MOUNTAIN WEEK-END

BERNIA I EL FORAT.-Este fin de semana decidí  no apuntarme a ninguna carrera y eso que las había de todas formas y colores, últimamente estoy empezando a hartarme de tanto recorte en las mismas y aunque algunas eran muy fiables, preferí entrenar.
Y el sitio elegido en primer lugar fue  la sierra de Bernia, lugar del próximo reto, la Perimetral de Benissa, 65 kms de montaña con tres mil quinientos de desnivel positivo si no me equivoco. Leí que los machaka piedras tenían preparada una salida y me apunté sin dudarlo, que mejor manera de ir que con gente que le gusta lo mismo que  a tí, pero además también estaban los matinadors para que la fiesta fuera completa.
Llegamos a Altea La vella tempranito y cogemos camino, vamos andando, no hay prisa, tenemos que ver el recorrido que es a lo que hemos ido. Trialeras, sendas y piedras, muchas piedras, pero antes tenemos fuentes y ruinas de tiempos pretéritos y que decían mucho de la inteligencia de nuestros antecesores, que pensaban con la cabeza y no con el bolsillo. Pero antes de eso recorremos otros caminos y otros términos, pero siempre viendo lo que íbamos a ver, el imponente y espectacular Bernia, no se si masculino o femenino, pero impresionante, y por mas que miraba no sabía por donde se podía subir o bajar aquello.
Lo bueno de ir con gente de montaña, es que disfrutan de la misma, y antes fuimos al forat, un impresionante agujero en mitad de la sierra y el que tuvimos que pasar reptando, y los que me conocen saben que con mi cuerpo y la mochila, eso no es fácil. Nos comimos el bocata, bueno yo mi fruta seca, tengo que ir probando nuevos alimentos y de vuelta al agujero y en dirección a la pedrera. No me resultó difícil la ascensión, si dura, pero claro, el día de la carrera llevaremos muchas hoars en las piernas y no será igual. Y llegó la primera subida, a pulso y para arriba, llegamos arriba y para abajo, llegamos abajo y para arriba, y así durante un kilómetro y medio, casi dos horas subiendo y bajando hasta el vértice geodésico donde inmortalizamos el día. Y dese ahí para abajo, a disfrutar bajando por el pedregal, pero creo que la carrera no va por ahí, un fabuloso día que sirvió para que perdiera el miedo, que no el respeto a la prueba.

POR LOS PIRINEOS ILICITANOS.- Y al día siguiente y tras los dos mil metros de desnivel en las piernas, en compañía de los GAME, fuimos a ver el recorrido de la extrem de elche, prueba que de nuevo no podré hacer por el Maratón de Madrid. Salimos un buen grupo y tras una ardua discusión de tres segundos, se decide hacer el recorrido original y del que gracias a las autoridades medioambientales, que permiten vertederos, peor no carreras, se perderán los que vengan a la carrera. Salimos como si nos debieran algo al rio, el mismo que en entradas mías del año 2011, todavía está en obras y tras pasar las vallas caídas nos dirigimos al puente de la autovía, cruzamos el rio de nuevo y hacia la balsa, patrimonio de los runners montañeros ilicitanos, después seguimos por lometes y tras unos cresteos y unas fotos  nos dirigimos al pantano. Tras la visita y subir las escaleras, seguimos subiendo al castellar, ahí voy quedándome atrás, el cansancio acumulado lo voy notando y además aprovecho para hacer fotos. Bajamos el castellar por un sitio que no había bajado nunca y por la cola del pantano, escalamos, porque no se puede decir otra cosa, e incluso utilizamos cuerdas en algún tramo, manolo mákina lo tiene todo bien preparado y el terreno conocido como el pasillo de su casa. Tras un reparador tentenpié, seguimos, bajamos y volvemos a subir hacia la parte alta del CAU, todo técnico y precioso. Desde ahi bajamos al CAU y cresteando seguimos hasta el pirindolo y un poco después finalizamos la ruta , tres dejamos la ruta, se nos hacía tarde y el resto sigue por cresteos hasta el CAU de nuevo, las antenas y el resto de la prueba. Una mañana espectacular de domingo recorriendo nuestros pirineos y con casi mil setecientos metros de desnivel en poco más de quince kms, lo que demuestra que en elche también se pude entrenar desnivel.