martes, 29 de diciembre de 2015

I LA VARA TRAIL, NOS DIERON LA VARA?

Tercer maratón de montaña en 21 días y tercer maratón que completo, sin mas y nada menos.
Con esto de las vacaciones navideñas y unas cuantas cosas relacionadas con la carrera, hacía que no tuviese claro el tema de escribir la crónica, pero es una carrera que se lo merece, mas que el autor.
La temporada en diciembre tenía la Falco trail y nada más, al final se unió el Desafío Lurbel y esta prueba, a la que fui por la amistad con uno de los organizadores y tengo que decir, que no me arrepiento.
MACEDONIOS POWER 
Vamos los seis macedonios a la prueba, un seis por ciento de los participantes de esta maratón somos de este grupo, un porcentaje alto. Iniciamos la carrera juntos, aunque pronto Pepe se va para delante, está fuerte el abuelo y no conviene seguirle. El resto va renqueante, con dos lesionados y uno agotado, por lo que se presume sufrimiento extremo, aunque si se puede llegar, se llegará.
La salida por la rambla indica lo que va a ser la prueba, nos quedamos atrás, aunque en las primeras rampas vamos un grupo numeroso alternando posiciones, junto a los Triscamontes de Elche y Superman, esas braguitas rojas sigo viéndolas en sueños.

Subimos la primera dificultad por un terreno favorable para coger velocidad aunque vayamos andando, son unos ocho kilómetros,mas el regalo de la salida, diez. Salva, Nacho y Richi por delante, Fernando y después yo, tengo claro que voy a ir a mi bola, aunque me quede solo, mi cuerpo no está para mucho y quiero ir jugando con el reloj, una vez mas. La Cima de las Balsicas es el primer punto alto del día, voy todo el rato con los bastones, pero no llevo los guantes, me los he dejado en la bolsa; el cortavientos empieza a sobrar y me lo quitaré en el avituallamiento cuando llegue, las polainas me fallan, me ha entrado una piedra en mis viejas JOMA, desgastadas y que espero se porten. Bebo agua y relleno el bidón que llevo vacÍo, siempre salgo con uno vacÍo, como un trozo de plátano que está negro. Unos selfies y bajada, se van todos, prefiero bajar a mi ritmo y no empezar a cebarme, son los minutos que hace que todas las carreras me quede atrás, no se si será bueno controlar tanto el esfuerzo, espero que nuevos objetivos, tengan en mí, nuevas formas de correr, como hacía antes, cuando no me preocupaba del tiempo y los cierres de control, corría y punto, hasta donde pudiese.
En la bajada se recupera lo perdido en la subida, no siempre es así en montaña, es una buena bajada para correr, el kilómetro mas rápido de la carrera lo hago en esta. Cruce y pista para arriba según me indican, vamos tres corredores juntos, y al mirar a la derecha veo a mi grupo y unos cuantos corredores mas, algo raro ha pasado, alguien se ha equivocado, eso hace que nos volvamos a unir en las primeras estribaciones del Pico del Buitre. Empiezo a ir mejor, ya he sudado y las piernas van cogiendo alegría, el tiempo es estupendo y la compañía también, empezamos a coincidir con los primeros senderistas, en realidad fue al salir del segundo avituallamiento. 
Empieza una zona complicada, mas desnivel y mas piedras, en realidad, empieza una carrera de montaña, hasta ese momento había sido trail. Nuevos amigos y zona de semi-escalada y eso que pregunté en la charla sobre el asunto, puedo subir bien y sirve para saludar a los amigos, es la zona que mas me gusta, por tercera vez subo a este Pico, por primera vez y gracias a estar Footer Trooter primero y los macedonios después, tengo foto en el Vértice geodésico. Fotos, vistas, saludo a los primeros corredores de la media que empiezan a pasar y para abajo. Tres horas quince, 18 kilómetros y la mitad del desnivel hecho, creo que en ochos horas estaré en meta.

EMPIEZA EL SUFRIMIENTO
Bajada espectacular...para llevar zapatillas, en mi caso, sufrimiento y control como puedo, me escurro muchas veces, pero de algo me tiene que servir la experiencia y bajo relativamente bien, por fin llega la pista y ya vamos Fernando y yo solos. aunque cerca de los demás. Un rato por ella y llegamos al avituallamiento que iba a romper los cánones de las carreras, pues los rompió, escaso escaso, con gelatina que será la base de mi alimento y sales que creo que me vinieron bien. Las caras empiezan a cambiar, solo vemos corredores de la media. Buena y peligrosa bajada a parir de ahí, nosotros pasamos a los senderistas, los de la media a nosotros y al final no coges ritmo nunca, cada vez que corres, te tienes que parar para dejar pasar y no siempre te viene bien.Lo positivo, ir saludando compañeros que han sido mas listos que tu y han hecho la corta, todos son ventajas, acabas antes, tienes avituallamiento en meta....
Llegamos al punto de separación de las dos pruebas, se acabó el problema.
No tengo molestias, voy relativamente bien y como un trozo de barrita sabor café aprovechando la subida, en principio, la penúltima. Hace calor, parece mentira que sea diciembre y la subida se hace dura,poco a poco el cansancio de mis otros dos maratones llega, por suerte llevo la mitad del recorrido, si me llega en el Buitre, hubiese seguido por donde la de 21?. 
Se me acelera el corazón y tengo que ir parando, me voy echando agua en la cara, de golpe me llega todo el cansancio, veo el final de la subida y respiro, procuro parar el menos tiempo posible, pero cuesta, hasta que por fin llego a la Cima del reventón, quedo tocado y espero para coger el tono.
En la bajada me caigo, en una zona limpia, me meto una hostia del quince, la mano, la rodilla y después en casa, la cadera, la espalda...me lleno de sangre, aunque el dolor dura poco, dura mas el de la cabeza, un tramo sencillo, me confio y zas. 
Llegamos al avituallamiento del que salen nacho y richi, mira, no vamos tan mal o nos están esperando, supongo que las dos cosas, a veces es sicológico todo. Miro el avi y me entran ganas de llorar, pues nada,mas gelatina para el cuerpo, está buena. 
Vemos la subida y no me cuadra, llevamos 27 kms, 25 de los de antes, la última subida está en el 34 nuevo, no es una subida, es un cortafuegos vertical, duro, donde Fernando empieza a sufrir, yo me voy por delante, no puedo pararme, el aire en la cara me hace ver que estamos arriba, a 1370 meros, esto no estaba en el mapa, aunque si que lo recordaba de la charla. Desde la cima hasta la pista, muchas piedras, de las que no me importan yendo bien, me recuerda a Benissa, pero no recuperas lo perdido. He hecho poco mas de 3 kilómetros en una hora, aunque según la organización nos dijo, el corte era en el 30 a las ocho horas, nosotros llevamos cinco y algo, no me cuadra.
Pista de las de correr y aprovechamos poco el terreno, soy yo el que va mal, troto a ratos, menos de lo que debería. Entramos en una finca y baja un coche de la Cruz Roja, me miran, saludan y siguen, menos mal que voy ensangrentado, ni preguntan. Pronto empieza el camino a complicarse, el terreno es incómodo, pero no tan malo como dijeron en la charla. El final de otro Ortega llega, la última subida se termina. Llevamos seis horas y 34 kilómetros, según mis cuentas en dos horas en meta.
Llegamos al quinto avituallamiento, kilómetro 36/34 y nos dice que el que no pase en ocho horas, se tendrá que bajar con él, es aquí el corte, no en el 30, en ese momento creo que me doy cuenta que vamos a estar muy cerca de los 46 kilómetros. Somos los dos últimos corredores en pasar, el resto lo tiene que dejar y el chico con el que coincidimos, lo deja también, va roto y ha llegado hasta allí.
Aprovecho la acequia para lavarme la sangre e iniciamos la rambla, trotamos a ratos, pero es imposible, el cansancio mio, los calambres de Fernando y lo incómodo del recorrido nos hace tomar precauciones, solo no se si hubiese aguantado este tramo, me hubiese vuelto loco, 40, 41, 42, esto no se acaba, cuando por fin subimos,otra vez para abajo, la rambla nos está hundiendo, me olvido de las ocho horas y de las nueve. En uno de los puntos,   meto el pie en un agujero y me quedo clavado, cayendo con una postura que no se a estas alturas como no me rompí nada. Tengo mi primera rampa al intentar incorporarme, la postura es de risa, aunque tengo pocas ganas de reir. Subimos de nuevo, 44 kilómetros, no es posible, debería haber un control,pensamos que lo han quitado, Caravaca está cerca, la vemos. Suena el teléfono, es Demy, la escoba de la prueba, la han bajado hasta la carretera y nos espera, pero no se donde estamos. Por fin el control, pregunto y me dicen que quedan dos, les digo que no, que no puede ser, serán cuatro, no me contestan. Nueva llamada y explican a demy que estamos cerca. Llegamos a su altura y seguimos por un tramo en el que alternamos el correr y el andar, hasta que llegamos al punto por el que salimos por la mañana, ahora si quedan dos kilómetros. 
Se hace eterno, miramos los focos y no llega la meta, todavía hay que dar la vuelta al polideportivo. Soriano está esperando, nos hace unas fotos y nos anima, no estamos ni contentos, es esa sensación de hacer lo que tienes que hacer y punto. Subimos las escaleras y damos la vuelta a la pista de atletismo, Juanfra nos acompaña, no queda nadie, ni el reloj del tiempo. Desiré, Ana, Juanfra, J.Pablo y  J.David. El hijo de Fernando entra con él, nos ponen la cinta en la meta y 9 horas 45 minutos después, entramos en meta, los últimos, pero dentro del tiempo, han sido 48 kilómetros con un amigo, con nuestras historias, igual que aquel día de octubre de 2011 donde en menos de once horas entramos en la meta de Botamarges e igual que aquel duro día de la Perimetral 2013, entramos juntos en meta, como en Callosa, siempre sufriendo uno de los dos, es nuestro sino.

COMENTARIO
Gracias a J. Pablo por el alojamiento y las fotos; a Soriano y Laura por ir con ellos y esperarme hasta que llegué. A los macedonios por todo lo hecho y por lo que nos queda.
A la organización darle ánimos y por supuesto criticar los fallos imperdonables. No puede ser que se hagan 48 kilómetros, si se modifica la salida, hay que buscar una variante y viendo los mapas, lo había. Avituallamientos flojos, la meta vacía cuando llegué yo y sin nada, yo no soy de comer, pero no tuve nada. Recorrido espectacular, si arregláis lo de la salida y se sale de donde estaba previsto, se ganará mucho. Información, el corredor debe saber en todo momento por donde corre y lo que le falta. Voluntarios buenos, pero escasos, con zonas donde no había nadie, algún día habrá alguna desgracia. La bolsa desigual, no todos tuvimos lo mismo. Si no se puede hacer un maratón, se puede hacer una de 30 buena, el recorrido es muy bonito. Es una primera edición y se que ha sido difícil, cuando además de no recibir ayudas, se intenta fastidiar, peor todavía. Pero la fiesta al corredor quedó en una carrera en la que fuimos los amigos a correr y así no se puede mantener una prueba. Creo en esta carrera y creo que puede ser un referente, pero hay que empezar por los voluntarios, no puede una persona llevarlo todo. Yo iré a la II edición, si puedo.
En esta carrera además hubo varias cosas muy personales, pero si algo saben mis amigos es que soy una tumba y lo que pasa en La Vara, se queda en La Vara.


6 comentarios:

Roma Victrix! dijo...

Que grande eres, y muy grafica la caída, zagal, algún día alguno te reconocerá lo gran corredor que eres, no me cabe duda, pero desde ya te digo que eres una gran persona, honesto contigo y con los demás como pocos he conocido, sin mariconadas, te admiro....pero lo que pasa en tu blog, queda en tu blog, que lo sepassss.

Saludos de tu macedonio cántabro favorito.

fausto dijo...

Nos merecemos una carrera todos bien,aunque sea por estadística. Skopje se lo merece

ramonet dijo...

Con todo lo que has de meditar, yo sigo pensando que tres maratones seguidos es cosa al alcance de pocos, seguimos banalizando cosas muy importantes

Dani dijo...

Enhorabuena, de la carrera mejor no opino, de saber lo que me encontre, me hubiese quedado en casa

ALBERTO dijo...

Pues menud vara, a punto estube de inscribirme, visto lo leido, acerté quedandome sin hacerla.
Ahora a reponerse Fausto que el cuerpo (aunque sea de la Guardia Civil) hay que darle descanso.
Un saludo, FELIZ salida y entrada de año.

Santiago Hitos dijo...

Fausto que CAMPEON estas hecho con las TRAIL con lo duras que son, lo tuyo es para quitarse el sombrero CHAPO.
Un fuerte abrazo.