LA INCREIBLE DUALIDAD DEL RUNNER FAUSTO

A vuestra salud

Si esta entrada la hubiera o hubiese escrito ayer, estaría cabreado, mosqueado,enfadado, con ganas de dejar el atletismo, sin pensamientos de Bezana, ni de ninguna carrera parecida, pero la estoy escribiendo hoy, y estoy contento, sobrado, con ganas de correr hasta el infinito o más allá.
Pero como decía jack el destripador, vamos por partes; ayer a las 18,15 me pongo las cascadia y decido ir al monte, no llevaba un kilómero y ya veía que la cosa no iba bien, me ahogaba, pero había que seguir, no puedo permitirme dejar un día sin entrenar, necesito fondo y piernas, y aunque los montes ilicitanos no son el everest, tengo una zona con un buen cortafuegos y una parte algo técnica para practicar, al final a pesar de todo pude hacer doce kilómetros, aunque a un ritmo de siete km/hora; abdominales y estiramientos para acabar y 43 en la suma semanal.
Hoy tenía intención de correr dos horas, a un ritmo de seis haría veinte kilómetros, por lo que tiro por la vía parque hasta el parque industrial de Torrellano, a los dos kilómetros me encuentro con Eduardo y Carlos que venían de vuelta, hablamos de lo divino y de lo humano, y de la humedad de casi el ochenta por ciento que tenemos y más de treinta grados, vamos, lo ideal para correr. Aunque creía que me iba  a cortar el ritmo, ha sido al revés, en los tres kilómetros y medio primeros llevaba 21 minutos, para calentar está bien, pero he empezado a apretar y enseguida me he metido a un ritmo de 5,30, me he cruzado con Juan Pascual en bici, continuo ,pero pronto se hace de noche y cuando llevaba poco más de ocho y medio decido dar la vuelta, quieren que hagamos deporte, pero los señores políticos nos hacen una "vía verde" sin luz y atravesando una autovía, son geniales, y me da igual de quien sean las competencias. Hago este tramo en cuarenta y seis y medio a un ritmo de 5,45 de media, paro, bebo agua, me como dos dátiles, practico para el campeonato del Mundo de lanzamiento de hueso de dátil, lanzándolo a más de siete metros, que tiemblen el año que viene y empiezo a zumbar  a las piernas, 5,20,5,20,5,15 y los kilómetros pasan y cuando estoy llegando de nuevo a la autovía, 4,45, me corta el ritmo, pero que va, hago varios kilómetros alrededor de cinco y los últimos a 4,45, me encuentro con Marcos y hacemos unos metros juntos y al final 18 kilómetos en 1,36 y 5,22 de media, he volado la segunda parte y podía seguir, pero era tarde, aquí anochece muy pronto.
Conclusión, estoy más feliz que una perdiz, es el mejor entreno desde  hace mucho tiempo, me sentía bien, a tope, con ganas de no parar, pero tampoco hay que pasarse. Van sesenta kilómetros esta semana y con la maratón del sábado paso de cien, ahora falta lo que haga mañana, seguramente doce kilómetros trankis por el rio para no perder comba y 115 en el acumulado. Un saludo y nos vemos....en los entrenos, porque en las carreras no creo, en tres semanas solo me habré puesto el dorsal en Hondón...estaré enfermo.