LLÁMAME COBARDE, SOY CORREDOR

Empiezo con esta frase que es la que pone en su camisetas el Club de Atletismo de Rota de los grandes Barroso y Matraka  y que me gusta mucho.
Pues eso, llámame cobarde, después de MAPOMA había que seguir adelante en esta vida que hemos elegido de sufrimiento, sin agujetas, cosa rara después de la paliza y las cinco horas de coche posteriores y con ganas de pasar página y preparar el próximo gran reto de dentro de tres semanas, los 101 Kilómetros de Ronda, pasando por la Media Maratón de Alcantarilla como último entreno de calidad.
El lunes, una hora de bicicleta y abdominales; el martes, sesión doble, por la mañana piernas y media hora de bicicleta y por la tarde clase de  media hora de abdominales y una clase de spinning y tras dos días decido que ya es hora de correr.
El miércoles me pongo mis nuevas zapatillas, las Brooks Cascadia 5 y me voy al monte a ver si encuentro al probe Miguel que hace mucho tiempo que no sale y me casco hora y media por los alrededores de la ciudad, siempre por tierra y con un buen desnivel del veinte por ciento en algunos tramos, me encuentro cansado, pero hay que salir y volver a sentir sensaciones positivas; por la noche, bueno, por la noche estuve corriendo ciento veinte minutos en el sofá viendo el fútbol, y las pulsaciones me subieron bastante, más que en la Maratón, y eso que cada vez me gusta menos el fútbol.
Y hoy jueves he vuelto a salir al monte, bueno, esa era la idea, me puse mis kalenji y primero había que llevar la baja de mi mujer, que se lesionó en MAPOMA, y es que la vida de fotógrafa es dura y la tengo con el pie en alto y vendado. Cogí por la zona del aljub y me puse a correr y no se por donde, pero acabé en la carretera de Aspe y al final dirección al pantano y otra hora y media de entreno en un día que acabó pasado por agua. Al llegar a casa me he dado cuenta que tengo el tobillo izquierdo super hinchado y eso que no me duele, supongo que con voltarén se bajará la inflamación.
Aprovechando los descansos he analizado la maratón y he visto que del kilómetro cinco al quince fui por debajo de cinco y eso en esta Maratón no es asumible, no supe correr, me vacié, no fue culpa de la alimentación, ni del dolor del empeine, eso se podía haber arreglado con el reflex, pero ir por debajo de mi ritmo fue mi muerte, tendré que tenerlo en cuenta para sucesivas ocasiones, aunque algo falla, cuando pase la media oficial llevaba 1,47, según mi reloj 21400 metros, habrá que tener en cuenta eso también y adaptarme al tiempo oficial. Y mañana si el pie sigue sin dolerme haré algo gordo, o esa por lo menos es la idea, entreno de los de josé coves, un saludo.