miércoles, 18 de diciembre de 2013

24 HORES DE CAN DRAGÒ . LA ÚLTIMA?


Si esta entrada la hubiese escrito hace tres días sería muy diferente, pero intentaré ser lo mas honesto posible con los sentimientos vividos en Can Dragó.
Es la carrera esperada durante todo el año, aunque por circunstancias, en este no era lo mismo. He pasado muchas noches sin dormir y no iba a ser igual. Los retos que he hecho, mas las 24 horas de nazaret me hacían ser muy optimista, si podía correr, podía hacer un tiempazo, he corrido muy poco en los últimos dos meses y estaba descansado.
La idea era ir en un coche con Manolo Rico, Mihaela y Pedro serna, pero unos días antes, Pedro me ofrece ir con él en su furgoneta y hacer reparto, lo que es un viaje largo se convirtió en doce horas de viaje y carga y descarga de los diferentes portes contratados, lo ideal para la prueba.
Lo bueno de empezar a las doce es que duermes bien, además el hotel estaba a escasos metros de la pista de atletismo y todo es más fácil. Desayuno poco, pero llevo mucho material y además hay buenos avituallamientos; la ropa que voy a llevar no lo tengo claro, de todas formas llevamos todo al lugar destinado a los corredores y decidiré sobre la marcha. Opto por una camiseta de manga larga normal, sin térmica debajo, pero esta carrera es la única en a que coincido con compañeros del Ñ y me pongo la camiseta del club para empezar, me está pequeña, pero bueno.
El primer objetivo es acabar e intentar hacer las 24 horas sin ir a dormir, el siguiente mejorar la marca del año pasado. Empiezo atrás, como siempre, cuando llevo un par de vueltas decido la forma de actuar; voy a hacer un maratón cada seis horas, así no me agobio y puedo gestionar el tiempo. Cuando apenas han pasado dos horas, briguet abandona, tiene molestias y no quiere forzar, y no es el primero. La gente empieza a doblarme una y mil veces, voy el setenta de setenta y seis que hemos empezado, pero se que esto cambiará, siempre ha pasado, solo voy delante de los que van andando. Lo clavo, un maratón en seis horas, que bueno soy.
Cero molestias y llega la noche, a las seis anochece y no es lo mismo, hago la séptima hora y vuelvo a hacer siete kms, perfecto, cincuenta kms en poco mas de siete horas, soñar es gratis. Pero algo cambia en la octava hora, no se si es el cambio de ropa, el fresco o el aburrimiento, pero empiezo a estirar muy a menudo, tengo molestias en los isquios de la pierna izquierda y dolor en la ingle, me embadurno de crema y pienso en tomar un ibuprofeno, pero me acuerdo de mi médico y no lo hago.Pasan las horas y cada vez corro menos, no me apetece, pero sobre las once o  doce horas y con setenta y cinco kilómetros en las piernas me vuelvo loco y empiezo a correr a toda pastilla, doy tres vueltas y voy genial, corro a la altura de Pedro Serna que me mira con cara de "que cojones hace este", pero igual que empiezo, acabo, me he demostrado a mi mismo que puedo correr, que después de doce horas estoy fresco, cada vez que paso por la meta  y la zona donde está la gente veo que se sorprenden de que haga lo que estaba haciendo, o eso me parece a mí, en ese momento solo los relevos largos van a mi ritmo, de hecho adelanto tres veces al alemán ganador del 2010 y 2011, pero un nuevo problema surge, la cabeza, me bloqueo y dejo de correr.
Llego a los cien kilómetros en diecisiete horas, tres horas mas que en el año 2011, son las cinco de la mañana y quedamos muy pocos, a veces y eso que ya voy andando, tardan en adelantarme. Voy adelantando posiciones, mucha gente lo dejó a las doce horas, otros llegaron a una marca y se fueron, otros van a  dormir al gimnasio, yo sigo en pista escuchando mi música

Creo que en esos momentos antes del amanecer es cuando decido que esto no puede seguir así, hace mucho frio, estoy lejos de casa, solo, Mihaela ha ido al Hospital tras quedarse bloqueada, ves a la gente tapada hasta las orejas intentando no dormirse, las luces del hotel me llaman, menos mal que no cogemos habitación para esa noche, la tentación sería demasiado grande.
Troto unos metros de vez en cuando y como veo que puedo hacerlo, paro y ando, no quiero correr, he corrido mucho este año. Pero una nueva ocupación llega a mi cabeza, ir adelantando corredores, algunos pararon hace muchas horas y todavía no he llegado a sus kilómetros; posición sesenta y cinco, sesenta y cuatro...cuarenta y cinco...es increible, en vez de correr me dedico a la gloriosa actividad de ir viendo la pantalla con los tiempos vuelta a vuelta, apenas paro, me siento cinco minutos y sigo, es con diferencia la edición que mas horas he pasado en pista. Llego a ir empatado a vueltas con el clasificado en la posición 40, es algo absurdo.
Me voy preparando para el final, hablo con Pedro que ha ganado con solvencia, cojo la bandera de Correbirras y pienso que  es el año que acabo mas entero, no han sido las piernas las que me han vencido en esta ocasión, ha sido la cabeza.
Han sido algo mas de 129 kilómetros los realizados y eso teniendo en cuenta que he andado las últimas trece horas, podía haber hecho algo grande y sin embargo ha sido la edición con menos kilómetros.

COMENTARIO: Lo he pasado muy mal, he llorado de rabia e impotencia y todavía no se por que me vine abajo. Empecé cansado, pero el ritmo era asumible y tenía la experiencia de otros años. Debía haber sido al revés, ver como la gente iba cayendo y yo estaba entero me debía haber reforzado, pero no. Quizá todos los kilómetros que he hecho este año me han pasado factura, eso y el tener tiempo para pensar, demasiado tiempo solo. Y el frio, ves como te pones mas capas que una cebolla y no se te va, y a la vez, ves a las inglesas corriendo en pantalón corto, algo bestial, hace que te plantees esas cosas que decimos de vez en cuando los Ultrafondistas ( no me gusta ultramaratoniano) "qué cojones hago yo aquí".
Si me preguntan hoy si volveré a ir el año que viene, diré que no, pero la solución es otra, se la respuesta y solo espero no llegar fuera de plazo al exámen.
Y al terminar había que volver y por unas cosas o por otras, entre en mi casa a las tres de la mañana después de haber seguido descargando la furgoneta por el camino, pero claro, el que conducía hizo 230 kms y ganó la prueba, no me puedo quejar.

Descalzo por una buena causa

5 comentarios:

Dani dijo...

Enhorabuena, no creo que aguantase 2h en una pista, 24 imposible. Como nunca he corrido algo asi no se que decirte de tus sensaciones, pero por experiencia, corremos para disfrutar, aunque sea a base de sufrimiento fisico, si mentalmente no disfrutas y no lo pasas bien, ¿merece la pena seguir? Corre lo que te apetezca y con lo que disfrutes, y llegaran mejores momentos

ALBERTO dijo...

Enhorabuena Fausto!
Vale más dominar la cabeza que las piernas. Solo el plantearse el hacer un tipo de prueba como esta ya es una victoria.
una saludo

paco dijo...

Jeje, la ultima dice el tio, amos hombreeeeee, y lo de Pedro no tiene nombre, y Manolo que, y Mihaela, y el descalzo no te digo na, la verdad es que cada uno llevais vuestra historia, yo aun no me veo, bueno ni ahora ni nunca. Un saludico y felicidades.

Miha dijo...

Fausto, enhorabuena por tu(s) hazaña(s), por tu forma maravillosa de ser.A veces las cosas salen mejor y otras también, jeje pero cuesta más...; el valor no se mide en estar siempre fuerte sino en saber superar los momentos de debilidad y salir más fuerte todavía. De todo se aprende y en vez de decir que es la última, me gusta mejor lo último que expresaste: Encontrar respuestas a tus dudas, encontrar la solución alternativa. Un honor compartir con Pedro, Manolo y contigo en Barcelona esos ratos(largos, ya ves 24 H dan para mucho) de introspección. Un abrazo

Pedro Serna López Running dijo...

Animo Fausto, arriba ese ánimo, la sensación que me dió allí es que estabas saturado psicológicamente de tantas carreras y kms, por eso te faltaraon las ganas para "moder", quizás unas semanas de cosas suaves te hagan recuperar fuerzas para los grandes retos ke te gustan hacer. por otro lado si, fué una putada lo de subir y bajar cargado, pero ya he echado cuentas y tenemos beneficios.. en la proxima te doy lo tuyo. Un abrazo y feclices fiestas si no nos vemos antes...