lunes, 22 de julio de 2013

BOTAMARGES, ENTRENO MITAD DE CARRERA


Dicen de mí los que me conocen, que no le tengo miedo a nada, pero no es cierto, tengo muchos miedos, y uno de ellos está relacionado con esta carrera. Me da miedo haber metido el gusanillo a un montón de gente y que luego no les guste, pero hasta ahora, a todos les ha gustado y casi todos repiten. Pero esta vez es diferente, esta vez los que me acompañan son los de mi grupo de entrenos y claro, una cosa son los pirineos ilicitanos y otra muy distinta la sierras que nos vamos a encontrar en Forna y alrededores. Aprovechando que Jose y el resto organizan un entreno por la mitad del recorrido, no me lo pensé y dije de asistir, por circunstancias solo fuimos cuatro de Elche, mas Ana y Alfredo de Alicante, también se acercó Fran (lleva dos ediciones) y otros quince locos de la montaña para juntarnos veintitantos en este entreno.
Soy consciente que ya estoy descansado de la temporada tan dura que he tenido, pero me faltaba una prueba de fuego, una cosa es hacer ochenta kilómetros con un coche de apoyo y mis amigos, otra cosa es ir al barranco del infierno andando y otra muy diferente hacer casi tres mil metros de desnivel entrenando y en este caso, tan difíciles son las bajadas como las subidas.
Salimos puntuales y a las siete y media de la tarde, otra vez por sus calles, otra vez veo su lavadero, otra vez, pero diferente, esta vez es de día, esta vez voy a poder ver lo que en la carrera no puedo, otra vez voy en dirección a la safor.





La salida es cuesta abajo y el grupo se parte en dos desde el principio, mas o menos  la mitad de los participantes, yo me quedo con los míos y los que parecen mas de mi nivel. Tras la primera bajada nos hemos comido mas de kilómetro y medio, comento lo que se dice en carrera en esos momentos "pero esto no era de montaña" "cuando se sube?", las típicas palabras de nervios que nos hacen olvidar lo que nos espera; giro a la izquierda y empezamos a subir, corro en la subida como en alguna de mis anteriores participaciones, son casi tres kilómetros de subida y no es nada mas que el comienzo. Empezamos a sudar como locos, hace mucho calor y mucha humedad, se que van a  ser dos horas aproximadamente hasta llegar a Villalonga y repostar. Nos esperan arriba, como he dicho he decidido esperar con los de atrás, se que es una trotada y si voy delante tendré que ir parando mas tiempo, prefiero ir con Jesús y Juan, este no lleva buena cara, supongo que será de los nervios. Javi se ha ido por delante con Ana y Alfredo, Fran va a mitad de camino y nos espera también, está empapado y esto no hace mas que empezar.
Tras el primer reagrupamiento me asombro de las vistas, esto se hace de noche como he dicho y es precioso, una pena no verlo en carrera. Hacemos unos cuatro kilómetros de sendas con algún despiste del grupo delantero que me recuerda mi participación del 2011 y los kms de mas que tuve que hacer, hasta que llegamos a Villalonga, jose se queda con nosotros como en el resto del recorrido, pero esto ya lo conozco, esto se hace de día y estoy seguro de no perderme. Al llegar a la fuente del pueblo repostamos, unas fotos y camino del rio, se empieza a hacer de noche y todo cambia, este tramo es precioso, pero no podemos verlo de noche. Desde Villalonga hasta el inicio de la subida se puede dividir en dos partes, la primera hasta el propio rio y cruzar por los bidones que es casi llano y el otro tramo mas en pendiente, creo que uno de los errores en la subida es este tramo, la mayoría van rápido, pero estamos subiendo y creo que hay que guardar fuerzas y comer antes de empezar.



Y por fin llegamos al punto que define esta carrera, de esta subida depende el devenir de la misma, si acabas bien esta subida, acabarás bien la prueba. Son ochocientos metros de subida en unos cuatro kilómetros; me quedo el último, prefiero que jesús, javi y juan vayan delante, yo se que la voy a hacer bien, es la cuarta vez y las subidas son  mi especialidad, pero antes me tomo un gel, son nuevos y quiero probarlos. Poco a poco los de delante cogen un ritmo bestial, ahí hay mucho fiera y el otro grupo vamos juntos, no tenemos prisa, al final adelanto y me pongo delante de este segundo grupo, la subida la hacemos fácil, aunque Juan va sufriendo, el resto reimos, hablamos y soltamos chorradas. Poco a poco llegamos al asfalto y la segunda parte de la subida, al ser tierra y asfalto se hace más cómoda y pasamos por la mítica casa tarzán, cuantos recuerdos, aquí el año pasado corrí un rato para soltar piernas en varios tramos hasta el avituallamiento, este año los organizadores han llevado agua y plátanos para el entreno, un detallazo que demuestra que son corredores. Pregunto a los míos y tras beber doscientos litros de agua o cuatro garrafas, vaya calor, empiezo la subida, les digo que les espero arriba, se que soy más rápido y quiero probarme, de todas formas no hay pérdida es subir durante dos kilómetros largos y casi quinientos de desnivel; pongo las manos en el suelo para ayudarme en varias ocasiones, pero me noto fino, por detrás miro y veo las luces del resto, ya se han puesto en marcha, por arriba las luces  se ven casi al final de la subida, pero esto es muy largo, pongo el garmin en modo altura y me guío por él, quinientos, seiscientos, setecientos, se que no voy a sufrir, el año pasado en este punto llevaba los cuádriceps ardiendo y solo quince minutos menos de tiempo, ochocientos, novecientos, esto está acabando y de golpe oigo a los de arriba, se ve que he subido muy deprisa, ahí me encuentro con Alfredo que está teniendo rampas y está tocado, se han despistado, igual que yo, aunque enseguida encuentran el camino; oigo por detrás al resto y seguimos hacia el nevero, ahí hay gente acampada, como mínimo supongo que se habrán llevado una sorpresa de ver a veintitantos tios corriendo por la noche. Empezamos la técnica y jodida bajada, esto en carrera es de día y ya es difícil, pero de noche y sin  marcas es terrible, voy el primero y me despisto, tengo que recular y volver sobre mis pasos; le pregunto a Jesús por Juan y me dice que se han ido por la carretera, estaba vomitando y se ha ido con dos de los chicos que venían, de todas formas le ha servido para  ver la zona y saber lo que hay. Nosotros seguimos y en una de las esperas y cuando grito para ver si venían los de detrás me escurro y me doy un golpe en la rodilla, un año después llego a la font dels oblits sangrando, que novedad. Ahí nos reagrupamos y tras los problemas musculares decidimos irnos por la carretera y no hacer los últimos tres kilómetros de bajada por camino, hacemos un recorrido mas largo, pero más cómodo. Llegamos a orxa y tras un reponedor tercio, nos llevan hasta Forna y nuestro bocadillo, creo que nos lo hemos ganado, Juan sigue mareado, pero se va recuperando poco a poco.


Aunque en un principio Jesús no tenía claro después de ver el recorrido hacer la carrera, creo que ya sabe lo que hay y nos toca entrenar fuerte, Alfredo también se ha dado cuenta de la dureza y solo el baby Javi, la haría sin dudar, los demás ya hemos hecho montaña y sabemos que esta no es la más dura, ni la más larga, ni la mas....pero es mi carrera, si tuviese que hacer una al año, sería esta y si por desgracia algún año no la hago por lesión, desde luego que la organización puede contar conmigo  para lo que haga falta.
Al final han sido treinta y un kms en seis horas, en carrera lo hago en cinco, tampoco ha estado mal para ser una trotada, sale mas en el garmin porque no apagué el tiempo.

http://connect.garmin.com/activity/345785826



3 comentarios:

paco dijo...

Como tu bien dices mas vale un buen entreno que una mala carrera. Un saludico.

ALBERTO dijo...

Buen entreno para estarde vacaciones Fausto.
EN este tiempo a la montaña hay que ir de noche o irse a Pirineos, que aquí hace muuuuuuuuuuucho calor.
Lleva cuidado con las caidas
Un saludo

ramonet dijo...

Que recuerdos más buenos che, como los echaré de menos este año. Se te ve fino, este año el sub 10 lo tienes cerca