martes, 24 de enero de 2017

I PRUEBA DE LA LIGA CXM CREVILLENT


Ya estamos otra vez en marcha y espero que esta si, sea la definitiva. Después de la I Vistalegre Trail, había que seguir aumentando desnivel y me fui a entrenar el domingo pasado por una zona que no conocía, la Sierra de Orihuela por La Aparecida, haciendo un entreno de unos 800 metros positivos, que era el verdadero objetivo de la salida,acumular. Buena compañía de Los Macedonios que tuvieron que ir esperándome todo el tiempo, saliendo al final casi dos horas y media.
Con las agujetas durante un par de días y solo correr algo en el gimnasio, con elíptica,. bicicleta, remo y demás aparatos, lo que hace que no pare y vaya sintiendo cada vez mas fuerza en las piernas y sobre todo en la cabeza, tan importante estos primeros meses después de la lesión.
Y para allá que me lancé, viendo y estudiando el perfil, aunque por mucho que miraba, no veía en el reglamento el tiempo de corte, el que ahora mismo es mi principal problema, aunque en las dos carreras que he hecho, no lo haya tenido.
Carrera sencilla, todo para arriba los nueve primeros kilómetros y todo para abajo los otros once, pero si fuese sencillo, no sería montaña.
Infinitos saludos en la salida y mas con lo poco que me prodigo últimamente, pero lo que no cambia es la salida y lo hago atrás, para controlar al escoba.
La salida por asfalto y de algo mas de un kilómetro, aunque pronto empiezan las primeras cuestas, dudo de si empezar a andar o no, pero como no anda nadie, sigo corriendo, hasta que el cambio de terreno hace que empiece lo bueno y el terreno con las lluvias es muy bueno para correr, aprovechando para coger ritmo y regular la respiración. Pasada por la ermita donde está Toni esperando y  haciendo fotos, junto con otro de los grandes de este deporte, Jesús Jurado,aunque poco a poco se van despegando y me quedo atrás con unas cuantas mujeres y el escoba (Juanito) con Chuchi, a trescientos metros. Me cuesta respirar y prefiero ir poco a poco, parando a andar unos metros y corriendo hasta que me subían las pulsaciones, momento en el que aflojaba; llega el primer avituallamiento y allí está Pascual al que la rodilla le ha jugado una mala pasada,un poco antes fue Roberto el que se dejaba caer y también lo tuvo que dejar. Bebo un vaso de agua y cogemos la subida hacia la Cova del catalá que en la Ultra de Crevillente fue donde estuve haciendo fotos a los primeros, pero en sentido ascendente, allí está Germán ya que es el punto de separación de la junior y la larga. Voy a ritmo y en la bajada voy bien, me siento con ganas y las zapatillas agarran muy bien, pero en la bajada,el tráfico hace que prefiera esperar y no presionar a quien baja con mas precaución,aunque al final me lanzo, encontrándome con Sonia Weber con la que comparto subida y algún comentario sobre las cosas que empiezan a pasar en montaña (algún gel por el suelo y no apartarse).
Es la primea vez que subo por esta parte, por la Tanca del Runar y tengo que decir que es mas duro que por los demás sitios, o eso me parece a mí, pero mis cuentas salen y tenía previsto subir en dos horas, tardando un pelín menos, 1:48. Al llegar arriba hace mucho frio y aire, por lo que bebo un vaso de coca cola y me lanzo aprovechando un pino para aliviarme (no era el pino del alivio) y dejar la compañía de Sonia, cogiendo ritmo y de ir el último,paso a adelantar a algunos compañeros, y lo que cuesta dejar pasar, en fin, cogiendo un buen ritmo o eso creo, pero como no llevo reloj de corredor, todo es relativo. Terreno conocido de la bajada nocturna y vuelvo a oir gente,adelantando a otros tres corredores antes del tramo de subida de la Colla Colorá, que he de reconocer que se me hace largo,no lo esperaba así. A partir de la bajada de la Colla y hasta el avituallamiento del Pouet de la Mel en el Km 15, voy solo, sabiendo que detrás viene gente, pero sin ninguna referencia por delante que me hubiese ayudado seguro y mas tras ver hoy la clasificación, pero la soledad y un par de sustos me hacen ser prudente.
Y aquí empiezo algo nuevo,algo que hace tiempo no notaba, dos pinchazos en los talones, vuelvo a tener ampollas,la confianza me ha hecho descuidado y no me había puesto nada, pero aunque molesta,al ser terreno blando, es soportable.
Por fin el avituallamiento y gente, siendo una chica del club de puzol la que me encuentro, con la que coincidí durante la subida, pero que se me fue en el último tramo de La Vella y mi parada técnica. La adelanto y me las prometo muy felices con lo que me falta, pero un giro inesperado y una subida corta, dura, de las que normalmente ni te enteras, pero sufrí, adelantándome de nuevo mi compañera, aunque en la bajada me volví a ir, por lo que veo no se me ha olvidado bajar.
De aquí a Els Pontets y de allí por la rambla hacia Crevillent, son muchos años corriendo por aquí y es la primera vez que la veo con tanta agua, pero a estas alturas me da igual mojarme, no así a mis compañeros de viaje, por lo que aflojo el ritmo hasta que puedo adelantar y ya junto con otro corredor por delante enfilo camino de la meta, con una sonrisilla y el objetivo de bajar de 3:30, no por nada, si no por ver la entrega de trofeos que creía que no vería, Llego a la meta entre los saludos de los que ya han acabado (casi todos) y con Jaime nombrándome una vez mas en una carrera de montaña y que dure.
Al final 03:25  con un tiempo de 01:48 en los nueve primeros y 01:37 en los doce últimos, aunque viendo al primero, me ha sacado menos en la bajada que en la subida, por lo que me doy con un canto en los dientes.

Y se acabó la montaña con dorsal hasta el Infern Trail, a ver si sigo con la progresión, aunque estoy contento, ya no pienso en lo mal que voy, si no, en lo feliz que estoy de poder seguir corriendo y es que tantos meses fuera, han sido muy duros.




martes, 10 de enero de 2017

I VISTALEGRE TRAIL SIERRA GORDA

Seis meses después de la GTP, volvemos al trail, tras estrenarme en los 11 kms de Aspe antes de finalizar el año, quise probar mi rodilla y está carrera podía ser la prueba perfecta.
Salgo atrás, tan atrás que algunos  pensaron que era el escoba, en compañía de los Macedonios Richi y Nacho, además de Pedro Escudero,con el que no coincidía desde tiempos pretéritos. Nada mas salir y a pesar del aviso de Ilde, tenemos que parar en la primera cuesta, hay que ajustar a todos los corredores por la senda. Hace buena temperatura, corriendo en manga corta y un chaleco, renunciando a los manguitos, eso sí, con mis guantes montañeros,afortunadamente. Entre risas y saludos, Roberto y señora,Juanfra, la Canija, voy cogiendo posiciones,adelantando y viendo que los de alrededor se están iniciando y les costaba bajar con fluidez, aprovechando para adelantar posiciones, aunque un pequeño tapón, me separa de mis compañeros de viaje, a los que vería después, a mí no se me deja tan fácil. Correr sin gps tiene sus ventajas, he disfrutado cuando he ido bien y sus desventajas, no tener referencias de kms cuando vas mal. Los cinco primeros kilómetros son varias pequeñas subidas y bajadas en fila india y que antes de volver al pueblo, me permiten adelantar a varios compañeros, las bajadas todavía las controlo y creo que de los que íbamos en esa zona,era el que mejor bajaba, pudiendo disfrutar. Nueva revuelta y subida hacia la muerte, bueno, allí estaba, yo la vi, no fue un espejismo, terminando en el avituallamiento previo a la subida a la Sierra Gorda, lugar que se hará conocido por ser parte del recorrido de  la Ruta de las Fortalezas de Cartagena. En el avituallamiento puedo saludar a uno de los grandes, Jesús Laborda y bebo un vaso de agua, lo primero en condiciones desde la cena, ya que mi desayuno consistió en un café solo y un plato de magra, sin comentarios.
Unos centenares de metros y se inicia la subida, por pista, aunque con mucha piedra, no voy cómodo y ando mas de la cuenta, en circunstancias normales, se puede correr entera, pero me conformo con trotar algunos tramos, llegando a la mitad y punto donde nos cruzábamos con los que ya volvían, viendo corredores con los que me codeaba hace años y que están a años luz de mi en estos momentos, pero pudiendo aprovechar para ir saludando por el camino, yendo mas pendiente a veces de saludar que de correr,aunque troto en algunos tramos. Ester, Fernando Torreblanca, Antonio Vera, Óscar, con el que me abrazo en plena carrera, Juande, David,Paskui, Martín,los hermanos del Pozo, Ramón Garrido grabando y muchos que no pude reconocer por coincidir en curvas, pero que me nombraban, por lo tanto,amigos seguro.
No veo el final, pero me gusta que lo que queda es para abajo después, poca gente por detrás y ya me voy cruzando con los que salí al principio, señal de que no debe faltar mucho, Nacho, Richi, Juanfra, Pedro, Tamara y su churri, etc. Cuando ya veo la batería del final oigo mi nombre, estando Román , uno de los organizadores,animando al personal, pudiendo saludarle; doy la vuelta, control y para abajo, ha sido 1:23 en hacer 9 kms, con prácticamente todo el desnivel.
Y cuando se supone que debo empezar a carburar, noto que no voy, bajo por inercia, a buen ritmo, pero sin disfrutar, preguntando a cada momento cuanto falta y echando cuentas de lo que tardaría,pienso en el vaticinio que me habían hecho de tardar dos horas y media y no se si reir o llorar, pensar que con mas desnivel he hecho 1,50 en esa distancia y hoy me voy a ir cuarenta minutos mas lejos. Por suerte, muchos conocidos con las fotos y animando,Jose Pablo, J.David y los kms que no pasan, con ganas de terminar, pero con la satisfacción de que no me duele, por primera vez en años no siento dolor, solo la falta de kilómetros y el exceso de peso y eso todos sabemos como se arregla. Empiezo a relajarme y disfrutar del paisaje, viendo la meta, aunque una vuelta nos aleja de ella, llegando a un lugar mágico para mi y que me trasladó seis años atrás, la misma subida que hice en el I Cross de la Policia Local de Cartagena y que me supuso un podium especial, dudando algunos de que me correspondiera por no creer que pesaba mas de 85 kilos, como cambia el cuento.
Y la muerte que me persigue y me llama, desde lo alto, no se si reir o llorar de nuevo, aunque lo que casi hago es vomitar, el viernes estuve vomitando toda la tarde y el esfuerzo me pasa factura, por suerte en la bajada están los macedonios esperándome, acompañando mi triste estampa por el último kilómetro, renunciando a correr la última subida a pesar de los fotógrafos y los ánimos, pero no podía mas, di todo lo que pude y a pesar de eso, tardé 02:17:53 el 267 de 314 entrados en meta y contento de volver al terreno que tanto me da y que espero pronto recorrer disfrutando y no sufriendo, el primer paso está dado y creo que la lesión ha tocado a su fin, he vuelto, espero que para quedarme.
Felicitar a la organización, perfecta, con un buen post a base de michirones de los que dio cuenta mi querida Dulcinea, mi cuerpo no podía comer,era el de las grandes ocasiones, la diferencia,solo fueron 16 kms y 500 positivos.
Dar las gracias a todos por vuestras muestras de cariño, me siento especial en Cartagena aunque no pueda correr lo que quisiera por allí y espero acudir a una segunda edición de esta carrera, además prometo dar mas guerra, algunos a no me volveréis a ver en carrera, lo juro por snoopi.
Se me olvidaba, felicitar también al jefe de ventas del Corte Inglés por su podium (Ico).

https://www.facebook.com/fausto.chicano/media_set?set=a.10207982211543268.1073741920.1537269971&type=3&pnref=story

http://www.lineadesalida.net/wp-content/uploads/2016/09/Gen-Punto-Int-Ofi1.pdf?3a6b08

jueves, 5 de enero de 2017

MI PRIMERA CARRERA

Sin pensarlo, sin apenas conocer nada de este mundo, al ver un anuncio por Internet, decidió apuntarse a la media maratón de su ciudad. Hasta ese día, ni sabía que existía, aunque llevaba cerca de cuarenta ediciones en marcha. Leyó el reglamento y ese día se enteró de que para correr se usaba chip, si no lo tenías en propiedad, pagabas algo mas, miró hacia su perra y dijo, pronto seremos iguales y sabré lo que te dolió, también me pondré chip. Era el uno de marzo de dos mil nueve y la carrera la "Media Maratón de Elche".
Una tienda de deportes fue el lugar elegido para hacer la inscripción, lo de la pasarela de internet y esas cosas, todavía no eran habituales y además estaba cerca de su casa; el primer paso estaba dado, ahora a esperar.
Fueron cuatro semanas de preparación, en una cinta en el gimnasio, con unas zapatillas normales y sin ninguna referencia, haciendo uso de un plan de entrenamiento de la revista runners de doce semanas, de las que quitó las ocho primeras.
Una salida el domingo anterior por una zona conocida, fue su única salida a la calle, además de ver que era diferente pisada, una ampolla hizo aparición tras los veinte kilómetros de prueba. El tiempo le pareció espectacular,con el tiempo se daría cuenta de que no estaba bien medido, pero sirvió de acicate y motivación.
Y llegó el sábado y la recogida de su primer dorsal, con su hoja de inscripción, su DNI y su cara de no saber que hacer, recogió su primera bolsa,su primera camiseta y sus primeros imperdibles, además de innumerable publicidad, como no tenía con qué comparar, todo le pareció bien. Vio como se saludaban unos y otros, con chandal de diversos equipos, con las excusas que le sonaban a chino, palabros mas que palabras, risas y apretones de manos, ningún conocido.
Como no sabía que es lo que tenía que cenar,hizo lo de siempre, lo de cualquier sábado, lo mismo que para el desayuno, no cambió un ápice su rutina. Dorsal colocado en su camiseta de estreno, regalo de su mujer y que serviría para iniciarse en el mundo de las carreras, serviría para sentir lo que otros muchos sintieron antes que él, serviría para empezar algo que en ese momento no significaba nada.
Puede ir andando y ver el ambiente, la policía, protección civil y una oleada de corredores, unos ya con ropa de faena y otros con la bolsa recién recogida; por fin alguien conocido y primeros consejos, es tu primera carrera, tranquilo y despacio, ya correrás.
Ropas de colores, tirantes en su mayoría,pantalones, pocas mallas, calcetines y medias de compresión, reflex y relojes, zapatillas de todas las marcas, pocas Puma como las suyas, de andar, no de correr, pero nadie se lo había dicho. Unos corredores con globos pasan a su lado, no sabe que hacer ni como funciona, se coloca en la salida y cada vez va mas hacia el final, perdona, ehh, otro que pasa delante, en fin, van con ropa de clubs, correrán mas, que salgan delante. Nota la tirita que se ha puesto en la ampolla, no sabe todavía como hacerlo.
La música eleva su tono,los corredores alzan sus manos al cielo, se oye una explosión...enciende su reloj casio, corre, para, otra vez corre y por fin pasa la salida, dos minutos después,inicia su primera carrera, todo es mirar hacia los lados, perdón, nunca ha corrido con gente y hay mucha en el Paseo de la estación, hasta que gira hacia Blasco Ibáñez y lo que ve le deja pasmado, una larga comitiva de corredores que ocupan toda la calle, extendiéndose hasta que se pierde la vista en un impresionante desfile.No ve los primeros kilómetros, tanta gente se lo impide, solo ve su reloj, cinco, diez y por primera vez un kilómetro, el cuatro, lleva veintitrés minutos, a una media de cinco cuarenta y cinco, lo que le dijo su consejero, pero se olvida que salió dos minutos después, esas cosas uno no las sabe, se aprenden con el tiempo. Puente del Bimilenario y un poquito después, su primer avituallamiento, no es capaz de coger agua,alguien le pasa una botella y bebe un trago,por suerte el día amanece lluvioso y no hace calor, el día perfecto. Bajada de la rata y las piernas se van, empieza a ver huecos y corre mas cómodo, seis,siete, los kilómetros avanzan, pasa cerca de su casa y sube por Reina Victoria,la calle que mas ha recorrido, pero nunca se dio cuenta lo larga que era, giro hacia la cruz de los caídos y ahora donde?, kilómetro diez, juzgados, el raval y hacia el sixto marco, allí está el kilómetro doce y ve que lleva una hora exacta, dos kilómetros después, en el catorce, una hora diez, no vuelve a mirar el reloj, empieza la lluvia  y las piernas se van solas, adelantando corredores, animando cuando pasa y con una sensación de poder con todo, en ese momento sin embargo,la tirita le molesta y va jugando con el dedo para colocarla. Pasan los kilómetros y antes del nuevo paso por meta, escucha como llegan y nombran a los primeros, su primera crisis llega en el kilómetro dieciséis, aunque el ver entrar a meta a los corredores le entretiene durante un rato. Otra vez hacia Blasco Ibáñez, pero esta vez hay menos gente y la que hay está mas dispersa, algunos andando, en el suelo, estirando, no mira, solo quiere terminar,giro por Concepción Arenal, picando hacia abajo y le vuelve a dar ritmo a las piernas, Reina Victoria, Ayuntamiento y cuando cree que girará, se da cuenta de que no, sigue hacia adelante, en dirección a la Plaza de Benidorm y de ahí hacia arriba, hasta volver a Candalix y dirigirse a los últimos dos kilómetros. Esta vez es él el que se cruza con otros corredores, estos van por su primer paso y el oye a lo lejos al locutor, acelera por instinto y deja a un montón de corredores con la respiración entrecortada y esa cara crispada tan común, giro y la meta está próxima, ahora es a él al que adelantan, pero no es su guerra, está a punto de acabar su primera carrera y no sabe que hacer,levanta los brazos por instinto, ve que el crono marca 1:41 y sonríe mientras el agua corre por su cara y le persigue en su paso hasta el agua y el avituallamiento final, ha conseguido acabar su primera carrera, sin sufrir en exceso y con buenas sensaciones. Una fruta, una cerveza, cambio de ropa y su primera mirada a una clasificación, no se encuentra, hasta que ve que está mas arriba, su tiempo ha sido 01:39:40 en su primera carrera, en ese momento no le da importancia, con el tiempo sabrá que fue la carrera de su vida. La lluvia impide que disfrute de su primer postcarrera, las agujetas llegan de forma inmediata y no puede moverse, empieza a conocer la vida de un corredor, hoy siete años después, sigue en la brecha, con otras ilusiones y con otras metas.


Esta sería la crónica que nunca hice y que saben  los que me conocen, muchas cosas y sobre todo, muchos amigos he conocido y sigo teniendo esas ganas, aunque como la primera vez no tenga mariposas en el estómago, de seguir corriendo durante mucho tiempo.