo, tiene su fin y cuando escucho que ya no hay mas subidas, me río, recuerdo la carrera de La Vella y el regalito, que como era de esperar, estaba allí, aunque mis acompañantes no se lo creyeran. Un trago de agua antes de subir y a media subida, zas, el abductor me pega un viaje, parando a estirar esta parte tan dolorosa. Otra pequeña subida y de nuevo una bajada de las de correr, pero que tomamos con precaución, bajada técnica como dice mi amiga Virtu, un falso llano que diría yo.
Y ya por fin, bajada en dirección als pontets y la rambla hasta Crevillent, no paro y aumento el ritmo, notaba el cansancio en las subidas, pero bajando y en llano me encuentro bastante bien, pudiendo correr para saltar algún charco y probando la sensación, curiosamente, podía hacerlo y hoy estoy sin agujetas ni cansancio, se ve que el senderismo es lo mío.
Me llama mi mujer y le digo que estoy llegando, entrando en el lugar donde nos entregan los diplomas de finisher y la camiseta, así como el ágape, que en mi edición de 2012 tuve que esperar hasta que llegara la gente, pero las normas han cambiado y algunos llegaron una hora antes, pero eso no es senderismo, eso es correr.
Por cierto, no se si hubo coca o no, cuando yo llegué y quedaba bastante gente por hacerlo, solo había bebida y algún plato de patatas de colores.

Muy contento de la experiencia y de ver como el grupo con el que salgo los miércoles, sacaron muy buena nota, con debutantes doctorados en la distancia y perdiendo el miedo a las pruebas largas.
Muy buena organización, pero en mi opinión, con esos dos fallos, el barranco del 20 y el no poner avituallamiento antes con el día que caía.
Prueba muy recomendable, pero sabiendo donde vamos, creo que algunos participantes, no lo sabían.
Y así llego a mi sexagésimo quinta prueba de maratón o más en diez años, creo que no está mal.

lunes, 18 de febrero de 2019

SEVILLA MARATÓN, SEVILLA TIENE UN COLOR ESPECIAL


https://www.youtube.com/watch?v=0sMwccntm-0

Cuando te apuntas un año antes a una prueba, esperas poder tener tiempo para prepararla, cuando pasado ese año ves que no solo no has mejorado, si no que además, tu forma es alarmante, piensas que es mejor dejarlo y pasar un fin de semana con tu mujer y olvidarte de correr. Cuando conoces un nuevo grupo de personas que ven las carreras de otra forma y con otro tipo de actividad (senderismo), vuelves a coger confianza, entiendes por qué por primera vez en mucho tiempo, lloré. Esta es la historia de una maratón, de como el corazón y sobre todo la testiculina, a veces, gana la batalla, porque cuando leemos frases de motivación nos parecen muy lejanas,aunque quien sabe si la mía, al final, funciona. NO DIGAS QUE NO PUEDES HACERLO, DI QUE NO LO QUIERES INTENTAR.
Ocho meses sin acabar una carrera (excepto el 5k de Catral y el 10 k de ivaspe) , merecían una vuelta a lo grande, como yo, porque he pasado de ser Quixote68, al Gordo que corría maratones, esta es mi crónica, espero que salga igual , que estaba en mi cabeza en el día de ayer, el día en el que un año después, volví a sentirme corredor, excepto para los pro, para ellos ya sabemos, que esto no tiene  mérito.

PREVIA

Sábado día 9, una salida para preparar la transilicitana y en la que hacemos 35 kilómetros en seis horas, me da el plus que me faltaba y veo que con poco que pueda correr, estaré dentro de esas seis horas, parece fácil, luego te das cuenta de que no, cuando ves que en los últimos tres meses, no he corrido cinco kilómetros seguidos, estoy seguro, que pocos apostaban por mí. El lunes día 11, la fisio intenta reparar mi piramidal, cosa difícil en tan poco tiempo de margen, todo está escrito para que no corra, yo sigo dudando,mi cabeza no ayuda.
Sábado 16, en el autobús, veo que hay algunos mas con dudas de poder terminar, por lo que pienso que entre todos, si hace falta, nos podremos ayudar.Ese día mi compañero Germán, que también dudaba de hacerla, se anima y dice que nos vemos, todo esto sumado, hace que el domingo 17 esté en la línea de salida, no me voy al cajón asignado, me voy al último,   el lugar que me corresponde y de paso, no estorbo.
Gracias a los Simplemente Runners con Salva a la cabeza por la organización de este viaje, estas son las cosas que hacen grandes a los clubs, no los tiempos, ni las marcas, el compañerismo y las risas.
LA CARRERA
Año 2012,  con un buen estado de forma, intento batir mi mejor marca, pero no fue posible, un mal principio lo impidió, entrando en 3:52.
Año 2013, acompañado de mis amigos los zumba@s, corremos esta prueba, con un tiempo de 3:48. Dicen que lo que pueda salir mal, saldrá mal, pues no, a veces los refranes, están para cambiarlos.
Un día ideal para correr en una ciudad tan calurosa, algo de fresco al principio, por lo que me pongo una camiseta de manga larga encima de la de mi club Simplemente Runners, esperaría ver a mi mujer para dársela y si no, la llevaría en la cintura. Llevo las mallas viejas de Fila, las zapatillas skechers y un cinturón de lurbel donde llevo una barrita, los auriculares, música, el móvil y la cámara, así como el buff del club y la gorra de AUGC, no llevo gafas porque las perdí el día anterior en la feria. A eso le sumo la compañía de mi compañero sevillano/murciano Germán que hace de guía turístico y otras diez o doce mil personas para que no corra solo.
Con solo maratonianos, creo que es la carrera con más gente que he participado, quizá en general,Madrid 2013 puede acercarse a esta.
La idea es correr lo que se pueda y así lo hacemos, con las paradas en los avituallamientos,hasta el tercero no lo hago y utilizando los servicios (alguno debe hacérselo mirar, es imposible que echen lo que se ve ahí dentro), el resto del tiempo vamos cómodos, sin sufrir, hablando y disfrutando de la ciudad. La percepción es que corrí hasta el km 23 mas o menos sin apenas paradas, a un ritmo entre 6,15/7, la realidad es que bebía andando y paré dos veces al servicio y una en el estadio Sánchez Pizjuan para el postureo, la idea era pasar cómodo la media pensando que no iba a poder seguir corriendo por el problema en el piramidal primero y lo más lógico, sin haber corrido en los últimos meses. Y así, entre grabaciones de la cámara, conversaciones y risas, pasé la carrera hasta que las fuerzas empiezan a acabar.
Año 2013, acompañado de Ángel Parra, pasamos por el campo del Sevilla, apenas sin darnos cuenta, esta vez me paro y hago un vídeo.
 Por suerte, andando puedo recuperar y alterno con el correr, hasta que mis cuentas salen y se que voy a acabar, ahí sale mi lado finisher y no me complico la vida, hago un anda corre, alternando con otros cientos de corredores que van como nosotros, con la diferencia de que yo lo hago con una sonrisa estúpida en mi cara, la cara de alguien que dudaba de pasar esa línea de meta, hasta el día anterior.
En varias ocasiones le digo a Germán que se vaya, como no lo hace, me obligo a correr más de lo que quisiera, cuando lo hacemos, no vamos mal del todo, apenas estoy en 136 pulsaciones, aunque en varias ocasiones me falta el aire y prefiero combinar. La Plaza España espectacular, con una cantante prodigiosa y esos turistas, muchos de ellos, corredores que ya han acabado y que te hacen pensar que en otra época anterior, eras tú el que estaba allí, pero quizá, muchos de ellos, no sabremos donde estarán dentro de seis años. Grabo y grabo esta preciosa ciudad, llena de gente...borde, es increíble el nivel de ciertos camareros, debe sobrar el trabajo, pero hablamos de carreras.
Hablando con algunos amigos de otras localidades andaluzas, dicen que el sevillano es un poco sobrao, supongo que como en todas las latitudes, hay piques.
Parque de María Luisa, donde ya empezamos a esquivar y no corres igual, la zona centro preciosa para correr, pero difícil cuando pasamos nosotros, supongo que los demás al ir más rápido habrán tenido mas suerte. Y cuando terminas de pasar por la catedral, la desolación, que entrada a meta más fea, con lo que se han currado el recorrido, que solitaria la meta.  Viene mi mujer a hacerme una foto y saludarme (km 41) y me vengo abajo, llorando y acordándome de cierta gente que ha estado en mi vida y que se alegra de mis fracasos, es un sentimiento acumulado de tantas desgracias, tantos abandonos, tanta desilusión que me habían hecho plantearme seguir o dejarlo.
Y por fin, la última y solitaria curva, para entrar en una meta vacía, con la mala suerte de que sonaba el Dúo Dinámico, ahí la emoción supera todo lo anterior y ahora si lloro de verdad, realizando una entrada a meta, preparada, pero que no se si saldrá, solo el vídeo lo podrá decidir.
Años 2012 y 2013, tras el sufrimiento de una carrera, el final es muy importante, llegar al estadio donde Abel Antón ganó su medalla de oro, pasar ese túnel, es una sensación única, una pena haber llegado a estos extremos de abandono. Abrazo a mi compañero y....nadie nos dice nada de que hacer, de donde ir, somos los corredores que no interesan a este negocio, los que llegan al final, los que no tienen los avituallamientos igual que el resto, viendo geles por los suelos y ninguno en la mesa, en el primero de ellos, en el segundo fueron mas previsores y tenían. Por fin otro corredor nos dice donde dan la medalla que me dan con desgana, si no le doy la mano, ni eso, un camión de cerveza cerrado, una manzana, un power y una naranja, el triste epílogo a una gran carrera, con un recorrido espectacular y con dos formas de verla, desde atrás o desde delante, yo ahora soy de los de detrás y entiendo las quejas que en su día oía y que no entendía.
Y aunque a mí no me preocupa, mi tiempo fue 5:25. MMP de los tres últimos años.
Años 2012 y 2013, cuando terminas, una cerveza sin alcohol, unas duchas masificadas y te ibas a la pasta party, esta edición, la de los millones, ni una triste cerveza, ni duchas, ni nada, dicen que es el progreso.

En uno de los controles, la jueza me dice que  voy a perder el dorsal y que me puede descalificar (absurdo), cambio uno de los imperdibles y me doy cuenta que llevo sangre, la malla se ha roto y voy rozado, doblo una de las partes, la del agujero y con una esponja me la limpio, por eso sí puedo decir, que esta carrera me ha costado, SANGRE, SUDOR Y LÁGRIMAS.
Es la segunda vez que tengo problemas con un juez, menos mal que no soy élite, estaría siempre sancionado.

Y que decir de Palmerín, la mascota del Betis y que me hizo un zasca prodigioso, pasando de saludarme y yendo hacia un niño que portaban en una  silla, está grabado, lo dejaremos para la repetición de las mejores jugadas.
No me quiero olvidar de lo mejor, los voluntarios, espectacular, con unos avituallamientos muy bien surtidos de agua e isotónica, incluso plátanos enteros, como he dicho, solo uno falló con el tema de los geles. Y un borde, un hombre mayor con barba, del último o penúltimo avituallamiento, los demás, de once.
Si los voluntarios de la carrera, hubiesen estado en la entrega de medallas, todo habría sido más alegre.


Como cada vez que termino una prueba últimamente , tengo una canción y esta vez he elegido, Si molesto me quedo, de mago de Oz, porque :

Seguiré caminando por la vida
sin volver la vista atrás
nunca dejé una partida
lucho siempre hasta el final
Viviré peleando con la vida
venderé cara mi piel
sin lamerme las heridas
y si molesto me quedo y que os den.

https://www.youtube.com/watch?v=j_01MLEpBDc