El camino espesado, con el viento
Y la lluvia que cae sobre tu espalda
Tu corazón late fuerte y cada vez lo hace con más fuerza
Y sigue cada vez más hasta que el sonido repica en tu cabeza,
Y con cada paso que das y cada suspiro que tomas
La determinación te hace correr y nunca parar
Tienes que ganar, tienes que correr hasta caer
Mantén el ritmo, mantente en la carrera
Tu mente se enclarece
Pasaste la mitad, pero las millas
Parecen nunca terminar como si estuvieses en un sueño
Sin llegar a ningún lugar
Parece tan inútil ...
https://www.youtube.com/watch?v=PTuUADkrzfY
El pasado domingo día 19 fui con mis amigos a ver la carrera del Coto y allí con unas charlas, decidí apuntarme a una carrera que por el perfil y la distancia, me podía servir de entrenamiento para futuros proyectos.
Apuntado a última hora, miro tiempos de corredores de años anteriores y hacerme una pequeña idea, esto hace unos años era impensable, posiblemente haría sobre las dos horas, pero a día de hoy, miro la parte trasera y calculo que estaré alrededor de las tres horas largas, buen entreno.
Con paco de compañero me dirigo a Agost, donde desde el principio saludo a un montón de amigos, es más fácil ver la clasificación y así me ahorro nombrar a todos. Recogida del dorsal y bolsa, donde al ver que la camiseta me estaba bien, amplia, decido correr con ella y así poder ponerme la térmica debajo. Me pongo los pantalones piratas del reto Solidario, manguitos y las zapatillas resoleadas, resopladas o con suela nueva, las adidas, dejo el pañuelo y lo cambio por la visera de korridor, guantes como siempre que corro en montaña y la braga de los SR al cuello.
LA CARRERA
Salgo al final, como buen macedonio y costumbre desde que perdí la forma, solo delante de los senderistas. La carrera es de 16 kms, sobre el perfil, ocho de subida y ocho de bajada, pero en montaña sabemos que eso nunca es así. La salida es por asfalto y hacia abajo, por lo que cuando llego a la tierra, los primeros están casi en meta. Empiezo corriendo las primeras rampas, intentando entrar en calor, intuyendo quien va a ser mis compañeros de viaje. Primero es una chica la que se queda, después una pareja que van juntos, mientras yo voy entrando en calor, así hasta el km dos, donde ya la subida es mas continua y pongo modo montaña. Intento regular y abstraerme, tengo un fuerte dolor en el glúteo izquierdo (puede que piramidal) y la pastilla todavía no ha hecho efecto. Voy detrás de unos cuantos compañeros hasta llegar a la zona de la creueta, klómetro tres y pico, donde en su tramo final, adelanto a Lidia y aprovecho la primera parte técnica para recordarme que soy corredor, que a veces se me olvida. Voy cómodo y adelanto a otros tres corredores, hablando con uno de ellos que parece que prefiere esperar a su amigo.
Avituallamiento en el km 5, por mis problemas de hernia, renuncio a la coca cola y bebo un vaso de agua, tomándome un gel al que prefiero no mirar la fecha, ni la composición. Estan allí mi padre, que me dijo LUKE, SOY TU PADRE. Me he quedado solo,aunque cuando subo la pista antes del cresteo, escucho hablar a los que van detrás, sin embargo por delante no veo nada mas que a una chica. Me recreo con las vistas espectaculares y hablo con los voluntarios que me voy encontrando, situados en los lugares peligrosos, un detalle. La subida se divide en tres tramos, viendo corredores en dos de ellos y la luz del flash en el Ventós. Es cuando me doy cuenta que no estoy solo, acercándome cada vez mas a los de delante y alejándome de los de detrás. Tengo calor, pero el miedo al famoso viento me hizo ser prudente, lo que si me bajo son los manguitos, cresteando sin parar y a buen ritmo para mí. No se me hace largo y como veo lo que falta, voy echando cuentas, comparándome con los de delante. Antes de la cima y de la zona de la cuerda, adelanto a una jovencísima corredora que lleva una camiseta de una carrera que me trae grandes recuerdos, la Trail Rae de Otañes, pregunto y me dice que es de su novio que la corrió, la dejo diciéndole que tranquila, que respire, que ya estamos arriba. Esta zona es muy lenta por la dificultad y la falta de entreno, llegando a su cima y en mi locura me pareció ver un gorila que me dio un botijo para beber, serían los efectos del gel, incluso creo que me hice una foto con él (gracias al fotógrafo por estar alli).
Y se acabó el disfrutar, ahora a sufrir, quedaban ocho kilómetros hacia abajo, que cosas. Llevo dos por delante, pero se que bajando se van a ir, como pasa, bajando tranquilamente y a un ritmo constante, calculo que a 6,30/7 por el tiempo que tardé en meta. Pero no todo va a ser malo y escucho, cuidado, zona técnica hasta los pinos y pasa lo que tiene que pasar, que cojo a los dos de delante, bajo con ganas, sin volverme loco, pero sintiendo el agarre de las zapatillas, hasta los pinos, donde vuelven a irse los dos. Zona entretenida y bonita, la cual me hace despistarme queriendo buscar el pueblo y casi me la pego,`por suerte no llego a hacerlo.
Cartel de 4, 3 en un poste, pero queda mas, seguro. Segundo avituallamiento, sin agua por cierto, pero con mi amigo José Pascual de voluntario, al que saludo y charlamos un poco, diciéndome que quedan...cuatro. Pista para correr y por primera vez voy notando el cansancio, son mas de dos horas y los pies me duelen, al mirar veo despegadas las punteras y me imagino sin suela como siga así. Levanto mas los pies y un voluntario me indica que viene una zona peligrosa, paro, pero me doy cuenta que es mas adelante y al preguntar...vuelven a quedar tres y medio, por lo que se confirma que no eran 4.3. Me gusta la bajada, disfruto de lo técnico y de ahí a una rambla, esto si que no me lo esperaba, mojándome los pies e intentando mantener la precaución, zona peligrosa para los tobillos.
He dejado atrás a otro compañero y me acerco a dos mas, aunque al ser zona de correr, se me alejan, aquí ya voy muy cansado y corro por correr e intentar bajar de tres horas, un mini-objetivo, andando y corriendo hasta el pueblo. Llegando a la "ermita" tiro de cuádriceps para subir, haciéndolo mejor de lo esperado, allí está Martín que me pregunta por Lidia, a la que dejé de ver al subir El Ventós. Corro el último tramo de subida previo a la calle de meta y al enfilar este, veo el reloj que marca 03:49:45 por lo que corro para que no llegue al 50, consiguiéndolo y volviendo a entrar en meta en una carrera de montaña, ocho meses después.
Saludo a Paco que ha tardado dos horas, a Mike y a los que me voy cruzando, yendo a por la bolsa para ducharme, después eso sí, se beberme una cerveza, bueno media.
Me ha gustado la carrera y el recorrido, me ha sorprendido lo técnica que era en algunas de sus partes y solo espero volver en forma, para disfrutar mas todavía .
Terminar y tener la zona de meta, duchas, podium y post es un aliciente y hace que puedas charlar con los compañeros de fatigas y poder seguir con este gusanillo que a veces se me aleja y otras veces vuelve.
Próxima parada, Chiva y sus 61 kms, se me va a hacer muy larga, pero solo estar en la salida, para mí,es un
premio.
Terminar y tener la zona de meta, duchas, podium y post es un aliciente y hace que puedas charlar con los compañeros de fatigas y poder seguir con este gusanillo que a veces se me aleja y otras veces vuelve.
Próxima parada, Chiva y sus 61 kms, se me va a hacer muy larga, pero solo estar en la salida, para mí,es un
3 comentarios:
Así es Fausto...a mi me pasa lo mismo, estar en la línea de salida ya es un trofeo, y si consigo llegar a la meta, el premio es completo. A seguir aunque sea poco a poco.
Se tarde mucho o poco, lo importante es estar en la línea de salida y en la de meta.
Un saludo
Como bien dice Alberto, solo poder correr es un premio. A seguir progresando
Te lo paso todo pero lo de dejarte media cerveza....eso si que no, que no vuelva a pasar jeje. Un saludico,
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