jueves, 5 de enero de 2017

MI PRIMERA CARRERA

Sin pensarlo, sin apenas conocer nada de este mundo, al ver un anuncio por Internet, decidió apuntarse a la media maratón de su ciudad. Hasta ese día, ni sabía que existía, aunque llevaba cerca de cuarenta ediciones en marcha. Leyó el reglamento y ese día se enteró de que para correr se usaba chip, si no lo tenías en propiedad, pagabas algo mas, miró hacia su perra y dijo, pronto seremos iguales y sabré lo que te dolió, también me pondré chip. Era el uno de marzo de dos mil nueve y la carrera la "Media Maratón de Elche".
Una tienda de deportes fue el lugar elegido para hacer la inscripción, lo de la pasarela de internet y esas cosas, todavía no eran habituales y además estaba cerca de su casa; el primer paso estaba dado, ahora a esperar.
Fueron cuatro semanas de preparación, en una cinta en el gimnasio, con unas zapatillas normales y sin ninguna referencia, haciendo uso de un plan de entrenamiento de la revista runners de doce semanas, de las que quitó las ocho primeras.
Una salida el domingo anterior por una zona conocida, fue su única salida a la calle, además de ver que era diferente pisada, una ampolla hizo aparición tras los veinte kilómetros de prueba. El tiempo le pareció espectacular,con el tiempo se daría cuenta de que no estaba bien medido, pero sirvió de acicate y motivación.
Y llegó el sábado y la recogida de su primer dorsal, con su hoja de inscripción, su DNI y su cara de no saber que hacer, recogió su primera bolsa,su primera camiseta y sus primeros imperdibles, además de innumerable publicidad, como no tenía con qué comparar, todo le pareció bien. Vio como se saludaban unos y otros, con chandal de diversos equipos, con las excusas que le sonaban a chino, palabros mas que palabras, risas y apretones de manos, ningún conocido.
Como no sabía que es lo que tenía que cenar,hizo lo de siempre, lo de cualquier sábado, lo mismo que para el desayuno, no cambió un ápice su rutina. Dorsal colocado en su camiseta de estreno, regalo de su mujer y que serviría para iniciarse en el mundo de las carreras, serviría para sentir lo que otros muchos sintieron antes que él, serviría para empezar algo que en ese momento no significaba nada.
Puede ir andando y ver el ambiente, la policía, protección civil y una oleada de corredores, unos ya con ropa de faena y otros con la bolsa recién recogida; por fin alguien conocido y primeros consejos, es tu primera carrera, tranquilo y despacio, ya correrás.
Ropas de colores, tirantes en su mayoría,pantalones, pocas mallas, calcetines y medias de compresión, reflex y relojes, zapatillas de todas las marcas, pocas Puma como las suyas, de andar, no de correr, pero nadie se lo había dicho. Unos corredores con globos pasan a su lado, no sabe que hacer ni como funciona, se coloca en la salida y cada vez va mas hacia el final, perdona, ehh, otro que pasa delante, en fin, van con ropa de clubs, correrán mas, que salgan delante. Nota la tirita que se ha puesto en la ampolla, no sabe todavía como hacerlo.
La música eleva su tono,los corredores alzan sus manos al cielo, se oye una explosión...enciende su reloj casio, corre, para, otra vez corre y por fin pasa la salida, dos minutos después,inicia su primera carrera, todo es mirar hacia los lados, perdón, nunca ha corrido con gente y hay mucha en el Paseo de la estación, hasta que gira hacia Blasco Ibáñez y lo que ve le deja pasmado, una larga comitiva de corredores que ocupan toda la calle, extendiéndose hasta que se pierde la vista en un impresionante desfile.No ve los primeros kilómetros, tanta gente se lo impide, solo ve su reloj, cinco, diez y por primera vez un kilómetro, el cuatro, lleva veintitrés minutos, a una media de cinco cuarenta y cinco, lo que le dijo su consejero, pero se olvida que salió dos minutos después, esas cosas uno no las sabe, se aprenden con el tiempo. Puente del Bimilenario y un poquito después, su primer avituallamiento, no es capaz de coger agua,alguien le pasa una botella y bebe un trago,por suerte el día amanece lluvioso y no hace calor, el día perfecto. Bajada de la rata y las piernas se van, empieza a ver huecos y corre mas cómodo, seis,siete, los kilómetros avanzan, pasa cerca de su casa y sube por Reina Victoria,la calle que mas ha recorrido, pero nunca se dio cuenta lo larga que era, giro hacia la cruz de los caídos y ahora donde?, kilómetro diez, juzgados, el raval y hacia el sixto marco, allí está el kilómetro doce y ve que lleva una hora exacta, dos kilómetros después, en el catorce, una hora diez, no vuelve a mirar el reloj, empieza la lluvia  y las piernas se van solas, adelantando corredores, animando cuando pasa y con una sensación de poder con todo, en ese momento sin embargo,la tirita le molesta y va jugando con el dedo para colocarla. Pasan los kilómetros y antes del nuevo paso por meta, escucha como llegan y nombran a los primeros, su primera crisis llega en el kilómetro dieciséis, aunque el ver entrar a meta a los corredores le entretiene durante un rato. Otra vez hacia Blasco Ibáñez, pero esta vez hay menos gente y la que hay está mas dispersa, algunos andando, en el suelo, estirando, no mira, solo quiere terminar,giro por Concepción Arenal, picando hacia abajo y le vuelve a dar ritmo a las piernas, Reina Victoria, Ayuntamiento y cuando cree que girará, se da cuenta de que no, sigue hacia adelante, en dirección a la Plaza de Benidorm y de ahí hacia arriba, hasta volver a Candalix y dirigirse a los últimos dos kilómetros. Esta vez es él el que se cruza con otros corredores, estos van por su primer paso y el oye a lo lejos al locutor, acelera por instinto y deja a un montón de corredores con la respiración entrecortada y esa cara crispada tan común, giro y la meta está próxima, ahora es a él al que adelantan, pero no es su guerra, está a punto de acabar su primera carrera y no sabe que hacer,levanta los brazos por instinto, ve que el crono marca 1:41 y sonríe mientras el agua corre por su cara y le persigue en su paso hasta el agua y el avituallamiento final, ha conseguido acabar su primera carrera, sin sufrir en exceso y con buenas sensaciones. Una fruta, una cerveza, cambio de ropa y su primera mirada a una clasificación, no se encuentra, hasta que ve que está mas arriba, su tiempo ha sido 01:39:40 en su primera carrera, en ese momento no le da importancia, con el tiempo sabrá que fue la carrera de su vida. La lluvia impide que disfrute de su primer postcarrera, las agujetas llegan de forma inmediata y no puede moverse, empieza a conocer la vida de un corredor, hoy siete años después, sigue en la brecha, con otras ilusiones y con otras metas.


Esta sería la crónica que nunca hice y que saben  los que me conocen, muchas cosas y sobre todo, muchos amigos he conocido y sigo teniendo esas ganas, aunque como la primera vez no tenga mariposas en el estómago, de seguir corriendo durante mucho tiempo.

4 comentarios:

ramonet dijo...

Ostras que bueno, de verdad que me has emocionado. Gracias!!

ALBERTO dijo...

La primera es la primera y con solo 4 semanas ya es un logro.
Ahora después de tanto tiempo a conservar la mecánica.
Un saludo

Ramón Sobrino Torrens dijo...

De la primera carrera uno siempre se acuerda, y es muy especial. Feliz Año, Fausto

paco dijo...

Ehhh, buen tiempo pa ser la primera, ahora lo querríamos mas de uno para nosotros. Un saludico.