viernes, 1 de diciembre de 2017

V TRAIL EL VENTÓS, LA SOLEDAD DEL CORREDOR DE FONDO

La Soledad del Corredor de Largas Distancias (Iron Maiden)

El camino espesado, con el viento 
Y la lluvia que cae sobre tu espalda 
Tu corazón late fuerte y cada vez lo hace con más fuerza 
Y sigue cada vez más hasta que el sonido repica en tu cabeza, 
Y con cada paso que das y cada suspiro que tomas 
La determinación te hace correr y nunca parar 
Tienes que ganar, tienes que correr hasta caer 
Mantén el ritmo, mantente en la carrera 
Tu mente se enclarece 
Pasaste la mitad, pero las millas 
Parecen nunca terminar como si estuvieses en un sueño 
Sin llegar a ningún lugar 
Parece tan inútil ...

https://www.youtube.com/watch?v=PTuUADkrzfY


El pasado domingo día 19 fui con mis amigos a ver la carrera del Coto y allí con unas charlas, decidí apuntarme a una carrera que por el perfil y la distancia, me podía servir de entrenamiento para futuros proyectos.

Apuntado a última hora, miro tiempos de corredores de años anteriores y hacerme una pequeña idea, esto hace unos años era impensable, posiblemente haría sobre las dos horas, pero a día de hoy, miro la parte trasera y calculo que estaré alrededor de las tres horas largas, buen entreno.

Con paco de compañero me dirigo a Agost, donde desde el principio saludo a un montón de amigos, es más fácil ver la clasificación y así me ahorro nombrar a todos. Recogida del dorsal y bolsa, donde al ver que la camiseta me estaba bien, amplia, decido correr con ella y así poder ponerme la térmica debajo. Me pongo los pantalones piratas del reto Solidario, manguitos  y las zapatillas resoleadas, resopladas o con suela nueva, las adidas, dejo el pañuelo y lo cambio por la visera de korridor, guantes como siempre que corro en montaña y la braga de los SR al cuello.

LA CARRERA

Salgo al final, como buen macedonio y costumbre desde que perdí la forma, solo delante de los senderistas. La carrera es de 16 kms, sobre el perfil, ocho de subida y ocho de  bajada, pero en montaña sabemos que eso nunca es así. La salida es por asfalto y hacia abajo, por lo que cuando llego a la tierra, los primeros están casi en meta. Empiezo corriendo las primeras rampas, intentando entrar en calor, intuyendo quien va a ser mis compañeros de viaje. Primero es una chica la que se queda, después una pareja que van juntos, mientras yo voy entrando en calor, así hasta el km dos, donde ya la subida es mas continua y pongo modo montaña. Intento regular y abstraerme, tengo un fuerte dolor en el glúteo izquierdo (puede que piramidal) y la pastilla todavía no ha hecho efecto. Voy detrás de unos cuantos compañeros hasta llegar a la zona de la creueta, klómetro tres y pico, donde en su tramo final, adelanto a Lidia y aprovecho la primera parte técnica para recordarme que soy corredor, que a veces se me olvida. Voy cómodo y adelanto a otros tres corredores, hablando con uno de ellos que parece que prefiere esperar a su amigo.

Avituallamiento en el km 5, por mis problemas de hernia, renuncio a la coca cola y bebo un vaso de agua, tomándome un gel al que prefiero no mirar la fecha, ni la composición. Estan allí mi padre, que me dijo LUKE, SOY TU PADRE. Me he quedado solo,aunque cuando subo la pista antes del cresteo, escucho hablar a los que van detrás, sin embargo por delante no veo nada mas que a una chica. Me recreo con las vistas espectaculares y hablo con los voluntarios que me voy encontrando, situados en los lugares peligrosos, un detalle. La subida se divide en tres tramos, viendo corredores en dos de ellos y la luz del flash en el Ventós. Es cuando me doy cuenta que no estoy solo, acercándome cada vez mas a los de delante y alejándome de los de detrás. Tengo calor, pero el miedo al famoso viento me hizo ser prudente, lo que si me bajo son los manguitos, cresteando sin parar y a buen ritmo para mí. No se me hace largo y como veo lo que falta, voy echando cuentas, comparándome con los de delante. Antes de la cima y de la zona de la cuerda, adelanto a una jovencísima corredora que lleva una camiseta de una carrera que me trae grandes recuerdos, la Trail Rae de Otañes, pregunto y me dice que es de su novio que la corrió, la dejo diciéndole que tranquila, que respire, que ya estamos arriba. Esta zona es muy lenta por la dificultad y la falta de entreno, llegando a su cima y en mi locura me pareció ver un gorila que me dio un botijo para beber, serían los efectos del gel, incluso creo que me hice una foto con él (gracias al fotógrafo por estar alli).

 Y se acabó el disfrutar, ahora a sufrir, quedaban ocho kilómetros hacia abajo, que cosas. Llevo dos por delante, pero se que bajando se van a ir, como pasa, bajando tranquilamente y a un ritmo constante, calculo que a 6,30/7 por el tiempo que tardé en meta. Pero no todo va a ser malo y escucho, cuidado, zona técnica hasta los pinos y pasa lo que tiene que pasar, que cojo a los dos de delante, bajo con ganas, sin volverme loco, pero sintiendo el agarre de las zapatillas, hasta los pinos, donde vuelven a irse los dos. Zona entretenida y bonita, la cual me hace despistarme queriendo buscar el pueblo y casi me la pego,`por suerte no llego a hacerlo. 

Cartel de 4, 3 en un poste, pero queda mas, seguro. Segundo avituallamiento, sin agua por cierto, pero con mi amigo José Pascual de voluntario, al que saludo y charlamos un poco, diciéndome que quedan...cuatro. Pista para correr y por primera vez voy notando el cansancio, son mas de dos horas y los pies me duelen, al mirar veo despegadas las punteras y me imagino sin suela como siga así. Levanto mas los pies y un voluntario me indica que viene una zona peligrosa, paro, pero me doy cuenta que es mas adelante y al preguntar...vuelven a quedar tres y medio, por lo que se confirma que no eran 4.3. Me gusta la bajada, disfruto de lo técnico y de ahí a una rambla, esto si que no me lo esperaba, mojándome los pies e intentando mantener la precaución, zona peligrosa para los tobillos. 
He dejado atrás a otro compañero y me acerco a dos mas, aunque al ser zona de correr, se me alejan, aquí ya voy muy cansado y corro por correr e intentar bajar de tres horas, un mini-objetivo, andando y corriendo hasta el pueblo. Llegando a la "ermita" tiro de cuádriceps para subir, haciéndolo mejor de lo esperado, allí está Martín que me pregunta por Lidia, a la que dejé de ver al subir El Ventós. Corro el último tramo de subida previo a la calle de meta y al enfilar este, veo el reloj que marca 03:49:45 por lo que corro para que no llegue al 50, consiguiéndolo y volviendo a entrar en meta en una carrera de montaña, ocho meses después.
Saludo a Paco que ha tardado dos horas, a Mike y a los que me voy cruzando, yendo a por la bolsa para ducharme, después eso sí, se beberme una cerveza, bueno media. 

Me ha gustado la carrera y el recorrido, me ha sorprendido lo técnica que era en algunas de sus partes y solo espero volver en forma, para disfrutar mas todavía .
Terminar y tener la zona de meta, duchas, podium y post es un aliciente y hace que puedas charlar con los compañeros de fatigas y poder seguir con este gusanillo que a veces se me aleja y otras veces vuelve. 
Próxima parada, Chiva y sus 61 kms, se me va a hacer muy larga, pero solo estar en la salida, para mí,es un
premio.

martes, 31 de octubre de 2017

VOLTA A LA FOIA, VOLTA A LA VIDA







Hace veinte años, cambié mi tierra manchega, por el sudeste, los llanos de La Mancha y los Montes de Toledo, por la playa y la montaña alicantina. El lugar donde fui a parar, Onil, donde viví cinco años, uno de ellos, de forma un poco extraña, pero hablemos de correr. 

En 2009 empecé a correr y con apenas cinco meses en el asunto, hice mi primera Volta, con salida en Ibi y regalo de un chubasquero que me acompañó en muchas de mis primeras aventuras correriles. 2010 y 2011 repetí experiencia, haciendo la trilogía, después, su coincidencia con el maratón de Ciudad Real, me alejó. Ocho años después  de la primera y tras una lesión de cinco meses, vuelvo a probar sus cuestas, el masoquismo me acompaña en mi vida de corredor y aunque, había pensado hacerla en modo senderismo, el bajo precio me hizo jugármela e intentar acabar esta dura carrera, que paso a contar.

Nos juntamos siete de Los Zumba@s (los de caravaca), al que había que sumar a nuestro experto en asfalto, segunda carrera que coincidimos, la próxima será Chiva en sus dos modalidades. 

Aparcamos y enseguida empiezo a saludar amigos, cuanto echaba de menos esta sensación del asfalto, mi antiguo territorio y en el que dejé muy buenos amigos  a los que solo puedo seguir en RR SS, la vuelta de algunos de ellos al primer nivel y la preparación para Valencia de la mayoría, hacen de esta prueba, imprescindible para ver como evolucionan los entrenos para la cita valenciana.

El dorsal en el polideportivo, pero la salida en el ayuntamiento, para entrar en calor ya empezaremos subiendo...

XXXII VOLTA A LA FOIA, IV VOLTA PERSONAL

Salgo casi al final, con Valverde, la última que vez que coincidimos en Granja, acabé lesionado, poco a poco nos adelanta todo el mundo y ya desde el primer momento,pienso en lo larga que se me va a hacer la prueba. A 6/m el km aguanto cuatro kilómetros, donde veo cerca a Valverde y a Jesús y los A Todo trapo, pero poco a poco se me van, como las fuerzas, llevo sin correr media hora seguida, desde la Media de Santoña en mayo y los milagros no existen. Me siguen adelantando, primero Encarni, luego Luisa, pero yo sigo a lo mío, viendo como soy incapaz de seguir a nadie.
 
Detrás ya no oigo a nadie, pero entra tanta desazón, veo el km 9 en el suelo, miro el reloj y llevo una hora, con lo peor de la carrera, ya pasado, las cuestas del camino Viejo de Ibi o de Onil, depende de donde salgas han quedado atrás y una nueva sorpresa me espera, veo a los primeros senderistas que habían salido cuarenta minutos antes, esa es mi esperanza, mezclarme con ellos y llegar a meta como pueda. En este punto se me pasa por la cabeza dejarlo, no me veo en condiciones de llegar, pero el conocimiento del terreno juega a mi favor y se que viene un  terreno bueno para mi estado.

Paso por el control de Ibi y recibo los aplausos, el ser el único corredor es lo que tiene, de los aficionados que allí quedaban. Giro por la carretera y allí veo la marabunta, delante de mí, veo cientos de senderistas que van algunos, comiendo sandwichs y yo con un hambre canina. El terreno es favorable hasta casi Castalla y lo aprovecho, corriendo casi todo el tiempo y llegando al kilómetro 18 en poco mas de dos horas, sorprendente, pensé que iba peor y sin embargo lo había conseguido, quedaban 9 kilómetros y medio y tenía dos horas. Pasaba un grupo, andaba unos metros y volvía a correr, animado por los compañeros que amablemente me dejaban pasar al oirme, supongo que el miedo al oir mi respiración, ayudaba. 

La entrada a Castalla se me hace muy dura, aunque puedo correr en la recta hasta el ayuntamiento, donde me puedo hacer una foto con Limiñana que andaba por allí. Y llega lo peor, una larga recta en subida hasta cruzar la autovía, que se me hace eterno, trotando un poco y andando un mucho, la idea era trotar desde allí hasta ONil. Mi mujer me espera allí, con mi hermana pequeña y mi amiga paqui; fotos, risas y en la bajada me lanzo. No puede ser, o sí, cuando llego al llano, zas, leñazo en el isquio, paro un poco, estiro y sigo, pero apenas unos metros después me vuelve a dar, no lloro porque soy muy macho y había niños por allí, pero la rabia me puede, por suerte y después de andar deprisa un rato (algo que estoy practicando, el andar mas deprisa) puedo volver a correr y así hasta Onil. 
El pueblo donde trabajé y las calles que recorrí durante tanto tiempo, me ven por sexta vez corriendo por ellas, las cuatro voltas y dos de montaña. Saludo a Mila que está currando y subo hacia la Avenida La Constitución, dejando atrás la Avenida La Paz, donde viví. Ayuntamiento, donde tomé café cientos de noches, los bares de la Avenida, donde han caído unas cuantas...botellas de agua de malta y cebada, la casa Cultura, los bares de la parte de arriba y el arco de meta, la emocíón vuelve a mí de nuevo, el reloj me sorprende, 3, 19 largos, casi 20, mi previsión mas optimista estaba entre las 3,15 y 3,45, veintisete kilómetros y medio después, entro en meta, por primera vez corriendo desde mayo y segunda en este mes con Caravaca, aunque la hiciera en senderismo. Saludo al espeaker y me tengo que apoyar a respirar, ea sensación de los buenos tiempos cuando lo daba todo y aunque con mas de una hora de diferencia con esa primera vez, llego igual de contento, pero esta vez, mucho mas feliz.

Y así espero que haya llegado mi vuelta, de momento hasta Chiva, nada pendiente, pero ya es bastante. NO DIGAS QUE NO PUEDES HACERLO, DI QUE NO LO QUIERES INTENTAR

miércoles, 11 de octubre de 2017

90K CAMINO DE LA CRUZ, UNA VUELTA POR MURCIA Y UNA BOTELLA DE VINO



Mayo, hago mi última carrera, una media maratón, a los pocos días tengo un accidente de moto y llevo cuatro meses sin poder correr, por eso me apunto a una carrera de 93 kms.

Viernes, doce horas, entro en quirófano para una endoscopia,me detectan una hernia de hiato bastante grande e inflamación de estómago. La sedación fue bien, me levanto sin molestias y tras recoger a Los Zumba@s, nos vamos para Murcia, sí, conduje yo, pero que no se entere mi médico.
Dejamos el coche y por la mañana pasaría mi mujer a recogerlo, así no teníamos que bajar hasta Caravaca y subir a Murcia en autobús.
Después de dejar las cosas en el hotel, vamos a recoger los dorsales, las colas son inmensas, pero con la cantidad de amigos que saludo, el tiempo se pasa rápido, incluso da tiempo a contestar unas preguntas por megafonía de Remache, vaya encerrona.
Y entre saludos, abrazos y explicaciones, como lo de darnos la botella de vino en Caravaca ya que se había acabado y mirar la bolsa bastante completa del corredor, con el añadido del bajo precio de la inscripción, nos vamos a cenar, que nos lo habíamos ganado.

Si alguien me pide un consejo y me explica lo que yo tengo, le diría que estaba loco por correr esta prueba, son casi cien kms y no he hecho mas de media hora seguida en cuatro meses, pero igual que me presenté en Botamarges sin haber hecho ninguna carrera de montaña, ahora tengo experiencia y cabeza para dejarlo si hace falta.

CATEDRAL DE MURCIA-CAMPOS DEL RIO

La idea es salir corriendo y andando mientras pudiera o pudiese y después, como pudiera.
Me coloco bien en la salida y puedo correr, puedo correr dos kilómetros, enseguida me viene el dolor al tibial y con solo esos kms, me planteo si seguir o no, decido intentar hacerla andando  a verlas venir. Es dura la sensación de ver que pasan los meses y el dolor no se va, pero esta vez llevo motivación extra en mi cabeza y si tengo que reventar...
Primer avituallamiento y no paro, la suerte de lo favorable del terreno hace que vaya empezando a volver a trotar, al estilo Alberto El Sombrilla, con pequeños objetivos, un árbol, una farola, una señal. Me encuentro con ramón plano y me acompaña un rato, los kms avanzan despacio y una nueva sorpresa me espera, Antonio Nicolás y José Adan, el pies negros, foto de rigor, como antes paré con Pepe Calzada, corría en casa. Según salimos del asalto, empiezo a ir mejor entre los cañaverales, coincidiendo con gente con la que prácticamente fui toda la carrera. Llegando a la Ribera de Molina tengo unos buenos momentos que me llevan hasta Molina de Segura, el terreno sigue siendo favorable, que lástima no poder correr. Saludo a Pilar Carbonell que estaba animando, toda una campeona de España de 100 en ruta y llego al avi, donde Mariano está ayudando. Entre hablar y sellar, se me olvidan los bastones, por lo que tengo que hacer un esfuerzo extra, voy sobrado.
La media es de algo mas de seis kms por hora, lo previsto, el tiempo es bueno y todo parece maravilloso, pero llegamos a Alguazas y todo cambia, empieza el calor y el avi es pobre, quizá para prepararnos para lo siguiente. Para mí, el tramo mas complicado y que conocía, donde cada vez se corría menos y se andaba mas, con solo 25 kms en las piernas, menos mal que la música me acompaña y me evade, los bastones ayudan a llevar una cadencia y la cabeza, sigue en su sitio.
Avituallamiento del 30, no hay agua, en otras situaciones hubiese tirado la toalla, es superior a mis fuerzas, menos mal que uno siempre va preparado de comida ,bebida y dinero para un taxi (manolo dixit). Y cuando peor estaba la cosa, vemos un coche, pero pensamos que es de apoyo, pero no, ahí está el presidente de la FAMU con el maletero cargado y me devuelve la vida, le saludo y hablamos unos segundos, continuando la marcha con otra energía. Llego a Campos del Rio, km 35? y menos de seis horas, perfecto. Como un trozo de bocata de jamón (no era oficial) y una cerveza, me vengo arriba.

CAMPOS DEL RIO-MULA 

En compañía de Manolo Rico y Pascual el jumillano, hago este tramo, mas despacio que el anterior, aquí empieza el desnivel, poco a poco y el calor aprieta, pero prefiero compañía aunque no estaba previsto, creo que me viene bien bajar el ritmo un rato, andar tanto tiempo y a esos ritmos, no son lo mio, de todas formas, vamos bastante bien. Puebla de Mula y un buen avituallamiento marca el recorrido, albudeite había pasado sin pena ni gloria, pero un tio sentao en un sillón cantando el despacito casi me hace ir a por él....qwjkwmmb,mk,,mbkj,mm
El recorrido sirve para ir hablando y ver la gente que ha salido mas fuerte de la cuenta, el tiempo pasa y los kms avanzan, vamos en permanente subida y el esfuerzo se empieza a notar en las caras, serias, con pocas ganas de hablar, síntoma de cansancio.
Penúltimo avituallamiento llegando a Mula, supercompleto, con hielo que aprovecho para ponerme en la cabeza, aunque después me entero de que también se habían quedado sin agua, segundo en el que pasa, de los que yo tengo conocimiento, imperdonable. Poco mas adelante están las zumbás esperando, aunque el último zumba@, pasó hace tres horas, no se si me animan o me echan la bronca por tardar tanto. El avituallamiento de Mula trae el descanso y cambio de calcetines, Lurbel un poco mas altos por el tema cintilla y que han funcionado correctamente. Cojo el frontal y salgo decidido a hacer el tercer tramo, salgo casi a las cinco,una hora después de lo previsto, pero después de ver todos los abandonos en ese punto, muy contento.

MULA-BULLAS

Salimos del km 51 al 70, estando aquí parte el tramo que no conocía, quizá una de las partes mas bonitas, con los túneles y algunas zonas de bosque. Si variar el ritmo, empiezo a notar molestias en la parte trasera de la pierna, en el popliteo, pero nada grave, está claro que la tibia tiene algo que ver, se me fue el dolor de bajo y subió por su cuenta...a lo que iba, hablando y compartiendo con otros compañeros del día, llegamos al Niño de Mula, pero algo antes, cuatro niños nos sacan la sonrisa y a mí, la emoción de ver que no está todo perdido, unos con una rama de palmera y los otros con botellas de agua puestas por su cuenta, buenos padres deben tener.
Aquí Manolo empieza a refunfuñar, a él andar no le va mucho y está esperando llegar a Bullas para correr, esta zona va subiendo pemanentemente, veo la ermita, que visité al día siguiente a ver si el niño había crecido, pero seguía igual.
Siguiente avituallamiento y puto de inflexión de la carrera, se me olvidan los bastones otra vez, pero esta vez me doy cuenta cuando llevo varios kilómetros. Por suerte está manolo llegando al avi  me los recoge,voy a por ellos y al ser el recorrido hacia abajo (iba al revés) lo hago corriendo, pero es que además voy bastante bien, eso sí, aguantando los piropos y risas sanas de los compañeros que iban hacia Bullas. Pero no me conformo con eso, para no perder el tiempo de mi despiste, corro hasta coger a pascual que ya no me esperaba y adelanto otra vez a los mismos, pero ahora no les hizo tanta gracia, las fuerzas iban justas . Viendo el perfil, corrí en uno de los tramos  con mas desnivel y eso demuestra lo corrible de esta prueba. Se va haciendo de noche, pero intento aguantar sin el frontal, poniéndomelo en la entrada a Bullas por la carretera. Avituallamiento completo con caldo incluido, que me dio, como siempre, sueño y tras ponerme el chubasquero, vamos a por los 21 finales.

BULLAS-CARAVACA DE LA CRUZ 

Setenta kilómetros y me siento fuerte, voy despacio esperando a Pascual y hago colla con dos compañeras y otro corredor mas, hasta que llega, vamos paralelos a la autovía y los coches pitan, supongo que los que habían terminado. Avituallamiento sorpresa con bocadillos incluidos (no tomo nada) , según el voluntario, el punto mas alto de la carrera y cuando Pascual acaba, le digo de empezar a correr, lo hacemos un rato, pero por la noche y la respiración fuerte que lleva, me hacen desistir, siguiendo los cinco juntos hasta prácticamente el último avi antes de Cehegín, donde nos dicen que comamos, que ya no hay mas sólidos. Pero aquí acaba la compañía, una de las chicas se marea y Pascual dice que me vaya, que no puede seguir mi ritmo y prefiere aflojar, me despido hasta la meta. Voy solo y aumento el ritmo, creía que no podía andar mas deprisa, peo se ve que sí, incluso realizo algún pequeño trote, me reconoce y saluda Juanjo que empieza a ir con molestias y yo, empiezo a tener sueño, me pongo los cascos y Run to the Hills de Cehegín, que buenos y duros recuerdos de la Cruz de Begastri. Llego a Cehegín y saludo a Guillermo, otro de los duros, como no hay coca cola, ni café, entro al bar y me tomo como diría Nacho, la chispa de la vida, que me da la idem. Sentado en un banco de la estación, con mi bebida y mis pensamientos, sabiendo que todos los zumb@os disfrutaban de una cena por el carrerón que habían hecho, me dispongo a afrontar los últimos kms.
Son 94, yo alrededor de cien y casi siempre en ligera subida, excepto de Bullas a Cehegín que es bajada. Adelantas cadáveres en mejores o peores condiciones, sabiendo que Walking dead fue escrita por un Ultrafondista, que hizo que los zombies andaran como nosotros. No noto que baje el ritmo en ningún momento y la cercanía de la carretera, hace menos pesado el camino a Caravaca, el cual conozco de sobra, paso por una discoteca y me entran ganas de darles un susto, pero no es el día si corren detrás de mí. Caravaca es la meta y aquí estoy, dieciséis horas y media después de salir de Murcia, pero falta el IVA, subir a la catedral, castillo, santuario o meta. Se hace pesado el final, incluso le tengo que meter el codo a un niñato que hacía botellón y que me cerraba el paso a la calle.
Por fin, empiezo a subir y reconozco que me la habían vendido muy dura, no lo fue tanto, la alfombra y los primeros zumba@s hacen aparición, estoy emocionado, pienso mil formas de celebrarlo, pero no puedo, están todos allí, mi mujer, mis amigos, me guardo la emoción y recibo dos años después, una medalla en una Ultra, si no de las mas duras, si por el significado, de las mas emocionantes para mí, además es Virginia, otra de las grandes de este deporte la que me  cuelga la medalla. Sello final y voy a por una cerveza, al minuto, vomito la cerveza y algo mas, creo que el caldo. Vienen las anécdotas, las alegrías y bajar las escaleras, eso si que fue duro.
Y la botella de vino que no nos dieron en Murcia, tampoco nos la dan en Caravaca, dicen que no ha podido subir el camión, pues los corredores sí subimos y se da la paradoja, que algunos de los que no salieron y algunos que no terminaron, tienen la suya, yo tendré que pasar por Jumilla a disfrutar del caldo de uva que no me dieron.

Y aquí termina mi decimoséptima carrera de mas de 90 kms con medalla de finisher, espero que mi moral suba y pueda volver a disfrutar. NO DIGAS QUE NO PUEDES HACERLO, DI QUE NO LO QUIERES INTENTAR 

domingo, 4 de junio de 2017

MEDIA MARATÓN DE SANTOÑA, VUELTA A LOS ORÍGENES

En 1986 pisé por primera vez Santoña, treinta y un años después, me pongo un dorsal para hacer su Media Maratón, una pena con mi actual estado de forma, pero es lo que hay.
Treinta kilómetros en dos meses, era el bagaje con el que me presentaba, por suerte, he andado mucho durante este tiempo y la forma no se ha ido del todo, aunque los últimos abandonos por problemas en la cadera (bursitis) me hacen ser prudente y durante la semana previa, doblo entrenos, con  desnivel, pero siempre andando, con algún trote en bajada y por monte, todo pensando en esta carrera. El día antes me lo pienso y no se si hacer el 10 k o la media, al final decido hacer la media y si me duele, al pasar por meta, quedarme, me da igual el trofeo, he hecho Ultras y no me han dado nada, por lo tanto, tampoco me llama.
El recorrido es a dos vueltas, a su vez dividido en tres partes, recorriendo el centro, por donde habitualmente me tomo los peniques (corto de cerveza) y los zuritos (zona próxima a Euskadi), así como las tapas, que en los últimos años han dado un vuelco espectacular, como no, las rabas y los chopitos, animal del costumbres que es uno. Posteriormente se pasa por todo el paseo, la playa a la derecha y Laredo al fondo, con vistas al monte donde me paso la mitad de las vacaciones. Al salir del pueblo, te diriges a las marismas, lugar protegido y que si vas a mi velocidad, puedes disfrutar de las muchas especies que hay, a la derecha, la cárcel del Dueso y aunque no se ve, la impresionante Playa de Berria, de casi dos kms de longitud y la que ha sido mi lugar de entrenamiento, antes de empezar con la montaña. La meta, en el lugar, donde mi mujer pasa las tardes con sus amigas, entre los voluntarios, amigos de hace 30 años y es que para mí, correr en Santoña, es correr en casa, donde paso las vacaciones y donde me llevé lo mejor de esa tierra para la mía, y no, no fueron las maravillosas y extraordinarias anchoas, fue a una santoñesa y...hablemos de la carrera.







SALIDA Y PRIMERA VUELTA .

En descargo a la organización, diré que no me conocían y es normal que cometan el error de ponerme en el último cajón, los perdono, pero yo quise corresponder el detalle y salí todavía mas atrás, tan atrás que casi salgo desde el Dueso. Mucha gente, sobre todo Beer Runners, uno de mis clubs, aunque no llegué nunca a ejercer como tal, la mayoría a mi alrededor, del 10 k. Salgo al ritmo de la gente y poco a poco, mientras paso por primera vez por San Antonio ,el Brian (mi segunda casa) y la plaza del peralvillo, voy adelantando corredores, llevo música, creo que por primera vez, no conozco a casi ningún corredor, creo que solo a Ramón Álvarez, estrella del ultrafondo y Tomás, aunque el no me ve a mí. Tras una vuelta, volvemos hacia el mismo sitio, siempre con mucha gente en zonas próximas a meta, que lo hace muy emotivo, la gente acompaña aplaudiendo y animando, no hace falta motivarlos. Camino de la Plaza de toros y de ahí, al maravilloso paseo de Santoña y su Playa de San Martín, la que solo ves con marea baja, cuando está alta, llega al mismo paseo, con la ventaja de poder tumbarte fuera de la arena o en la hierba. Al final del paseo, vuelta y en dirección a las marismas, llegando casi hasta la mitad aproximadamente y dando la vuelta hacia la meta, en este punto te vas cruzando con los que van por el otro lado, primero amargado por lo que te falta, después feliz por lo que has pasado. Voy cómodo, he pasado el km 8 y aunque noto el dolor, es asumible, rodeado de corredores que cuando me fijo, la mayoría son de la "corta", Ellos entran en meta y yo marcho en solitario hacia la segunda parte del recorrido. Tiempo según la clasificación, 59 minutos, tardé mas de un minuto en pasar por meta.

SEGUNDA VUELTA Y META

Cuando me doy cuenta, voy solo, al fondo veo un corredor y por detrás, a nadie, por lo que me llevo todos los aplausos del personal y choco algunas manos. Casi en el 11, está Ana desayunando, cojo un gel que la había dejado y por primera vez en años, me tomo uno, lo positivo, no me hizo daño, ignoro si funcionó. Paro a tomármelo y bebo una botella de agua, el primer líquido que tomo, la temperatura, perfecta, la humedad, tremenda, pero perfecta para correr, por lo menos para mí que fallo mucho con el sol, Nueva vuelta al paseo y vamos en familia, los de delante, están lejos, los de detrás, igual. Fallo, primero de la organización, no hay agua en el 13,a mí me da igual y tampoco lo veo obligatorio, pero si está, tiene que haber para todos, me ofrece agua un voluntario en bici y le digo que no, que le de a los que vienen detrás que seguro que vienen peor. El dolor empieza a ser mas fuerte y al pasar por contrameta, me lo pienso, pero echo cuentas y veo que incluso andando, llegaría, por lo que me relajo y continuo de nuevo hacia las marismas, allí vuelve a haber agua y cojo por si acaso, veo botellas en el suelo, la gente no aprende y eso que había contenedores para poder echarlas, lo hago. Una nueva molestia llega, ahora a mis pies, el borde de la plantilla derecha me está haciendo daño y se que va a producir una rozadura y quizá una ampolla, el picor es desagradable y paro de vez en cuando para intentar modificar la pisada, llevo casi dieciocho kilómetros y creo que al final lo terminaré andando. Entre conversaciones con los compañeros que me pasan o paso, una ambulancia atiende a un corredor, espero que no sea nada grave. Esta vez la vuelta es mas lejos, llegando al final de las marismas, lo que hace que escuche a algún corredor lamentarse, les doy ánimos y les digo que ya está, que lo tienen hecho. Cambio de recorrido y para completar, nos meten en el polígono, es el tramo mas feo, pero es el lugar que da de comer a Santoña, donde las fábricas de anchoas y bonito del norte tienen su sede, donde el mercadillo de los sábados, uno de los mas multitudinarios que conozco, si no el mayor, ofrece sus productos, su ropa, la que ayer lucirían los aficionado al fútbol, donde los productos de calidad de la huerta, traídos por los aldeanos, se sirven entre carreras de los manteros y el agobio de miles de personas, llegadas de Bilbao y poblaciones cercanas. Km 19, hasta ahí he aguantado,ahora toca andar y correr, el dolor aumenta y no me duele mucho al correr, desde el maratón de Murcia no había hecho tanto asfalto y mi cuerpo lo nota. Cuando salgo del polígono, a unos 500 metros, me descalzo, no quiero andar mas y me cuelgo mis zapatillas a lo kung fu, empiezo a correr de nuevo y voy de maravilla, se me va la molestia del pie, eso ya lo sabía, era un roce, pero no me duele la cadera, voy cómodo en este final, entrando en meta así, por desgracia, no se ve el dorsal y cuando me lo levanto para los árbitros, hace que se me olvide la celebración y queda en un soso signo de victoria, casi ni me di cuenta de Ana, Gustavo y Arancha que estaban allí. Saludo a los que me adelantaron cuando me descalcé y al chaval que llega detrás y que me dio las gracias por los consejos para acabarla, yo recojo mi trofeo y me voy a la zona de descanso, donde tras entrevistarme, aunque no salgo en el vídeo, me tomo una cerveza fresquita y un trozo de pan con una anchoa, que de algo tiene que servir correr en Santoña, aunque los moscones revoloteaban por allí y casi nos dejan sin líquido, entre ellos, algún ex-jefe mío,pero eso será otro día. Mi MM de asfalto número 40 ha acabado.

Carrera de diez en lo organizativo, en lo avis, aunque ese que falló, hay que tener cuidado, con una buena bolsa para lo que suele ser habitual, con vídeo de corriendo voy, con muchas fotos, aunque todavía no me he visto en ninguna y con un recorrido espectacular para hacer tiempo, pero es que está tan lejos, que solo el turismo deportivo, la hace asequible.
Y yo, contento, después de no acabar ninguna en mayo, tocaba desquitarme, aunque sea de esta forma, con casi dos horas y cuarto, pero feliz de ver que los dolores son soportables y que no volveré a pisar asfalto en mucho tiempo, lo que hace que la recuperación avance.
Próxima parada GTP, si hay apuestas, lo tenéis fácil, no apostéis por mí,




martes, 4 de abril de 2017

LA RUTA DE LAS FORTALEZAS, MI ÚLTIMA MUESCA



Y por fin, tras dieciocho meses,pude entrar a la meta de una carrera de mas de cincuenta kilómetros.

VIII RUTA DE LAS FORTALEZAS

Solo una vez intenté correrla, la edición de la Ultra y no me cogieron, por lo que viendo el recorrido, tampoco me llamaba la atención hacer la "corta", a día de hoy, tampoco se si repetiré, aunque el final me encantó,alguno tenía que llevar la contraria.

Salimos puntuales después del himno y dos pequeños discursos, el primero con alguien, no se si concejala, consejera o que cargo ocupaba, pero demostró muy poca vista, dirigiéndose a los corredores y corredoras con un "cartageneros y cartageneras" por lo que no me di por aludido en el saludo, después el militar nos dedicó unas palabras a todos los participantes. La salida es a full, con la sorpresa que varios kilómetros después, seguía adelantando a gente andando, no se donde estarían colocados. Llegando a un parque, la mayoría se mete por el medio, dejando la calle para los tontos como yo,que respetamos la señalización, volviendo a adelantar a los que ya había dejado atrás, detalles sin importancia, pero que a un anti-recortador, le llama la atención. Primer avituallamiento después de pasar el castillo de los moros, del que tomo agua y veo servicios portátiles,gran detalle del que debe aprender Ronda. Saludo a mi paisano Pepe y hacemos la primera subida por Cala Cortina hacia el castillo de San Julián, donde en una curva, veo por detrás a mis compañeros macedonios, me podía haber ahorrado el calentón inicial. Espero y ya con ellos iniciamos el giro por el monte para....estar parados mas de media hora porque la gente vuelve a hacer las cosas mal, adelantando por derecha, por izquierda, fuera de senda,incluso alguna piedra de grandes dimensiones cae,con el peligro consiguiente.Me quedo solo con Fernando y sigo con él toda la subida, aunque en la bajada se me va. Sigo hasta El Calvario, alternando con corredores que ya vería durante casi toda la jornada, como David de La vara Trail.
Llevo 13 kms en dos horas (parón incluido) la subida a ritmo y sin apenas parar, sellando por primera vez el pasaporte; aprovecho la bajada suave y sin volverme loco para tomar sales por primera vez y un trozo de barrita de Energy fig que pude comprar a muy buen precio en la feria el día anterior.Sumo kilómetros, pero no como yo quería, me notaba acelerado.
Dirección a la Sierra Gorda y quizá por conocerlo, mejoro mis prestaciones, pasando por sitios y lugares que conozco de oidas, pero no por cosas positivas, al contrario. Es el recorrido de trail, típico, con sus sendas y sus piedras, así hasta empezar la subida hacia la Batería de la Sierra Gorda, por un tramo conocido, que viéndolo ahora, creo que habría evitado que en la Vistalegre Trail nos cruzásemos, pero esta es otra carrera y tras un pequeño tapón, llego arriba, bebo cerveza de la voluntaria que me sella el pasaporte , cuestión de sales, meo u orino y para abajo. Son mis mejores sensaciones de toda la jornada, donde los asfalteros ven piedras, yo corro y bajo fuerte hasta el avituallamiento que recuerdo como si fuera ayer de la Vistalegre Trail. No veo cocacola,la hecho de menos en carrera y mas con mis problemas. De ahí a Cartagena por una senda que se une al tramo una vez mas, de la Vistalegre Trail y aprovecho para llamar a casa, voy genial, cuelgo, sigo corriendo y zas, me entran ganas de vomitar, no echo nada, pero incluso me mareo un poquito, me cabreo,joder, iba con unas sensaciones superbuenas, incluso sorprendido de llevar casi treinta kilómetros en apenas cuatro horas y media (con la media hora del tapón).
La lógica dice que quedan 24 kms y otras tres o cuatro horas, la mía dice que ya he corrido bastante y me lo tomo como un entreno. Me como un donuts tras la imposibilidad de comer el sandwich que había, solo me como el interior de uno y un zumo. Según el rutómetro es el km 29 y viene el trozo mas espectacular, recorriendo la ciudad, entre sus calles milenarias, rodeados de gente y de niños que te chocan las manos con esa sonrisa pícara, subiendo al Parque Torres corriendo a ratos y disfrutando del tramo por la ciudad y de una cerveza en Kampamento base, para mí, un acierto, poner la ciudad a tu disposición, por un día eres el protagonista, con los turistas haciendo fotos a la ciudad y a los corredores, un lujo.
Y de lo mas bonito, a lo mas feo,el tramo de rambla y el Arsenal, hasta Bazán, donde un barco impresionante mostraba su estructura que seguramente habrá dado trabajo a mas de uno de los participantes de esta Ruta.



Es el preludio a las subidas de Fajardo y Galeras, mirabas a lo lejos al escuchar a los conocedores del terreno y te echabas a temblar, muchos kilómetros de subida, aunque suave y por terreno bastante favorable, aunque cuando te acostumbras a ir con un grupo, aunque no sea el tuyo, te cuesta adelantar,al final lo hago antes de llegar a Fajardo y acelero. Tramo de bajada, pero esta vez no corro, busco un sitio y no encuentro para aliviarme, solo he meado una vez y eso es síntoma de deshidratación, pero espero una ocasión mas favorable. Cruce de carretera y subida a Galeras, ahora sí, me cruzo con compañeros a los que siempre he esperado en meta, pero para eso hay que entrenar y yo no lo esto haciendo, aprovecho para animar y coger ritmo, no estoy cansado, no noto ningún dolor, he tomado sales y he comido, poco, pero he comido, ahora hace falta que la cabeza no se venga abajo. Cartel del km 40, primera vez este año que voy a superar el maratón, lo tengo a tiro, pero hay que subir otro km y medio con su bajada correspondiente. Por fin arriba, bien, nada de las penosas sensaciones del infern, intento comer un plátano,imposible, me suben arcadas y lo dejo, me obligo a beber y por fin, puedo miccionar, no lo hago en los portátiles, lo dejo para las mujeres que lo tienen peor.
Hay buen ambiente, pero la bajada hay que aprovecharla y me lanzo, primero se me cae el bidón, para y agáchate, después el postureo, me piden hacer una foto en el 40, les faltan tres kms para volver a pasar por ahí y no me puedo negar. Bajo bien, ahora soy yo el que saluda, cruzándome con multitud de amigos, saludo a Mar que no la había visto el día anterior e iba con un grupazo de amigos, todos juntos desde el principio (Ramón, Chari, Gloria, Lidia y mi presi) les animo y nos deseamos fuerza.
Solo se oye una palabra a mi alrededor, Atalaya, Atalaya, Vídeo de Ramón, Atalaya, miro el perfil y se que hay una subida anterior, que Ilde me dice que no la tenga en cuenta (ya le pillaré), noto el tibial por primera vez, en el momento que la inclinación ha superado lo normal. Me tomo una gominola de cafeina y me acelero, bueno, el corazón, es imposible que haga efecto tan pronto, no se como explicarlo. Hace calor, hasta ahora soportable, pero son las cuatro de la tarde o por ahí y es normal, también tengo hambre. Miro a mi derecha y veo arriba el Castillo de La Atalaya, pero no veo por donde se sube,a priori no me da miedo, aunque habrá que ver hasta donde se baja y noto que lo estamos haciendo.
Una pinada con gente sentada, es el preludio de lo que nos espera, las fuerzas van justas, las caras empiezan a estar desencajadas, es la hora de demostrar quien soy y animo a los que puedo, bien o mal, me van haciendo caso y todos suben, paran, a la sombra, no al sol, poco a poco, metro a metro, los árboles desaparecen, se ve el final, o no, no conozco el sitio, pero veo a alguien conocido, Ángel y Antonella están allí, en lo alto, animando, que importante, me desvío y los saludo, después sigo hasta arriba y doy la vuelta al castillo, Atalaya vencida.
Veo la bajada y me emociono, me encanta, aunque miro mis pies y veo mis zapatillas de asfalto, hasta entonces me han venido bien, ahora no tanto, se escurren y hay que tener cuidado, a pesar de eso, me lanzo en cuanto tengo ocasión y llego al km. 50, último avituallamiento y primer vaso de isotónica de la carrera, no entra mal.
Me pongo a correr y me cruzo con los que ya han terminado, Alejandro, Óscar y ya hasta el final, con Victhor, que pasó un pequeño mal rato y su amigo, con los que hago los últimos kilómetros andando, cediendo el paso en meta a los dos, que iban con sus hij@s y terminando mi primera Ruta, sin sufrir, con la sensación de que he perdido dos horas en algún punto de la carrera y que por fin, después de casi año y medio, vuelvo a entrar en meta de una carrera de mas de cincuenta kilómetros y eso, para mí, sicológicamente, es muy importante.
Sello por última vez y por fin, después de tener cinco medallas concedidas por mi trabajo, por primera vez, un Capitán me la pone, he esperado casi 33 años de mili.
Voy con mis compañeros SR, saludando por el camino a innumerables amigos y duchándome con agua fresquita, pero sin tener los habituales tirones y rampas de tantas y tantas veces, para sufrir, llegarán otras, esta era para terminar, esta era para mí, me la merecía por cabezón y claro, con el cariño que recibo en Cartagena, no podía fallar.

No se si repetiré, me ha gustado, pero tampoco es lo que me esperaba,quizá era mucha la expectativa creada. Muchos geles por el suelo, los guarros se notan mas en carreras de este tipo y eso que había avituallamientos de sobra para que esto no tenga que pasar.Me encantó el recorrido, menos la rambla, pero para ir de A a B, hay que ir por algún sitio. Pero lo que sería la leche, sería este recorrido y el Roldán de propina, Maratón y media de montaña cartagenera, ahí os quiero ver.

miércoles, 1 de febrero de 2017

IV MARATÓN DE MURCIA, BARRIENDO LA CIUDAD


Cuarta edición de la Maratón de Murcia y tercera que vez que hago de globo/práctico/liebre o escoba, la próxima tocará correr, si hay una próxima.
Es difícil contar la carrera cuando eres el cierre, pero intentaré contar lo que vi, viví y sentí, como si fuese un corredor mas de los que allí estaban.
La salida se retrasa, empiezan los nervios de unos y mientras, otros aprovechan para ponerse al día de sus vidas, la diferencia entre corredor y runner es palpable, el corredor espera, el runner se impacienta, yo a lo mio, saludando y dando explicaciones con mi bandera de 5 horas, por lo que opto por quitarla y Santiago me pone el folio con la palabra escoba pegado. No solo salgo el último como es mi trabajo, además me entretengo en ir saludando a los amigos que jalonan la Gran Vía,algunos como espectadores y otros esperando la salida de la suya. Antes salen los patinadores a hacer media maratón, pero poco puedo hablar de su prueba.
Cuando uno lleva cierto tiempo en esto, conoce a la gente y ya desde el principio visualizo a los que serán mis compañeros de carrera, pero no esperaba que tan pronto tuviese que andar, Santiago Hitos sufre un pinchazo en el gemelo y ya desde el principio coge una marcha rápida, pero sin correr. Y me traslado a mis retos solidarios, con el Sombrilla andando y yo corriendo para no perder el ritmo, pero no esperaba que fuese tan pronto. Por suerte el recorrido te hace coincidir con otros corredores e ir saludando y animando su paso, además de poder parar a saludar a los amigos que están viendo la prueba, hablar con la gente de los avituallamientos y compartir charla con la Policía Local y los ciclistas y patinadores que llevaban la vaselina y los antiinflamatorios. No me aburro, con Santiago y Paco vamos hablando de carreras, pero la cosa se empieza a complicar,correr a ritmo de ocho minutos el km,no es fácil ni para mi. Por suerte, la segunda vuelta estamos mas cerca del grupo de los supermaratonianos y con ellos siempre hay un saludo, una palabra, un gesto (Napolitano, Milk, Caballer,Donna Richards, Rafa) además de mis amigos Nacho, Dolera y Moisés.
Avituallamientos bastante completos y como iba despacio,pude beber y tomar lo que quise, excepto en el de los Simplemente Runners , si tomo una cerveza, no sigo, a pesar de estar mi mujer,mi hija y mis amigos y compañeros de grupo en él.
En ese tramo de Juan Carlos I,los quince primeros clasificados nos adelantan, por lo que podemos animar y saludar a los primeros desde un sitio de privilegio.
Pasamos la mitad de la prueba en 02:45mas o menos, esto va para largo.
Lo mejor, vas descontando, ya no sumas, vas restando recorrido y al ser dos vueltas iguales,sabes lo que viene, las largas rectas que tanto agradece el corredor y odias cuando no vas bien.
A partir del kilómetro 32 todo cambia, hemos pasado la subida al puente de Ronda Sur y nos dirigimos al centro de la ciudad, llevamos cuatro motos de policía y un coche detrás, sin pegas hasta que al llegar al rio,nos desvían unos metros del recorrido, han cortado por donde se iba y nos toca variar, Paco no, Paco sigue por donde tenía que ir y tiene unas palabras con el PL , pero este se rie y pasa,se olvida de los 30 euros hora que va a ganar hoy. Por suerte, los que van con nosotros, tienen otro talante y vamos hablando y riendo, cortando las calles cuando corresponde y trabajando como grandes profesionales.


Bajamos Gran Vía y de ahí hacia  Plaza circular, donde Paco García me pone una silla para sentarme y Juan Carlos I, donde nos encontramos otra vez con el grupo de antes que van camino  del km 39. Decido andar y cuando cogen unos metros, correr, llevo mas de cinco horas con un trote que hace que los cuádriceps empiecen a arder y correr mas rápido, si puedo. 40, 41, la Gran Vía y los que marchan a casa nos despiden, huele a meta,los PLs se paran en el giro hacia la catedral y al hacerlo, se ve la imponente Catedral de Murcia,y la alfombra verde en el suelo. Es el momento de Santiago y Paco, me piden que entre con ellos, pero no, es su carrera, yo soy el cierre y no es mi momento, así que 05;47:00 después, entro en meta, mi primer maratón de asfalto con 50 años, mi maratón de asfalto número 18 terminado de 20 en los que estuve en la salida.
 El 26 de junio me lesioné, volviendo a correr a finales de diciembre por primera vez, hoy una nueva medalla cuelga en mi cuello. Gracias a todos.
Felicitar a todos los debutantes que lo han conseguido y a los que no, el solo hecho de intentarlo demuestra de que pasta estáis hechos



Tenía aquí preparado un montón de quejas, pero paso, solo siento impotencia de ver que seguimos siendo unos guarros, que damos pie a que nos denieguen correr por nuestro comportamiento, en una carrera urbana, hay las suficientes papeleras para no llenar la calzada con nuestros residuos, pero esa batalla, está perdida.












martes, 24 de enero de 2017

I PRUEBA DE LA LIGA CXM CREVILLENT


Ya estamos otra vez en marcha y espero que esta si, sea la definitiva. Después de la I Vistalegre Trail, había que seguir aumentando desnivel y me fui a entrenar el domingo pasado por una zona que no conocía, la Sierra de Orihuela por La Aparecida, haciendo un entreno de unos 800 metros positivos, que era el verdadero objetivo de la salida,acumular. Buena compañía de Los Macedonios que tuvieron que ir esperándome todo el tiempo, saliendo al final casi dos horas y media.
Con las agujetas durante un par de días y solo correr algo en el gimnasio, con elíptica,. bicicleta, remo y demás aparatos, lo que hace que no pare y vaya sintiendo cada vez mas fuerza en las piernas y sobre todo en la cabeza, tan importante estos primeros meses después de la lesión.
Y para allá que me lancé, viendo y estudiando el perfil, aunque por mucho que miraba, no veía en el reglamento el tiempo de corte, el que ahora mismo es mi principal problema, aunque en las dos carreras que he hecho, no lo haya tenido.
Carrera sencilla, todo para arriba los nueve primeros kilómetros y todo para abajo los otros once, pero si fuese sencillo, no sería montaña.
Infinitos saludos en la salida y mas con lo poco que me prodigo últimamente, pero lo que no cambia es la salida y lo hago atrás, para controlar al escoba.
La salida por asfalto y de algo mas de un kilómetro, aunque pronto empiezan las primeras cuestas, dudo de si empezar a andar o no, pero como no anda nadie, sigo corriendo, hasta que el cambio de terreno hace que empiece lo bueno y el terreno con las lluvias es muy bueno para correr, aprovechando para coger ritmo y regular la respiración. Pasada por la ermita donde está Toni esperando y  haciendo fotos, junto con otro de los grandes de este deporte, Jesús Jurado,aunque poco a poco se van despegando y me quedo atrás con unas cuantas mujeres y el escoba (Juanito) con Chuchi, a trescientos metros. Me cuesta respirar y prefiero ir poco a poco, parando a andar unos metros y corriendo hasta que me subían las pulsaciones, momento en el que aflojaba; llega el primer avituallamiento y allí está Pascual al que la rodilla le ha jugado una mala pasada,un poco antes fue Roberto el que se dejaba caer y también lo tuvo que dejar. Bebo un vaso de agua y cogemos la subida hacia la Cova del catalá que en la Ultra de Crevillente fue donde estuve haciendo fotos a los primeros, pero en sentido ascendente, allí está Germán ya que es el punto de separación de la junior y la larga. Voy a ritmo y en la bajada voy bien, me siento con ganas y las zapatillas agarran muy bien, pero en la bajada,el tráfico hace que prefiera esperar y no presionar a quien baja con mas precaución,aunque al final me lanzo, encontrándome con Sonia Weber con la que comparto subida y algún comentario sobre las cosas que empiezan a pasar en montaña (algún gel por el suelo y no apartarse).
Es la primea vez que subo por esta parte, por la Tanca del Runar y tengo que decir que es mas duro que por los demás sitios, o eso me parece a mí, pero mis cuentas salen y tenía previsto subir en dos horas, tardando un pelín menos, 1:48. Al llegar arriba hace mucho frio y aire, por lo que bebo un vaso de coca cola y me lanzo aprovechando un pino para aliviarme (no era el pino del alivio) y dejar la compañía de Sonia, cogiendo ritmo y de ir el último,paso a adelantar a algunos compañeros, y lo que cuesta dejar pasar, en fin, cogiendo un buen ritmo o eso creo, pero como no llevo reloj de corredor, todo es relativo. Terreno conocido de la bajada nocturna y vuelvo a oir gente,adelantando a otros tres corredores antes del tramo de subida de la Colla Colorá, que he de reconocer que se me hace largo,no lo esperaba así. A partir de la bajada de la Colla y hasta el avituallamiento del Pouet de la Mel en el Km 15, voy solo, sabiendo que detrás viene gente, pero sin ninguna referencia por delante que me hubiese ayudado seguro y mas tras ver hoy la clasificación, pero la soledad y un par de sustos me hacen ser prudente.
Y aquí empiezo algo nuevo,algo que hace tiempo no notaba, dos pinchazos en los talones, vuelvo a tener ampollas,la confianza me ha hecho descuidado y no me había puesto nada, pero aunque molesta,al ser terreno blando, es soportable.
Por fin el avituallamiento y gente, siendo una chica del club de puzol la que me encuentro, con la que coincidí durante la subida, pero que se me fue en el último tramo de La Vella y mi parada técnica. La adelanto y me las prometo muy felices con lo que me falta, pero un giro inesperado y una subida corta, dura, de las que normalmente ni te enteras, pero sufrí, adelantándome de nuevo mi compañera, aunque en la bajada me volví a ir, por lo que veo no se me ha olvidado bajar.
De aquí a Els Pontets y de allí por la rambla hacia Crevillent, son muchos años corriendo por aquí y es la primera vez que la veo con tanta agua, pero a estas alturas me da igual mojarme, no así a mis compañeros de viaje, por lo que aflojo el ritmo hasta que puedo adelantar y ya junto con otro corredor por delante enfilo camino de la meta, con una sonrisilla y el objetivo de bajar de 3:30, no por nada, si no por ver la entrega de trofeos que creía que no vería, Llego a la meta entre los saludos de los que ya han acabado (casi todos) y con Jaime nombrándome una vez mas en una carrera de montaña y que dure.
Al final 03:25  con un tiempo de 01:48 en los nueve primeros y 01:37 en los doce últimos, aunque viendo al primero, me ha sacado menos en la bajada que en la subida, por lo que me doy con un canto en los dientes.

Y se acabó la montaña con dorsal hasta el Infern Trail, a ver si sigo con la progresión, aunque estoy contento, ya no pienso en lo mal que voy, si no, en lo feliz que estoy de poder seguir corriendo y es que tantos meses fuera, han sido muy duros.




martes, 10 de enero de 2017

I VISTALEGRE TRAIL SIERRA GORDA

Seis meses después de la GTP, volvemos al trail, tras estrenarme en los 11 kms de Aspe antes de finalizar el año, quise probar mi rodilla y está carrera podía ser la prueba perfecta.
Salgo atrás, tan atrás que algunos  pensaron que era el escoba, en compañía de los Macedonios Richi y Nacho, además de Pedro Escudero,con el que no coincidía desde tiempos pretéritos. Nada mas salir y a pesar del aviso de Ilde, tenemos que parar en la primera cuesta, hay que ajustar a todos los corredores por la senda. Hace buena temperatura, corriendo en manga corta y un chaleco, renunciando a los manguitos, eso sí, con mis guantes montañeros,afortunadamente. Entre risas y saludos, Roberto y señora,Juanfra, la Canija, voy cogiendo posiciones,adelantando y viendo que los de alrededor se están iniciando y les costaba bajar con fluidez, aprovechando para adelantar posiciones, aunque un pequeño tapón, me separa de mis compañeros de viaje, a los que vería después, a mí no se me deja tan fácil. Correr sin gps tiene sus ventajas, he disfrutado cuando he ido bien y sus desventajas, no tener referencias de kms cuando vas mal. Los cinco primeros kilómetros son varias pequeñas subidas y bajadas en fila india y que antes de volver al pueblo, me permiten adelantar a varios compañeros, las bajadas todavía las controlo y creo que de los que íbamos en esa zona,era el que mejor bajaba, pudiendo disfrutar. Nueva revuelta y subida hacia la muerte, bueno, allí estaba, yo la vi, no fue un espejismo, terminando en el avituallamiento previo a la subida a la Sierra Gorda, lugar que se hará conocido por ser parte del recorrido de  la Ruta de las Fortalezas de Cartagena. En el avituallamiento puedo saludar a uno de los grandes, Jesús Laborda y bebo un vaso de agua, lo primero en condiciones desde la cena, ya que mi desayuno consistió en un café solo y un plato de magra, sin comentarios.
Unos centenares de metros y se inicia la subida, por pista, aunque con mucha piedra, no voy cómodo y ando mas de la cuenta, en circunstancias normales, se puede correr entera, pero me conformo con trotar algunos tramos, llegando a la mitad y punto donde nos cruzábamos con los que ya volvían, viendo corredores con los que me codeaba hace años y que están a años luz de mi en estos momentos, pero pudiendo aprovechar para ir saludando por el camino, yendo mas pendiente a veces de saludar que de correr,aunque troto en algunos tramos. Ester, Fernando Torreblanca, Antonio Vera, Óscar, con el que me abrazo en plena carrera, Juande, David,Paskui, Martín,los hermanos del Pozo, Ramón Garrido grabando y muchos que no pude reconocer por coincidir en curvas, pero que me nombraban, por lo tanto,amigos seguro.
No veo el final, pero me gusta que lo que queda es para abajo después, poca gente por detrás y ya me voy cruzando con los que salí al principio, señal de que no debe faltar mucho, Nacho, Richi, Juanfra, Pedro, Tamara y su churri, etc. Cuando ya veo la batería del final oigo mi nombre, estando Román , uno de los organizadores,animando al personal, pudiendo saludarle; doy la vuelta, control y para abajo, ha sido 1:23 en hacer 9 kms, con prácticamente todo el desnivel.
Y cuando se supone que debo empezar a carburar, noto que no voy, bajo por inercia, a buen ritmo, pero sin disfrutar, preguntando a cada momento cuanto falta y echando cuentas de lo que tardaría,pienso en el vaticinio que me habían hecho de tardar dos horas y media y no se si reir o llorar, pensar que con mas desnivel he hecho 1,50 en esa distancia y hoy me voy a ir cuarenta minutos mas lejos. Por suerte, muchos conocidos con las fotos y animando,Jose Pablo, J.David y los kms que no pasan, con ganas de terminar, pero con la satisfacción de que no me duele, por primera vez en años no siento dolor, solo la falta de kilómetros y el exceso de peso y eso todos sabemos como se arregla. Empiezo a relajarme y disfrutar del paisaje, viendo la meta, aunque una vuelta nos aleja de ella, llegando a un lugar mágico para mi y que me trasladó seis años atrás, la misma subida que hice en el I Cross de la Policia Local de Cartagena y que me supuso un podium especial, dudando algunos de que me correspondiera por no creer que pesaba mas de 85 kilos, como cambia el cuento.
Y la muerte que me persigue y me llama, desde lo alto, no se si reir o llorar de nuevo, aunque lo que casi hago es vomitar, el viernes estuve vomitando toda la tarde y el esfuerzo me pasa factura, por suerte en la bajada están los macedonios esperándome, acompañando mi triste estampa por el último kilómetro, renunciando a correr la última subida a pesar de los fotógrafos y los ánimos, pero no podía mas, di todo lo que pude y a pesar de eso, tardé 02:17:53 el 267 de 314 entrados en meta y contento de volver al terreno que tanto me da y que espero pronto recorrer disfrutando y no sufriendo, el primer paso está dado y creo que la lesión ha tocado a su fin, he vuelto, espero que para quedarme.
Felicitar a la organización, perfecta, con un buen post a base de michirones de los que dio cuenta mi querida Dulcinea, mi cuerpo no podía comer,era el de las grandes ocasiones, la diferencia,solo fueron 16 kms y 500 positivos.
Dar las gracias a todos por vuestras muestras de cariño, me siento especial en Cartagena aunque no pueda correr lo que quisiera por allí y espero acudir a una segunda edición de esta carrera, además prometo dar mas guerra, algunos a no me volveréis a ver en carrera, lo juro por snoopi.
Se me olvidaba, felicitar también al jefe de ventas del Corte Inglés por su podium (Ico).

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