martes, 31 de octubre de 2017

VOLTA A LA FOIA, VOLTA A LA VIDA







Hace veinte años, cambié mi tierra manchega, por el sudeste, los llanos de La Mancha y los Montes de Toledo, por la playa y la montaña alicantina. El lugar donde fui a parar, Onil, donde viví cinco años, uno de ellos, de forma un poco extraña, pero hablemos de correr. 

En 2009 empecé a correr y con apenas cinco meses en el asunto, hice mi primera Volta, con salida en Ibi y regalo de un chubasquero que me acompañó en muchas de mis primeras aventuras correriles. 2010 y 2011 repetí experiencia, haciendo la trilogía, después, su coincidencia con el maratón de Ciudad Real, me alejó. Ocho años después  de la primera y tras una lesión de cinco meses, vuelvo a probar sus cuestas, el masoquismo me acompaña en mi vida de corredor y aunque, había pensado hacerla en modo senderismo, el bajo precio me hizo jugármela e intentar acabar esta dura carrera, que paso a contar.

Nos juntamos siete de Los Zumba@s (los de caravaca), al que había que sumar a nuestro experto en asfalto, segunda carrera que coincidimos, la próxima será Chiva en sus dos modalidades. 

Aparcamos y enseguida empiezo a saludar amigos, cuanto echaba de menos esta sensación del asfalto, mi antiguo territorio y en el que dejé muy buenos amigos  a los que solo puedo seguir en RR SS, la vuelta de algunos de ellos al primer nivel y la preparación para Valencia de la mayoría, hacen de esta prueba, imprescindible para ver como evolucionan los entrenos para la cita valenciana.

El dorsal en el polideportivo, pero la salida en el ayuntamiento, para entrar en calor ya empezaremos subiendo...

XXXII VOLTA A LA FOIA, IV VOLTA PERSONAL

Salgo casi al final, con Valverde, la última que vez que coincidimos en Granja, acabé lesionado, poco a poco nos adelanta todo el mundo y ya desde el primer momento,pienso en lo larga que se me va a hacer la prueba. A 6/m el km aguanto cuatro kilómetros, donde veo cerca a Valverde y a Jesús y los A Todo trapo, pero poco a poco se me van, como las fuerzas, llevo sin correr media hora seguida, desde la Media de Santoña en mayo y los milagros no existen. Me siguen adelantando, primero Encarni, luego Luisa, pero yo sigo a lo mío, viendo como soy incapaz de seguir a nadie.
 
Detrás ya no oigo a nadie, pero entra tanta desazón, veo el km 9 en el suelo, miro el reloj y llevo una hora, con lo peor de la carrera, ya pasado, las cuestas del camino Viejo de Ibi o de Onil, depende de donde salgas han quedado atrás y una nueva sorpresa me espera, veo a los primeros senderistas que habían salido cuarenta minutos antes, esa es mi esperanza, mezclarme con ellos y llegar a meta como pueda. En este punto se me pasa por la cabeza dejarlo, no me veo en condiciones de llegar, pero el conocimiento del terreno juega a mi favor y se que viene un  terreno bueno para mi estado.

Paso por el control de Ibi y recibo los aplausos, el ser el único corredor es lo que tiene, de los aficionados que allí quedaban. Giro por la carretera y allí veo la marabunta, delante de mí, veo cientos de senderistas que van algunos, comiendo sandwichs y yo con un hambre canina. El terreno es favorable hasta casi Castalla y lo aprovecho, corriendo casi todo el tiempo y llegando al kilómetro 18 en poco mas de dos horas, sorprendente, pensé que iba peor y sin embargo lo había conseguido, quedaban 9 kilómetros y medio y tenía dos horas. Pasaba un grupo, andaba unos metros y volvía a correr, animado por los compañeros que amablemente me dejaban pasar al oirme, supongo que el miedo al oir mi respiración, ayudaba. 

La entrada a Castalla se me hace muy dura, aunque puedo correr en la recta hasta el ayuntamiento, donde me puedo hacer una foto con Limiñana que andaba por allí. Y llega lo peor, una larga recta en subida hasta cruzar la autovía, que se me hace eterno, trotando un poco y andando un mucho, la idea era trotar desde allí hasta ONil. Mi mujer me espera allí, con mi hermana pequeña y mi amiga paqui; fotos, risas y en la bajada me lanzo. No puede ser, o sí, cuando llego al llano, zas, leñazo en el isquio, paro un poco, estiro y sigo, pero apenas unos metros después me vuelve a dar, no lloro porque soy muy macho y había niños por allí, pero la rabia me puede, por suerte y después de andar deprisa un rato (algo que estoy practicando, el andar mas deprisa) puedo volver a correr y así hasta Onil. 
El pueblo donde trabajé y las calles que recorrí durante tanto tiempo, me ven por sexta vez corriendo por ellas, las cuatro voltas y dos de montaña. Saludo a Mila que está currando y subo hacia la Avenida La Constitución, dejando atrás la Avenida La Paz, donde viví. Ayuntamiento, donde tomé café cientos de noches, los bares de la Avenida, donde han caído unas cuantas...botellas de agua de malta y cebada, la casa Cultura, los bares de la parte de arriba y el arco de meta, la emocíón vuelve a mí de nuevo, el reloj me sorprende, 3, 19 largos, casi 20, mi previsión mas optimista estaba entre las 3,15 y 3,45, veintisete kilómetros y medio después, entro en meta, por primera vez corriendo desde mayo y segunda en este mes con Caravaca, aunque la hiciera en senderismo. Saludo al espeaker y me tengo que apoyar a respirar, ea sensación de los buenos tiempos cuando lo daba todo y aunque con mas de una hora de diferencia con esa primera vez, llego igual de contento, pero esta vez, mucho mas feliz.

Y así espero que haya llegado mi vuelta, de momento hasta Chiva, nada pendiente, pero ya es bastante. NO DIGAS QUE NO PUEDES HACERLO, DI QUE NO LO QUIERES INTENTAR

3 comentarios:

ALBERTO dijo...

BIEN!!!!!!!!Fausto, solo el estar en la línea de salida para correrla, ya es un paso de gigante, y si has llegado hasta el final, no te digo "ná". En lo de andar deprisa, tengo experiencia jajajajaja.
Un saludo y adelante, que aún nos quedan Kms x Hacer.

ramonet dijo...

Muy grande Fausto, acabar la Foia después de cinco meses lesionado y no más de media hora seguida es muuuucho.

paco dijo...

jeje de poco no te doy un empujon pero bueno, nadie dijo que fuera a ser fácil. Un saludico.