PUJADA NOCTURNA A LA VELLA

Antes de empezar la crónica voy a realizar un minuto de silencio por los montes y bosques de Valencia, masacrados por el fuego y la negligencia de unos políticos que solo saben recortar de cosas importantes y que han permitido que los dos pulmones de la provincia de valencia estén como los pulmones de un fumador. No había retenes contraincendios en algunas de las zonas más boscosas de la Comunitat, hijos de puta, si hay más comentarios.

Todavía con el corazón encogido por las noticias que iban llegando de Cortes de Pallás, Dos Aguas y para mí sobre todo de Andilla, donde hace poco más de un mes corría la MAMOVA y veía esos formidables bosques por donde nos hicieron correr, con pueblos volcados con su patrimonio y hoy devastado, me dirigí con unos amigos a hacer por segundo año la Subida a La Vella, que aunque solo tiene unos 830 metros de altura, destaca porque los alrededores son  muy llanos. Fui bien preparado, a pesar de ser de noche hace mucho calor y recordaba lo mal que lo pasé en el 2011 por el agua. La salida en esta ocasión cambió y la hicimos desde el polideportivo, antes pagamos la cifra estartosférica de cinco euros para un posterior picoteo. Los primeros kilómetros los hacemos por el pueblo después de recibir las instrucciones de los organizadores, en este caso el Maratón Crevillente con Víctor a la cabeza de no dejar en la montaña nada que no estuviese allí, eso impidió tirar a alguno por el barranco, jeje. Ya fuera de Crevillent empezamos a subir por un camino ancho hasta el primer punto de agrupamiento, que se repetiría de vez en cuando, hay que recordar que es una trotada, las chozas, el pou de la mel, lugares que se van quedando en nuestra memoria, la casa del tio mariano, els pontets, debajo dejo un enlace para el que quiera hacer cualquiera de sus vertientes. Y llegamos a la última parada antes de la subida final, impresionante, los frontales cada vez más lejos y si mirabas para atrás, lo mismo, cien personas de noche por un terreno escarpado y por el que solo los más intrépidos se atreven a subir, vértigo, nervios en los novatos, cuando se acaba esto, preguntas, risas y esfuerzo máximo. Cuando llevamos un rato subiendo me empiezo a sentir bien, andar no me cansa aunque sea en este terreno y según pasan los metros y está más alto, me encuentrro mejor. Pero todo llega y el alto también, toco el punto geodésico y me maravillo de las vistas, esperamos al resto de compañeros y nos hacemos la foto de grupo y a partir de ahí, ocho kms de bajada, difícil, hay compañeros sin frontal y sendas estrechas y peligosas; varios reagrupamientos y otra vez a la salida. Veintiún kilómetros de Subida y bajada en total sintonía con el entorno. A la llegada, duchas y un aperitivo para terminar la noche. Gracias al Club Maratón por hacer esa actividad y permitir que la compartamos con ellos.


http://geoelx.blogspot.com.es/2008/02/sierra-de-crevillente.html